La CUP reitera su voluntad de presidir el Parlament
Los 'cupaires' celebran que se hayan cerrado "compromisos" con ERC y Junts para reformar el modelo policial y garantizar la vivienda
Con la posibilidad de entrar en el futuro Govern casi descartada y lejos de querer forzar una repetición de las elecciones votando en contra de la investidura de Pere Aragonès, la CUP pulsa el acelerador, tal como avanzó el ARA, para obtener la presidencia del Parlament para garantizar la soberanía de la cámara y ser un muro contra la extrema derecha, siempre que se cierre un acuerdo programático con las dos grandes fuerzas independentistas. La diputada electa Eulàlia Reguant ha admitido hoy que batallarán por la presidencia de la cámara catalana. "Hemos planteado a ERC, JxCat y los comunes que estamos dispuestos a asumir la presidencia del Parlament". "No queremos intercambiar sillas pero estamos dispuestos a asumir todas las responsabilidades", ha añadido en relación a la posibilidad de presidir la cámara catalana después de decir que la mesa tiene que ser "nítidamente antifascista", que "haga evidente el conflicto político" y que esté "comprometida con los derechos sociales".
Solo unas horas antes, la diputada de la CUP Mireia Vehí también ha dicho que sería una "buena noticia" que la CUP presidiera el Parlament porque la mesa sería un "reflejo" de los resultados electorales del 14-F. En una entrevista en La Sexta, Vehí ha apostado porque la cámara esté presidida por una persona que defienda los derechos colectivos ante la suspensión de leyes por parte del Tribunal Constitucional (TC), pero no ha concretado si Dolors Sabater es la aspirante de la CUP a presidirla y se ha limitado a decir que están valorando con la militancia si les parece bien la apuesta por la presidencia de la cámara catalana.
Sea como fuere, la decisión la tomará la militancia, que discutirá desde domingo hasta martes en las asambleas abiertas parlamentarias que se han convocado en todo el país cuáles tienen que ser las líneas de actuación en relación a la constitución del Parlament. De estas asambleas saldrá un documento final que definirá el papel de los cupaires en la futura mesa del Parlament, que se constituirá viernes de la semana que viene.
En cuanto a las negociaciones, Reguant ha dicho que están llegando "a compromisos" en materia social y de orden público con ERC y JxCat, pero también con los comunes, para hacer frente a los desahucios, proteger el derecho a la vivienda, acabar con "la represión" de los Mossos, impulsar una moratoria del uso de las balas de foam y que la Generalitat no se persone en acusaciones de manifestantes, entre otras cuestiones. Después de valorar muy positivamente estos preacuerdos, Reguant ha informado que ahora reclamarán a ERC y JxCat abordar la renta básica universal, la regulación "efectiva" de los alquileres, la potenciación del sector público y la transición ecológica. "Ahora hay que concretar nuevos adelantos", ha señalado.
A pesar de este acercamiento, fuentes de la CUP admiten que las reticencias de las bases a compartir ejecutivo con las dos grandes fuerzas independentistas, que quedó reflejada en una resolución aprobada justo antes de la campaña en que se defendía seguir en la oposición, hacen "inviable" entrar en el nuevo Govern. Estos recelos han hecho que los cupaires hayan centrado los esfuerzos en la mesa del Parlament con la voluntad de garantizar la soberanía después de una legislatura marcada por el acatamiento de los avisos del TC. Acceder a la presidencia del Parlament, o cuánto menos a una vicepresidencia, por el rechazo de JxCat a ceder este cargo -que le correspondería como segunda fuerza- es la opción más plausible a estas alturas si las bases y las organizaciones que apoyan a la candidatura así lo validan.