El dragón Feijóo planta al caballero Alejandro

La vicepresidenta española, Yolanda Díaz, también evita el contacto con Pablo Iglesias

Alejandro Fernández, después de firmar su libro a una simpatizante
23/04/2025
3 min

BarcelonaNo es habitual que la dirección de un partido no permita al presidente de un territorio presentar libro en su stand. Y menos en Cataluña el día de Sant Jordi. Pero tampoco lo es que éste haga un libro para cargar contra la cúpula estatal por poner y sacar a dedo a los líderes autonómicos. El caso es que finalmente Alejandro Fernández sí ha podido firmar su libro, En calzón quitao (La Esfera de los Libros, 2025), en la parada del PP y no sólo hacerlo en el de la plataforma estudiantil Se ha Acabado, como estaba previsto sólo dos días antes de Sant Jordi.

Con la lanza en mano en forma de bolígrafo, el caballero Alejandro no se las ha visto con el dragón Feijóo, al que acusa, como a sus predecesores, de ser una "trituradora humana de líderes" catalanes. El máximo dirigente de los populares ha decidido organizarse un almuerzo informativo en Madrid y no participar en la fiesta de Sant Jordi por primera vez en tres años. Sólo había faltado en el 2022, cuando no hacía ni tres semanas que había llegado a la presidencia del partido. Pero Fernández ha evitado hacer sangre tirando de un clásico como el expresident Pujol: "Ahora no toca, hoy es Sant Jordi". Fuentes del PP catalán, sin embargo, admiten "la incomodidad" de Feijóo con este acto.

Sí que han estado presentes la plana mayor del PP catalán y los principales diputados y concejales de Barcelona, ​​pese a no comulgar con Fernández. Sin embargo, ninguno de ellos llevaba el libro para que el autor lo firmara. De hecho, durante la hora que ha estado en la parada, el presidente de los populares catalanes sólo ha firmado uno. "Nosotros no podemos venderlo", explicaba al segundo simpatizante que se ha acercado. Viendo que nadie daba el paso de ir a una parada cercana a comprarlo, Fernández ha optado por marcharse de la parada a los dos minutos y echarse a charlar con la parroquia popular.

Quien sí ha desembarcado en Barcelona es la vicepresidenta del gobierno español, Yolanda Díaz, que ha dado un paseo por el centro de la ciudad al mediodía. En su recorrido debía pasar por la confluencia del paseo de Gràcia con la calle Diputació, pero finalmente ha bajado por rambla Catalunya. Quién sabe si lo ha hecho para no cruzarse con el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, que firmaba su último libro justo allá a esa misma hora.

La vicepresidenta española, Yolanda Díaz, en el centro de Barcelona.

"No creo que venga", ha afirmado riendo el exministro a preguntas del ARA. Y es que en su último libro, Enemigos íntimos(Navona), Iglesias pasa cuentas con las que hasta hace poco eran sus aliados y tilda de "narcisista" Díaz, a quien da por amortizada políticamente. Sin embargo, el también exvicepresidente del gobierno español sigue teniendo tirada, y una muchedumbre de seguidores han hecho cola para que les firmara el libro y fotografiarse con él.

Lo que no ha podido evitar es tener que sentarse junto a uno de los autores más alejados de él ideológicamente: el economista Xavier Sala i Martín. Aún radica que entre los selfies, una chavista que le ha aclamado y un manacorense que le ha recordado que su ciudad es el único bastión rojo de Mallorca, Iglesias no ha tenido tiempo de ponerse a debatir sobre el neoliberalismo.

Pablo Iglesias en una parada de Sant Jordi.

También se lo ha ahorrado su pareja, la exministra y eurodiputada Irene Montero, que ha tomado el relevo a Iglesias justo después para presentar Algo habremos hecho(Navona), donde defiende la labor que realizó en el ministerio de Igualdad contra quienes se oponen a construir "una sociedad más democrática, más justa y más feminista".

Quien ha venido con la bandera blanca y sin ganas de bullicio es el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero. "Paz es lo que necesitamos", ha dicho en declaraciones a los medios tras firmar decenas de libros de La solución pacífica(Plaza & Janés), donde reivindica la justicia, el respeto y la igualdad para evitar conflictos como el de Ucrania o el de Palestina. Hoy, a él, a diferencia del resto de políticos, se le veía más en paz.

Zapatero saludando a una lectora tras firmar su libro.
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