Proceso

La DUI, la fecha borrada por el independentismo

Los partidos que pilotaron el Proceso no reivindican la proclamación de la independencia de 2017, a diferencia de lo que han hecho tradicionalmente con el 1-O

La llanura mayor del Parlamento  y el  Gobierno  el día de la DUI.
25/10/2025
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BarcelonaEste lunes hará ocho años que el Parlament proclamaba la República Catalana después de la victoria del sí en el 1-O. Aquella fue la jornada de mayor trascendencia política de la historia de la cámara. Pero una hora más tarde el Senado aplicaba el artículo 155 de la Constitución y suspendía el autogobierno disolviendo el Parlamento. La declaración unilateral de independencia (DUI) quedaba en papel mojado, sin ningún tipo de efecto, y de hecho el Gobierno tampoco la publicó en el Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC). A las puertas de un nuevo 27 de octubre, la DUI es una fecha borrada por el independentismo.

Ninguno de los partidos que pilotaron el Proceso organizan ningún acto de conmemoración explícito más allá de las declaraciones políticas que puedan existir durante la efeméride. De los actores que jugaron un papel central en el Proceso, sólo el ANC defiende levantar la DUI. De hecho, una delegación norcatalana de la Asamblea, con miembros del borde del Consejo de la República y la Casa Macià, reclamarán que se reactive ante el Parlament a las 16.59, la hora en la que se aprobó la DUI hace ocho años. Lo harán después de una ruta a pie de dieciséis días desde la Porta dels Països Catalans, en Salses. Paradójicamente, también este lunes puede ser el día en que Junts, reunida la ejecutiva en Perpiñán, decida romper con el PSOE.

Miembros de entidades de la Catalunya Nord en el inicio de la marcha en Salses.

Desde 2017, Junts ha seguido hablando del "mandato del 1-O", pero sin precisar qué significa y adentrándose a la vez en un proceso de negociación con el gobierno español que ahora puede haber llegado a su fin. Durante el aniversario del 1-O, el expresidente Carles Puigdemont reivindicó "la vigencia" del resultado del referendo y emplazó a "acabar el trabajo". En este sentido, en el debate de política general los junteros llevaron una resolución que no prosperó en la que planteaba acordar un referendo en la mesa de negociación con el PSOE. En resumen, los junteros abogan por pactar una nueva consulta.

En octubre del 2017, ERC fue uno de los actores que más presionaron para llegar hasta el final. El 26-O de hace ocho años, cuando Puigdemont pensaba en convocar elecciones, los republicanos amenazaron con salir del Govern si no se votaba la declaración. Ahora, sin embargo, el 27-O no es el faro que guía el partido de Oriol Junqueras. Por todas las consecuencias judiciales que supuso y porque interpretan que, a diferencia del 1-O, no dio réditos sustanciales. Bajo esta premisa, el partido aparcó la apuesta por la unilateralidad. La CUP, que también fue de los que más insistieron por no dar marcha atrás aquellos días de vértigo del otoño del 2017, apuesta por volver a ejercer el derecho a la autodeterminación, sin renunciar a la unilateralidad, pero consciente de las dificultades para hacerlo.

Aliança Catalana es el único partido parlamentario que exige aplicar el mandato del 1-O y así lo manifestó durante el debate de política general justificando su rechazo a la propuesta de Junts para hacer un nuevo referéndum. "Sí, he votado contra la propuesta de Junts de hacer otro referendo. Contra aquellos que quieren hacer referendos ad eternum para vivir de renta, quienes queremos aplicar el resultado de lo que ya hicimos y ganamos por mayoría atronadora", dijo en un tuit su líder, Silvia Orriols, ante las críticas que recibió por su voto en contra y pese a que ya no hay mayoría independentista en el Parlament.

lista cívica en las pasadas elecciones, también quiere presentar batalla en el Parlament con el único punto de levantar la suspensión de la DUI. Más allá de estas dos formaciones y de alguna otra más minoritaria o del ANC, el grueso del movimiento ha pasado página al 27-0 del 2017. claudicación"

El politólogo Marc Guinjoan ve lógico que el independentismo no haga bandera del 27-O: "La proclamación no llevó a ninguna parte, los catalanes vivimos de fracasos, pero éste no fue ni un intento, no era un acto sincero con voluntad de consolidación constitucional". A juicio del profesor universitario, la DUI no dejó de ser "una huida hacia adelante" en la que los líderes del Proceso se veían "acorralados por las circunstancias" y la proclamaron "sin voluntad de consecuencias jurídicas". Que no se proclamara en el pleno del Parlament, que no se recogiera en el DOGC ni se sacara la bandera española del balcón de la Generalitat y que el presidente se marchara al exilio demuestra, por Guinjoan, que se trataba de un acto "simbólico".

También que la proclamación se demorara y se dejara en suspensión el 10 de octubre ante una posible negociación que nunca llegó o del reconocimiento de algún estado. "Sea como fuere, nada había preparado, la represión era brutal y la situación era muy compleja, la DUI es la aceptación de la claudicación que no lo has podido conseguir, pero es lo que ocurre en una lucha entre una autonomía contra un Estado que tiene el monopolio de la fuerza, tanto ejecutiva como judicial", añade el politólogo. La constatación de esta derrota es la clave para entender su olvido a diferencia de otras fechas: "Podemos identificar momentos más valiosos como el 1 y el 3 de octubre, de los que la gente habla con orgullo, pero ¿qué debe celebrarse el 27 de octubre?", se pregunta Guinjoan, que concluye que "no se generan muchos incentivos".

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