ANÁLISIS

El efecto Feijóo enciende las alarmas de la Moncloa

El PSOE confía en la estrategia de ofrecer pactos al líder del PP para ponerlo en contradicción

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Pedro Sánchez este mediodía

MadridEl PSOE ha pasado de ver como el PP se desangraba en una guerra interna que lo dejaba a un paso del colapso a comprobar con inquietud como los populares han sido capaces de cambiar el liderazgo de forma rápida y proyectar una imagen de unidad alrededor de la figura de Alberto Núñez Feijóo. Además, el relevo se ha producido en medio de una fuerte crisis económica que está desgastando la imagen del ejecutivo, mientras que en el PP están convencidos de que han encontrado en el político gallego la alternativa perfecta a un Pedro Sánchez que ven superado por los acontecimientos. ¿Se puede pasar en menos de dos meses de la depresión a la euforia? Pues sí, en el PP lo han hecho. En cambio, en la Moncloa han pasado de la alegría contenida por el final de Casado a una preocupación evidente. Las alarmas se han encendido con la combinación de los efectos de la guerra y el nuevo liderazgo popular.

Las encuestas ya empiezan a reflejar un cierto efecto Feijóo que los socialistas esperan que sea efímero, mientras que en el PP creen que se irá consolidando. Su gran esperanza es que, una vez Feijóo se sitúe por delante, un hecho que esperan que pase antes del verano, ya no habrá manera de descabalgarlo. "Per ganar primero necesitas que la gente crea que puedes ganar y esto Casado no lo tenía", dice una voz veterana del PP. Los socialistas admiten que Feijóo tiene varios puntos fuertes en comparación con Casado, por ejemplo el apoyo de la vieja guardia sorayista y también el de todo el ecosistema mediático conservador madrileño, que se ha volcado en él. Pero también recuerdan que en el Congreso están las mismas caras que antes, con Cuca Gamarra al frente.

Sin embargo, en el PSOE todavía no tienen claro si el hecho de que Feijóo no esté en el Congreso lo beneficia o lo perjudica. "Le da menos visibilidad, pero también lo expone menos y le permite controlar mucho mejor su mensaje", dicen. Aun así, consideran que no podrá estar protegido durante mucho tiempo. "Él ha estado muy bien resguardado en Galicia, donde era el líder de toda la derecha y controlaba todo el panorama mediático, y ahora tiene que salir a campo abierto. Y ya se ha visto en su gira, en la que cometió muchos errores". En cambio, en el PP no pueden esconder su euforia, hasta el punto que el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, está sopesando avanzar las elecciones a junio para aprovechar el efecto Feijóo.

Felipe VI y Alberto Núñez Feijóo en la reunión de miércoles.

¿Cómo piensa neutralizar el político gallego al PSOE? De entrada, la estrategia que han dibujado no es muy diferente a la que usaban con Casado, pero ahora utilizando la imagen de moderado y pactista que tiene Feijóo en beneficio propio. "La voluntad de llegar a pactos de estado se demuestra pactando", dijo Pedro Sánchez el jueves desde Rabat. Por lo tanto, se trata de abrazarse a Feijóo ofreciéndole pactos en diferentes ámbitos (hasta diez, le ofreció el jueves en la Moncloa). La estrategia está pensada, como todo lo que hace Sánchez, porque sea un win-win para el PSOE. Si Feijóo acepta los pactos, el PSOE lo tendrá a su lado para compartir el desgaste de la gestión de la crisis y, si no pacta, podrá acusarlo de continuar la política de bloqueo y de ser igual que su antecesor.

Ante esta situación, el político gallego está midiendo muy bien sus pasos. Lo primero que ha hecho es una gira por medios conservadores para remarcar su perfil ideológico duro ante las suspicacias evidentes que provoca entre la aznarismo y el ayusismo. Y la segunda cosa que ha hecho es ganar tiempo respecto a la relación con Sánchez. El propio presidente confesó a los periodistas en su viaje a Rabat que del encuentro de más de tres horas había salido "con más incógnitas que certezas". Es decir, que Feijóo había hecho de gallego y no había descubierto sus cartas. "Feijóo es hermético, pero representa el sentido común antes que la ideología. En este sentido se asemeja a Mariano Rajoy", explica alguien que lo conoce.

El problema de Vox

"El gran problema de Feijóo es que sus aliados, Vox, crecen como la inflación, mientras que los nuestros, Unidas Podemos, están en deflación" explica un diputado socialista. Y, en efecto, la gran esperanza socialista es que el presunto moderantismo de Feijóo quede desmentido por los hechos cuando el PP pacte con Vox en todas partes. "En Andalucía Vox está muy fuerte", avisan.

En realidad, sin embargo, los dos son conscientes de que lo que decantará la balanza será la economía. En el PSOE todavía creen que hay tiempo para enderezar la situación y aprovechar el impulso de los fondos europeos, que era el plan previo a la guerra de Ucrania y a la crisis del PP. Eso sí que lo tiene claro Feijóo. En lo único que está de acuerdo todo el PP, desde los más liberales hasta los más conservadores, es en la bajada de impuestos y esta será también su bandera. Con Feijóo se acaba también la famosa guerra cultural con la izquierda. La batalla electoral se centrará únicamente y exclusivamente en el bolsillo.

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