¿Existe riesgo de escisión en Junts per Catalunya?

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Laura Borràs, Jordi Turull, Carles Puigdemont y Míriam Nogueras, este miércoles en Bruselas

BarcelonaSi por algo parecía que podía haber una crisis interna en Junts era por el giro en Madrid. Pero, contra todo pronóstico, el hecho de que el ex president Carles Puigdemont tomara las riendas de la negociación y pactara, personalmente, con el PSOE ha aplacado toda posibilidad de disidencia. Solo él podía hacerlo sin cuestionarse internamente. Porque solo él une ahora mismo a los ex convergents y al borrasismo.

Ahora bien, no ha tenido que pasar mucho tiempo para que el conflicto interno estallara de nuevo. Esta vez por el caso Aurora Madaula, que, más allá de la denuncia que hizo la diputada en el pleno de las mujeres en el sentido de que sufría “violencia machista” –por lo que el Parlament decidirá si activa o no el protocolo de prevención–, ha sido la chispa que ha vuelto a desencadenar una guerra de facciones. El sector pragmático o institucional del Parlament –en el que se cuentan 22 de los 32 diputados– se ha sentido atacado “sin motivo” por el borrasismo –algo que niegan desde el entorno de Borràs remarcando que Madaula solo denunció cómo se sentía –, y no ha desperdiciado la ocasión para hacer lo que quiere desde hace tiempo: minimizar aún más el poder de la presidenta del partido, Laura Borràs. Este sector pragmático opina que ella –y sus afines– han tenido demasiada visibilidad hasta ahora, aunque hace poco más de un año y medio que la escogieron para liderar a JxCat en Argelers.

Tras la defenestración de Francesc de Dalmases como vicepresidente del partido a raíz de la bronca que le echó a la subdirectora del FAQS, Madaula es el cargo más alto que ahora tiene el borrasismo: es secretaria segunda de la mesa del Parlament y vicepresidenta de la formación.

En Junts viven una Guerra Fría permanente. Todo el mundo se prepara para un pulso final que nunca acaba de llegar. Como si siempre existiera el riesgo de un congreso extraordinario o de escisión. Ahora también. En el consejo nacional que tenía que celebrarse –finalmente suspendido por el encuentro Junts-PSOE en Suiza– se preveía aprobar que todos los independientes locales de Junts –muchos ex-PDECat– entraran a formar parte de la militancia del partido. Unos potenciales 3.000 nuevos miembros (según las fuentes consultadas) a los que se les ofrecía la opción de tener todos los derechos, también el de participar en un congreso, desde el minuto 0, sin esperar a los seis meses previstos en los estatutos.

El borrasismo tampoco se queda de brazos cruzados. Los afines a Borràs hace tiempo que pusieron en marcha un grupo de Telegram bajo el nombre JuntsxJunts, que lidera desde la sombra el escritor Oriol Izquierdo y que se dedica a promocionar todo lo que hacen la expresidenta del Parlament y su entorno y a organizar actos en el territorio. El viernes divulgó el manifiesto del Consejo Nacional de las Mujeres de Catalunya en el que se apoya a Madaula por su denuncia en el pleno.

¿Vuelven a sonar tambores de congreso extraordinario en Junts? Esta semana, entre los diputados corría esta idea, pero también es cierto que esto suena cada dos por tres en JxCat. Sin ir más lejos, si no hubiera sido por el resultado del 23-J y la posición privilegiada que la aritmética concedió al partido, tras las municipales había quien reclamaba un congreso. Y no tanto por el borrasismo como por el descontento -sobre todo del mundo local- con cómo Jordi Turull había gestionado los pactos poselectorales.

1.

Los bomberos en Madrid

Durante la sesión solemne de apertura de la XV legislatura se vivió una situación bastante vergonzosa en el patio del Congreso. Un grupo de bomberos de Madrid se tomaron una foto con el agitador ultra Vito Quiles, que sorprendentemente está acreditado como periodista en la cámara. Quiles ha sido protagonista de las protestas fascistas frente a la sede del PSOE en Ferraz, donde se lo ha visto arengando a los manifestantes.

2.
El control de alcoholemia
Almeida, al mercat de la Boqueria

Hace un mes, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cesó al responsable de Movilidad del consistorio, Federico Jiménez de Parga, sin aducir motivo alguno. Ahora, sin embargo, se ha sabido por qué. Resulta que Jiménez de Parga dio positivo en un control de alcoholemia mientras conducía a las 6 de la tarde. El responsable de movilidad de la capital se defendió diciendo que había consumido "dos cervezas".

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