Claves para entender la guerra PSOE-PP sobre la Guardia Civil
Un nuevo audio en 'El Confidencial' sitúa al presidente español como líder de la supuesta operación contra la Unidad Central Operativa (UCO) del cuerpo
MadridPedro Sánchez vive una de las semanas más complicadas de la legislatura. La revelación de una presunta operación contra la Guardia Civil, revelada por El Confidencial, ha situado al gobierno español en el ojo del huracán, ya que el PP le atribuye directamente al PSOE. Todo empezó el lunes, con la publicación de un audio en el que Leire Díez Castro, militante socialista de base, reclamaba a un empresario imputado en la Audiencia Nacional información que derrumbe el departamento de delincuencia económica de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) a cambio de beneficios judiciales. En concreto, buscaba paños sucios del teniente coronel Antonio Balas, que está liderando la investigación de los casos que afectan al entorno de Sánchez. En esta conversación, también participaba el empresario Javier Pérez Dolset, que estuvo en prisión preventiva, y de quien este jueves el mencionado medio publica un audio del mes de septiembre en el que sin más contexto dice que detrás están el propio Sánchez y el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. ¿Cuáles son las claves de este caso que han desatado una nueva guerra entre el PP y el PSOE?
Los audios publicados
"Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado no los tenemos para extorsionar a los ciudadanos de este país. Lo que a mí no me apetece es que este señor, Antonio Balas [jefe de delincuencia económica de la UCO], se convierta en verdugo de todos nosotros. Eso es lo que hay que desmontar", decía en una reunión en el mes de febrero la milit empresario imputado en la Audiencia Nacional en una causa sobre fraude en el sector de los hidrocarburos. directamente con Cerdán, con Santos Cerdán, y directamente con Leire. Además hay muy poca gente adicional que tenga la información, y así seguirá", dice Pérez Dolset en un extracto de 14 segundos de una conversación con un periodista deEl Confidencial.
¿Quién es Leire Díez?
Militante del PSOE y, hasta hace poco, con cargos en empresas públicas
Desde el inicio, el PSOE se ha desmarcado de Leire Díez, una militante del partido que fue teniente de alcaldía en un pequeño municipio de Cantabria, Vega de Pas, entre 2011 y 2014, y que colaboró con la candidatura de Sánchez en las primarias del partido en 2014 y El País. Recientemente, ha ocupado cargos en las empresas públicas Enusa y Correos. Oficialmente, tanto la formación como ella afirmaron que Díez no está actuando en nombre del partido, que argumentó que está escribiendo un libro de investigación sobre las actividades de la UCO. Pese a las dudas iniciales y frente a la presión de cargos y diputados del partido, Ferraz acabó abriendo este miércoles un expediente informativo sobre los hechos, pero sin medidas cautelares para Díez. El partido quiere escuchar el audio entero para comprobar si la militante afirma actuar en nombre del PSOE y, de momento, se centra en denunciar el "daño reputacional" que dice sufrir por el hecho de que los medios estén dando por hecho que Díez es una "fontanera" del PSOE.
Los objetivos: Antonio Balas y Juan Vicente Bonilla
Un ex alto cargo del UCO fichado por Ayuso, en el origen del caso Koldo
Algunos de los nombres que en este encuentro se ponen sobre la mesa son el del teniente coronel Antonio Balas, actual jefe de delincuencia económica de la UCO, y el del capitán Juan Vicente Bonilla. Este segundo fue el responsable de fuentes humanas de la UCO hasta que en octubre de 2023 se incorporó a la gerencia de seguridad corporativa del servicio madrileño de salud, en el gobierno de Isabel Díaz Ayuso. El ARA ha tenido acceso a unos whatsapps que Bonilla se envió durante los años 2020 y 2021 con el empresario José Luis Caramés, investigado en otra causa sobre fraude en el sector de los hidrocarburos.
Bonilla: "¿De qué quieres hablar?"
Caramés: "Sobre Koldo. ¿Te suena? [...] Mano derecha de los que rompen [...]. Esto es delicadísimo".
Ya el 5 de abril del 2021, Bonilla, que en el WhatsApp utiliza el apodo de Roberto Alcázar, es informado de presuntas actividades ilícitas del ex asesor de José Luis Ábalos. Un año después, en marzo del 2022, el número 2 del PP de Madrid presenta una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción sobre presuntas irregularidades en la contratación de material sanitario, lo que acaba desembocando en la querella del ministerio público contra Koldo García y algunos empresarios como Víctor de Aldama.
Posteriormente, la causa también se dirigirá contra Ábalos. De hecho, el exministro de Transportes reclamó desde el principio de su imputación la nulidad de la causa por irregularidades en el procedimiento y solicitó al Tribunal Supremo que este capitán de la Guardia Civil comparezca como testigo. La sospecha es que la UCO ha utilizado como cajón de sastre una causa madre del año 2019 y la información que ha ido obteniendo la ha utilizado para abrir otras nuevas, hasta llegar al caso Ábalos. El hecho de que Bonilla haya terminado trabajando para Ayuso ha alimentado la suspicacia de que el PP de Madrid tuviera información privilegiada durante este tiempo, sobre todo viendo la orientación ideológica de este capitán de la Guardia Civil y su confidente. Esto se decían el mismo día que pusieron el nombre de Koldo sobre la mesa.
Bonilla: "Es lo que quieren estos rojomorados. Que nos mate el aburrimiento".
Caramés: "A estos los mataremos nosotros. Ya te lo contaré cuando te vea".
Los equilibrios del PSOE
El riesgo de maniobrar contra la UCO
Una de las tesis de las que sostiene que Leire Díez y Pérez Dolset no actuaban en nombre del PSOE en aquella reunión de febrero en la que buscaban trapos sucios sobre cargos de la UCO es que, en tres meses, nada se ha logrado. Si hubiera una operación del gobierno español contra esta unidad de la Guardia Civil, ¿por qué siguen ahí?, se preguntan fuentes implicadas en la guerra contra la UCO por la vía de los tribunales. Lo que es seguro es que Grande-Marlaska no se ha atrevido a meter mano por la vía orgánica, es decir, cambiando a las personas responsables en determinados lugares. En su momento destituyó a Manuel Sánchez Corbí como jefe de la UCO en el 2018 ya Diego Pérez de los Cobos como jefe de la comandancia de Madrid en el 2020, pero con un desgaste muy elevado por la injerencia política. De hecho, el martes defendía en rueda de prensa desde la Moncloa esta unidad de la Guardia Civil.
Las preguntas y especulaciones durante esta semana son muchas, pero Sánchez se mantiene en silencio. Algunas personas, como Leire Díez y Pérez Dolset, evidencian unos intereses que coinciden con los que podría tener el líder del PSOE, impulsor del concepto máquina del barro. Consiste en que entidades de extrema derecha presentan denuncias contra el entorno del gobierno español con la complicidad de medios de comunicación afines y, en algunos casos, de estamentos judiciales como el magistrado Juan Carlos Peinado. Una maquinaria que Sánchez atribuye a Ayuso, su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, y elQuien pueda hacer que haya" del expresidente José María Aznar.
Mientras tanto, el número 2 de Marlaska, Rafael Pérez, dimitió el martes alegando "motivos personales" –su relevo es Aina Calvo, exalcaldesa de Palma– La renuncia coincide con la constatación de que hay una unidad en la Guá Sánchez y ciertas personas –vinculadas o no al PSOE– que buscan paños sucios para cargarse a sus responsables y desactivar así los procedimientos judiciales.