Dimite en bloque el gobierno del Consejo de la República, que hasta ahora presidía Puigdemont
El lunes se cesaron todos los miembros del ejecutivo en un contexto en el que Puigdemont vuelve a ser presidente de Junts i Comín está señalado por la gestión de las cuentas
BarcelonaEl Consejo de la República pasa una época complicada y no sólo porque la independencia se haya alejado como objetivo a corto plazo, con Salvador Illa presidiendo el país y sin mayoría soberanista en el Parlament. Más allá del contexto político adverso, son las crisis internas las que comienzan a multiplicarse. Fruto de esta inestabilidad, los miembros del gobierno de la organización en el exilio, que hasta ahora presidía Carles Puigdemont, han dimitido en bloque, dando paso a una forzosa convocatoria de elecciones. En un comunicado público, el Consell explica que el cese se produjo este lunes y que ahora quiere "blindar al máximo la independencia y transversalidad" del ente una vez Puigdemont vuelve a ser el máximo dirigente de Junts y renuncia a estar a la cabeza de la entidad –al revés de lo que hizo en el 2022, cuando dejó la presidencia de Junts para centrarse en el Consell. En el mismo documento, los hasta ahora miembros del ejecutivo garantizan que sus decisiones "se toman con total libertad en relación a las estrategias partidistas".
El retorno de el expresidente de la Generalitat en el liderazgo de los junteros ha sido determinante, pero fuentes consultadas del Consell aseguran que también ha contribuido a ello el clima de acusaciones de mala gestión financiera del vicepresidente de la asociación, Toni Comín. Apuntan que el "ruido" que ha generado este asunto también ha empujado, si bien la decisión ya estaba cocinándose en octubre por las circunstancias políticas en el Principado y el papel de Puigdemont. La auditoría que señala "irregularidades" contables en la gestión de Comín, que avanzó El Mundo ya la que accedió el ARA, ponía en cuestión unos gastos por valor de 15.000 euros que "no se pueden procesar según la normativa belga", aunque Comín rechazó la acusación y negó que fueran gastos personales. En cualquier caso, la auditoría provocó que se le quitara el control exclusivo de las finanzas. En el comunicado de este miércoles también se menciona "la necesidad de auditar la actividad y gestión del Consell" y "seguir las recomendaciones de mejora". Hasta las elecciones, será una gestora quien "liderará la transición" y quien fijará la fecha y el procedimiento electoral, que permitirá abrir una nueva etapa.
Cambio de etapa
No hace ni ocho meses fueron designados los nuevos miembros del gobierno del Consejo, en una remodelación que debía servir para relanzar el proyecto para recosir el independentismo y contribuir a hacer "maravillas" como el 1-O otra vez. Pero el movimiento de Puigdemont para presidir Junts y las dudas de la gestión económica de Comín, hasta ahora el número dos de la entidad, han sido elementos clave. La apelación a la "transversalidad" que hace el Consell se hace asumiendo implícitamente que había mermado. Precisamente la falta de diversidad ideológica, que ha sido el reproche desde el inicio de los otros partidos independentistas, se ha evidenciado orgánicamente por el peso de numerosos miembros del ejecutivo del Consell dentro de Junts: Puigdemont preside los junteros; el portavoz del ente, Toni Castellà, es vicepresidente de la formación; la entidad tiene como vicepresidente al eurodiputado juntero Toni Comín; y el diputado del mismo partido Lluís Puig también está en la cúpula.
Esto ha acabado de urgir la necesidad de ampliar el abanico político, según las fuentes consultadas. El paso junto al expresidente catalán supone un cambio destacado: por primera vez se desentiende de la dirección del órgano que él mismo había creado en el 2018 para dar voz a la causa independentista catalana desde el exilio. La reconfiguración que desencadene abrirá un escenario inédito en el que habrá que decidir qué papel juegan los exiliados y si participan en la cúpula de alguna manera, sobre todo en lo que se refiere a Puigdemont. El hecho de que siempre hayan sido miembros invitados puede abrir varios escenarios, como que sean miembros de honor o desarrollen algún papel de apoyo. Por otra parte, el Consejo se conjura para "adaptarse a la nueva realidad" teniendo en cuenta que la cúpula cree que el ente "es más necesario que nunca" y debe "seguir trabajando en la unidad de base y para mantener la vigencia del mandato del referendo del 1 de octubre".