La gobernabilidad del Estado

Los socios acorralan a Sánchez por los impuestos

La votación de la directiva europea y las nuevas medidas fiscales se aplaza hasta el lunes de la próxima semana

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en una imagen reciente.

MadridEl gobierno español negociaba in extremis con los socios de investidura para intentar salvar la reforma fiscal y la transposición europea de un tipo mínimo del 15% del impuesto de sociedades que debía votarse esta tarde en la comisión de Hacienda del Congreso. Pero ha preferido aplazar otra vez -ya lo hizo el lunes- la sesión y darse más margen. La fragilidad de Pedro Sánchez vuelve a ponerse de manifiesto en la Cámara Baja. Ahora, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (PSOE), tendrá hasta el lunes de la próxima semana para ligar los votos de los socios de investidura e intentar salvar tanto la iniciativa europea, como el nuevo paquete fiscal.

A lo largo de la mañana de este jueves, las conversaciones se han mantenido abiertas con ERC, EH Bildu y Podemos, los partidos con los que hasta ahora no se ha alcanzado un acuerdo. Ninguna de estas formaciones ve con buenos ojos la reforma fiscal que ambos miembros del gobierno español, PSOE y Sumar, han acordado. Tampoco ven bien los acuerdos de los socialistas con Junts y con el PNV. La razón principal es la exclusión del impuesto extraordinario en el sector energético, una medida que las formaciones de izquierda quieren que se incluya en la reforma. "No es aceptable votar enmiendas que dan por perdido el impuesto a las energéticas", apuntaban fuentes de ERC en el Congreso este jueves por la mañana. Asimismo, desde Junts cierran la puerta a apoyar cuestiones que salgan de lo que han negociado con el PSOE. Esto sitúa en el punto de mira el cambio fiscal sobre las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (Socimis), pero también sobre los seguros privados de salud, cuestiones que el PSOE ha negociado con Sumar.

Durante un rato este laberinto ha abierto otra puerta: salvar sólo el proyecto de ley con la directiva europea, la norma escogida por el ejecutivo español para incluir el paquete fiscal en forma de enmiendas. Quien primero ha planteado esta opción ha sido el PNV. Sin embargo, después se ha visto reforzada por el PP. Fuentes de los populares en el Congreso confirman que votarían "sólo" a aquellos cambios que vienen impuestos por Europa, "como es el caso de la transposición sobre el tipo mínimo en sociedades", afirman. Ahora bien, descartan apoyar la reforma fiscal propuesta por el ejecutivo. Fuentes de Junts, sin embargo, descartan la opción. Para los junteros, la directiva europea debe ir de la mano de las enmiendas que han pactado con el PSOE, si no, no votarán a favor.

El movimiento de los populares de intentar salvar a Pedro Sánchez es visto como un "regalo envenenado" desde el PNV, sobre todo en un momento en que el ejecutivo tiene intención de aprobar diferentes iniciativas con los socios de investidura, empezando por nuevos presupuestos en el Estado. Además, desde la cartera que pilota María Jesús Montero no quiere echar la toalla: "La idea es rescatar alguna enmienda", defienden fuentes de Hacienda. Hay que tener en cuenta que para el gobierno español salvar la reforma fiscal supondría cumplir uno de los compromisos con Bruselas para recibir el quinto pago de los fondos europeos antipandemia.

¿Precedente de los presupuestos?

La complejidad para cerrar una reforma como ésta pone sobre la mesa que difícil puede ser para el PSOE alcanzar un consenso dentro del bloque de investidura para nuevos presupuestos generales del Estado. De hecho, antes de esa carpeta de los presupuestos el ejecutivo de Pedro Sánchez tendrá que cerrar la del camino de estabilidad. Los objetivos de déficit y deuda descarrilaron por el no a última hora de Juntos, lo que supuso una dura derrota de Sánchez en el Congreso. Aunque la negociación ha avanzado, no se prevé que se llegue a buen puerto hasta después del congreso que tiene ERC a finales de noviembre. Lo cierto es que los republicanos también han querido marcar perfil propio después de ver que el PSOE se abría a negociar bilateralmente con los de Carles Puigdemont.

stats