El Govern cambia de 'color' en plena legislatura

Esquerra busca marcar un cambio de ciclo comunicativo en el Palau de la Generalitat

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La portavoz, Patrícia Plaja, con el nuevo blanco de la sala de prensa.

BarcelonaSense necesidad que haya unas elecciones anticipadas o una moción de censura, el Govern ha cambiado de color. No de color político, sino corporativo. Los más observadores deben de haber notado que desde hace dos semanas la sala de prensa del Palau de la Generalitat ha registrado una mutación notable: el color azul predominante los últimos 11 años, desde que Artur Mas asumió la presidencia, se ha sustituido por el blanco. Forma parte de un conjunto de retoques, en el fondo y en la forma, que ha querido introducir Esquerra desde que el mayo pasado es la nueva inquilina del Palau de la Generalitat.

Desde la retirada de Jordi Pujol en 2003, ERC es el partido que ha estado más años en el Govern. Los siete de tripartito (2003-2010) y los cinco con CDC y las formaciones que le han sucedido (2016-2021). Desde el 14-F, sin embargo, por primera vez los republicanos mandan en palacio, territorio que les había estado vetado hasta entonces. El cambio de color corporativo es una señal buscada para hacer notar este cambio de guardia. Desde la Generalitat explican que se persigue escenificar un "cambio de etapa" con un blanco que quiere transmitir "modernidad, transparencia y solvencia". Además, el azul anterior y su tonalidad habían dado más de un problema a los periodistas gráficos.

El cambio de color ya estuvo precedido por el cambio de la figura de portavoz a principios de mandato. Se optó por un perfil profesional, la periodista Patrícia Plaja, y se dejó atrás la figura del político por la cual se había optado en anteriores legislaturas (Meritxell Budó, Elsa Artadi, Neus Munté, Jordi Turull y Francesc Homs). Y habrá más novedades, apuntan desde el Palau, como por ejemplo en las webs, los logos de las redes institucionales –también se ha estrenado perfil del Govern en Instagram– y las salas de prensa de los departamentos. Aquí también irrumpirá el blanco.

Imagen de Mertixell Budó cuando era portavoz y el azul predominaba en la sala.

Las novedades han generado un cierto debate, sobre todo en el ámbito de la comunicación política. Por ejemplo, el ex director general de Comunicación de la Generalitat e impulsor del color azul que ahora ha quedado sustituido, Jordi Cuminal, protestaba recientemente en Twitter y reivindicaba el color de la época de CiU como el de "la mayoría de gobiernos europeos". "Parece que hay nuevas tendencias", ironizaba con una foto de la sala de prensa de la Moncloa, de un color blanco que, ciertamente, recuerda el de la Generalitat. Pero desde el Palau contraatacan con otras imágenes de líderes mundiales como Emmanuel Macron, Angela Merkel o Ursula von der Leyen con el blanco también de tonalidad corporativa en algunas de sus comparecencias. "CiU lo cambió con la llegada de Mas para demostrar el cambio respecto al tripartito, y ahora se hace de nuevo", argumentan. El tripartito también había puesto su sello previamente con un amarillo-naranja pastel completamente diferente.

Estrategia

Detrás de estos cambios hay toda una estrategia, según apuntan los expertos. El profesor de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y codirector del máster de comunicación política Carles Pont expone que un gobierno puede evidenciar un cambio de etapa fundamentalmente de dos maneras: "Una es cómo gestionas y la otra es cómo comunicas". Sobre la segunda, hace un símil con el fútbol. "En el Barça siempre tienes el mismo escudo y la misma bandera, pero para vender camisetas la cambian cada año", expone. En la Generalitat pasa lo mismo: la senyera no varía ni el escudo tampoco, pero se puede jugar con otros muchos elementos. "Es habitual, tiene sentido y se hace para desmarcarse del gobierno anterior", expone.

En la época del tripartito el color predominante era este amarillo-naranja pastel.

Pont asegura que en comunicación política está todo pensado, "desde la corbata hasta los zapatos y el color corporativo". Sobre el nuevo blanco que predomina en la Generalitat, considera que busca simbolizar "transparencia y nitidez", a pesar de que también tiene contraindicaciones: "Una de ellas es que se ensucia más". Aquí también hay modas: "Ha habido un cierto cansancio del azul, que también es uno de los colores que comunica mejor porque indica imparcialidad y distancia institucional". Pero para Pont uno de los cambios más sustanciales es la adopción de la figura de una portavoz profesional: "Es una de las cosas que llaman más la atención. Tiene sus riesgos, pero es una apuesta innovadora", concluye.

Para el profesor de comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Lluís Pastor, existe actualmente una "confluencia" de los gobiernos occidentales en profesionalizar la figura del portavoz. Para él esto rompe la relación habitual "de amor-odio" entre el periodista y el político, puesto que los periodistas identifican a la portavoz "como uno de suyos". Como todo, tiene sus bondades y sus peligros. "Cuando ponemos una figura bisagra, a veces puede tener falta de información, porque no está en las reuniones del Govern. No está en las discusiones, pero tendrá más control sobre lo que dice", concluye.

Pastor explica que los cambios son constantes y que todos los gobiernos se reinventan. Por ejemplo, recuerda cómo en tiempos del tripartito el portavoz de turno salía sentado detrás de una mesa, para él una cosa inconcebible en los tiempos que corren. "Con mesa delante podría ser la reunión de cualquier empresa. En cambio, mostrar al máximo el cuerpo es transparencia y apertura", resume.

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