El Govern pretende presentar el Acuerdo por la Autodeterminación antes de la próxima mesa de diálogo

Hace meses que avanza lentamente, con pocas reuniones y sin limar diferencias con partidos y entidades

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David Fernàndez y Carme Forcadell en una imagen de archivo

BarcelonaAhora hace 342 días ERC ya lo dejaba entrever en su programa electoral: proponía "tejer grandes alianzas para representar los grandes consensos del país", como "la fin de la represión o la autodeterminación". Dos meses después, el preacuerdo entre los republicanos y la CUP ya le ponía nombre: "Acuerdo Nacional por la Amnistía y la Autodeterminación". Pasó otro mes hasta que Junts y ERC ratificaron la iniciativa en su propio pacto. Escrito en los dos documentos que lo han hecho president, Pere Aragonès lo reafirmó en la investidura, y marcó una fecha: antes de la primera reunión de la mesa de diálogo. Pero entre las reticencias de algunos partidos y entidades y las disputas internas entre socios de Govern, desde el primer momento todo fue más lento de lo que él habría querido. No había acuerdo cuando el 15 de septiembre se encontraron las delegaciones española y catalana en el Palau de la Generalitat y, a pesar de que todavía no lo hay, fuentes del ejecutivo explican al ARA que la intención es presentarlo antes de la próxima reunión de la mesa de diálogo, sin fecha concreta a pesar de que se había previsto para principios de este 2022.

Fue también en septiembre cuando ERC, Junts y la CUP propusieron dos miembros cada uno para formar parte del grupo promotor del acuerdo, que tal como avanzó el ARA encabezan David Fernàndez, Marina Geli, Quim Forn, Carme Forcadell y dos personas más que no se han hecho públicas. El 29 de octubre se reunió por primera vez el grupo y el ejecutivo aseguró que en dos semanas todo sería oficial. Han pasado 2 meses y 9 días de aquella promesa y, de momento, sindicados, partidos y entidades están en el mismo punto que hace meses: a la espera de que los llamen.

Los miembros del grupo promotor se van reuniendo periódicamente y son ellos los que, de momento, han preferido no hacer presentaciones. "No podemos volver a generar frustración, no puede ser un simple manifiesto", afirman fuentes de la iniciativa, que apuestan por sumar a una veintena o una treintena de personas más al acuerdo antes de salir a hablar en el atril. "Somos los promotores de los promotores", insiste otra voz. El objetivo de la espera, dicen, es que quieren salir con "solvencia", y entre sus planes hay hacer una presentación durante el mes de enero, una acción que el Govern liga a la mesa de diálogo. El ejecutivo, de hecho, acepta que tenían en la cabeza un proceso más rápido. El objetivo de todo es que varias entidades, sindicados, partidos y personalidades se vayan sumando a un acuerdo abierto y sostenido en el tiempo.

En las últimas semanas se ha empezado con la tarea de convencer a nuevas incorporaciones. Según apuntan fuentes de la iniciativa, en un principio tuvieron poco apoyo técnico y no siempre han podido estar todos en los encuentros. Argumentan que esto ha provocado que todo fuera más lento, y ahora David Fernàndez se dedicará a ello a tiempo completo. Aún así, la mayoría de entidades y partidos del entorno soberanista niegan que alguien se haya puesto en contacto con ellos. El PDECat, la AMI, la ACM, UGT, los comuns o Sobiranistes son algunas de las organizaciones que no saben nada. Tampoco la ANC ha recibido ninguna propuesta formal: Fernàndez pidió una reunión con Elisenda Paluzie el 17 de noviembre que no se pudo hacer por tema de agendas. Paluzie, según fuentes consultadas por el ARA, pidió a Fernàndez que propusiera una nueva fecha, pero todavía no se han encontrado. La Assemblea, de hecho, es una entidad que todavía no tiene claro si se sumará al acuerdo, y voces de la ANC aseguran que, cuando sepan en qué consiste la propuesta, lo tendrá que valorar la dirección y, si hace falta, llevarlo a los socios.

Una situación parecida vivió el presidente de la AMI, Jordi Gaseni, que a mediados de julio se reunió con Aragonès, que le transmitió la necesidad de que la entidad fuera al acuerdo nacional. Casi medio año después, la AMI no tiene ninguna noticia de ello. De momento, la única organización que el ARA ha podido saber que ha recibido una invitación es Comisiones Obreras, que poco después de que se hiciese pública la iniciativa este diario ya explicó que no se sumaría a ello. Según fuentes del sindicato, ahora hace unos días –en medio de las vacaciones de Navidad– su secretario general, Javier Pacheco, recibió en el correo personal –no en el del trabajo– una carta del acuerdo nacional en la que proponían a CCOO que se sumara al grupo promotor. El correo no estaba firmado por los seis miembros coordinadores, sino solo por los cuatro que han trascendido públicamente.

Primero las personalidades

La justificación del grupo promotor ante este hecho es que, en primer lugar, han contactado con personalidades individuales y después pasarán a hablar con las entidades. Paralelamente, fuentes del grupo apuntan que ya se ha consensuado un documento base. "Es clarito", y puntualizan que no es a favor de la independencia, sino a favor de la autodeterminación y la amnistía. Este es el principal consenso que quiere reflejar el acuerdo, también con sus integrantes, a pesar de que de momento los que se conocen son todos independentistas. Además de esto, si en 2014 se consiguió sumar a entidades, sindicatos e incluso patronales en el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, las diferentes posturas ahora han variado. Empezando por CCOO, que aboga por una solución institucional, pasando por la ANC, con una apuesta más por la ruptura que por el diálogo, y acabando con los comuns, que no priorizarán el referéndum a la mesa de diálogo entre Generalitat y Estado. Sea como sea, las organizaciones que todavía no se han posicionado esperan que se les traslade toda la información.

Con todo, el acuerdo tiene varios antecedentes a seguir. Primero, el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, que fue consensuado en el acuerdo de gobernabilidad entre ERC y CiU en 2013 y seis meses más tarde ya se reunía en el Parlament con una cuarentena de entidades y partidos impulsores. No se reunió más de cuatro veces y se acabó agrietando con las elecciones plebiscitarias. En el mismo lugar –el auditorio del Parlament–, pero dos años más tarde, se reunió el Pacto Nacional por el Referéndum que propuso Carles Puigdemont –cuando lo anunció, a diferencia de ahora, ya presentó también al equipo que lo pilotaría–. Las dos iniciativas tuvieron el apoyo de los comuns, CCOO y UGT y, evidentemente, de las entidades soberanistas. Ahora, el Govern quiere distanciarse de estos antecedentes, afirmando que irá mucho más allá de una foto y acompañará a la mesa de diálogo. De momento, sin embargo, el acuerdo avanza más lentamente y con menos apoyos que sus predecesores.

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