¿Han fumado alguna vez marihuana? ¿Se saben las capitales de las comarcas? ¿Y los ordinales? Retrato robot (y desenfadado) de los candidatos

Barcelona“Vigésimo sexto”, responde el candidato de ERC, Pere Aragonès, cuando en el test rápido del ARA le preguntan, en catalàn, como se llama quincuagésimo sexto en castellano. Lo dice convencido y cuando le chivan la respuesta se da cuenta de su error y sonríe. Él es la cabeza de lista que más se aleja de la cifra correcta, pero no tiene que sufrir. Sus principales rivales en las urnas tampoco lo aciertan. Ni el presidenciable del PSC, Salvador Illa, sabe como se llama 78 en castellano ni su homóloga en JxCat, Laura Borràs, 58. La cupaire Dolors Sabater se la juega, improvisando como ha hecho en algunos momentos esta campaña, y dice “veintiseavo” cuando lo instan a decir 26. El consejo político del diario la rectifica.   

Con el interrogante de si lo acertaría el popular Alejandro Fernàndez –el único candidato que no ha participado en el test por cuestiones de agenda–, el resto sí que pasan el corte. Y esto que a la candidata de los comunes, Jéssica Albiach, le toca “la gorda” con el 92. Tampoco se equivocan la cabeza de lista del PDECat, Àngels Chacón, o el de Cs, Carlos Carrizosa, para decir correctamente 23 y 76. No revelamos como se dicen, por si el lector lo quiere intentar. 

Los candidatos tampoco van sobrados de geografía catalana. Sorprende, cuanto menos, viendo su rendimiento académico, que se gestó en centros privados y concertados. Todos ellos sacaron entre notable y excelente en la selectividad, con la excepción de Carrizosa, que no pasó del aprobado con un 5,5. Laura Borràs obtuvo la nota más alta con un 9,7, pero Salvador Illa tampoco se quedó atrás con un 9 “y pico” o Pere Aragonès con un 8,6. Dolors Sabater también entró en la universidad con un “notable alto”, más o menos como Àngels Chacón con un 7,8 o Jéssica Albiach con un 7. 

A pesar de estas notas brillantes, a muchos los convendría irse de ruta con Quim Masferrer. Básicamente porque no conocen las capitales de las comarcas del país que quieren representar. Borràs asegura que Sort es la capital del Alta Ribagorça, Sabater desconoce la del Pallars Jussà y Carrizosa la de la Terra Alta. Illa también duda unos segundos con la de la Ribera d'Ebre, pero lo consigue sin necesidad del comodín de su asesor.

La mitad han fumado marihuana

“Me pillas dormida”, rebate Borràs para justificarse. Lo que es evidente es que no es un problema de falta de memoria fruto del consumo de cannabis. Ninguno de ellos dice que haya fumado marihuana últimamente. Albiach deja entrever, sin embargo, que la pandemia también ha acabado con los placeres que ya evocaba Baudelaire: “Esta época cerrada no”, contesta. Aragonès y Carrizosa son los otras cabezas de lista que confiesan haber fumado, pero con una sonrisa pícara alegan haberlo hecho cuando tenían más pelo. Sea como fuere, las preguntas sobre sus ciudades o clubes preferidos sin respuesta adecuada son las que más les incomodan.

Forofos descontentos

Es el caso de Sabater, que no recuerda el año que la Penya ganó su primera y única Copa de Europa con un triple de Corny Thompson que los badaloneses todavía tienen muy presente. “¿En 1998? ¿En 97, tampoco? ¿99? ¿96? Iba a decir 94, pero como lo celebramos cuando era alcaldesa me he confundido”, se intenta justificar Sabater, que debe respirar aliviada pensando que no se presenta a las municipales sino al Parlament. Más sincero se muestra Illa cuando admite que no recuerda que el 2006 fue el año en que el Espanyol, su equipo, ganó la última Copa del Rey. El candidato socialista también demuestra que su apuesta por el reencuentro es franca. “¿Maragall o Montilla? Los dos”, señala impertérrito.

Josep Benet, en cambio, no es un referente para Albiach, que no sabe que fue el candidato del PSUC a las primeras elecciones desde la restauración de la democracia. Más lógico seria que no lo fuera Josep Borrell, que Chacón no sabe que es el alto representante de la UE para Asuntos exteriores y Política de Seguridad. Al exministro de Exteriores, azote del independentismo, seguro que no le hace gracia que se olviden de él. Aunque el descuido venga del PDECat.