La incomodidad de Cs con Vox crece en Catalunya

BarcelonaLa incomodidad de Ciudadanos hacia Vox ha ido creciendo en Catalunya. La formación naranja, que en 2017 abanderaba el tono más duro contra el independentismo, tiene complicado ahora encontrar su espacio, con solo seis diputados y por detrás del partido de extrema derecha mientras este va ganando terreno en la calle. Después de la derrota electoral del 10-N, Inés Arrimadas se esfuerza por situarse como formación liberal y centrista en el Estado, una apuesta que también está haciendo en el Parlament, donde la figura más moderada de Nacho Martín Blanco ha ido ganando peso. Pero ¿cómo se puede conjugar esto con la batalla para liderar el antiindependentismo en Catalunya?

Vox dejó claro que no se dejaría comandar por Cs cuando plantó la convocatoria que los naranjas hicieron en junio en Barcelona contra los indultos: sí fueron el PP y Sociedad Civil Catalana (SCC), pero aún así la concentración no consiguió reunir a más de 300 personas. En el caso de la manifestación en la Plaza Colón de Madrid, Cs y el PP evitaron la fotografía de la triple derecha para la que en 2019 sí había posado Albert Rivera. Y el pasado 12 de octubre, Día de la Hispanidad, fue Cs quien optó por abstenerse de estar en la cabecera de la manifestación convocada por Cataluña Suma y evitar así aparecer en la foto con Vox y el PP, que participó con el concejal Josep Bou y el secretario general del partido, Santi Rodríguez.

Esta decisión de Cs, coordinada con la ejecutiva de Madrid, no estuvo exenta de críticas, tanto de los organizadores de la concentración como provenientes del propio partido, puesto que algunos no entendieron la ausencia. Las fuentes de la cúpula consultadas, sin embargo, se reafirman en la decisión. Argumentan que hay que “marcar perfil propio”. “Tenemos que ser nosotros mismos”, aseguran, y la versión oficial es que no tenía nada que ver con Vox sino con la voluntad de hacer su “propia aproximación” a la Hispanidad. Es por eso que estuvieron en su carpa y el día antes convocaron un acto de partido. Con todo, otras fuentes señalan que la presencia del partido de extrema derecha también fue un elemento que tuvieron en cuenta: “No las teníamos todas, con Vox no siempre tienes garantías de que no hagan una barbaridad”.

Los dos partidos comparten bolsa electoral en cuanto al discurso unionista, y es por eso que Cs ha buscado distanciarse de Vox remarcando sus diferencias en el discurso social en el Parlament. Cs ha rechazado formar parte del cordón sanitario contra Vox, pero diputados como Martín Blanco han hecho intervenciones contra las proclamas antiinmigración del partido de extrema derecha. Además, la semana pasada el líder del grupo, Carlos Carrizosa, cargó en rueda de prensa contra el discurso de Vox, que consideró “absolutamente comparable con los de la extrema derecha o del populismo de derechas en algunos de sus aspectos”, a diferencia de otras ocasiones en las que Cs había evitado usar la etiqueta extrema derecha.

A ver quién es más duro

“En temas sociales son del año de la pera e incluso parece que sobreactúan”, asegura una fuente naranja, que considera que incluso en la cuestión antiindependentista Vox “mata moscas a cañonazos”. De hecho, en el último pleno los de Ignacio Garriga votaron contra una propuesta de Cs para “elaborar un plan nacional de lenguas” porque la consideraban demasiado poco contundente. Si Cs defendía que se reconociera el castellano como lengua propia de muchos ciudadanos de Catalunya, Vox no acepta que “se afirme que el español no es la lengua propia de una parte de los españoles”. “Esto no es una competición para ver quién es más duro”, lamenta una voz naranja. Ha habido más votaciones en las que los dos partidos han evidenciado sus diferencias. La pugna está abierta.