Independentismo

Cuando el independentismo cogió las armas comandado por Macià

Hace un siglo el histórico presidente de la Generalitat protagonizó una insurrección militar para liberar a Catalunya

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Francesc Macià en 1931

Prados de MollóHace casi un siglo que Francesc Macià capitaneó un intento de insurrección armada por liberar a Catalunya, cuando estaba bajo el yugo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Un intento que salió de su particular cuartel general, situado en Prats de Molló (Vallespir), en el que reclutó a más de un centenar de hombres armados hasta los dientes para proclamar la república y en la que esperaba tener el acompañamiento del pueblo catalán, con un descenso de las tropas desde la Catalunya Nord hasta Olot. Pero nunca llegó a producirse debido a la traición de uno de los reclutas forasteros. Este episodio sucedido en 1926 se fue incubando hasta dos años antes y ha tenido su conmemoración particular por parte de la Universidad Catalana de Verano (UCE).

Desde el Fogar Rural de Prats de Molló para acabar en la Casa Macià, comprada por un empresario soberanista hace cuatro años, han conmemorado este martes lo que fue una tentativa de levantamiento militar patriótico que sirvió para "internacionalizar" la causa catalana a través del juicio contra Macià desde Francia. Y también para que se convirtiera en un "héroe nacional", que pasaría a liderar el republicanismo catalanista.

El historiador Fermí Rubiralta ha asegurado en el acto lo clave que Macià optara en ese momento por "la estrategia político-militar" como la irlandesa tras la fundación de Estat Català, "muy acostumbrado a la lucha" clandestina". Por eso, apunta que se adaptó mejor en un contexto de dictadura. Rubiralta explica que "sus guerrillas, la militancia, se desarrollaron como la espuma y se radicalizaron". Así, "lo que empezó como actos de propaganda, bombas fétidas contra algunos anticatalanes o dar alguna paliza a algún vicario que predicaba en castellano, acabó con el complot del Garraf". Una conspiración que fue un intento de atentado contra el rey Alfonso XIII en mayo de 1925.

La visita a la Casa Macià después del acto organizado por la Universidad Catalana de Verano.

En todo ese periodo "se va incubando la insurrección armada para proclamar la república catalana", pero un sector aliado de Macià que encabeza Daniel Cardona critica la alianza con las fuerzas españolas del presidente. Un entendimiento que acabó siendo con la CNT, que tenía previsto convocar una huelga general aprovechando la incursión armada. "Se pensaba en una entrada simbólica en el país, coincidiendo con una huelga revolucionaria de la CNT y un levantamiento de algunas guarniciones militares para derribar el sistema o desequilibrarlo", según ha explicado el párroco de la UCE, Jordi Casassas. Sin embargo, un plan que tenía una gran fisura en las personas que lo conocían: Macià no contaba que uno de los soldados, Ricotti Garibaldi, era un agente secreto de Benito Mussolini que delató el plan a la policía española. El resultado fue 129 personas detenidas, entre ellas el propio Macià desde la cama de su cuartel general pero con un arma en la mano.

¿Pero por qué se hizo tan famoso a raíz de estos hechos? Según Rubiralta, por "el enfrentamiento" entre Francia e Italia, porque al gobierno francés le interesó esbombar los hechos para destacar el papel de un agente fascista encubierto. Si la insurrección acababa fracasando también había un plan de fuga, cogiendo el ejemplo de las carlinadas: pasar el invierno en las Guilleries. Macià, que en el juicio en París se inculpó como el único responsable, le pasó en prisión, condenado como Garibaldi a seis meses de internamiento.

Proyección y toma de conciencia

"Si quieren hacer paralelismos con la actualidad, lo importante es que indiscutiblemente de todo esto se saca una lección evidente: un único personaje en un momento determinado consigue aglutinar en su entorno una olla de grillos que se llama catalanismo en fin y efecto de sacar adelante una reivindicación del autogobierno". Éste es el análisis del diputado de Junts Agustí Colomines. Y la clave es que convirtió hechos que algunos podían considerar "extemporáneos o extremistas" "en la gran plataforma para exponer la causa catalana". Una vía de "internacionalización" muy potente que también ha valorado el exconseller Lluís Puig desde la Casa Macià, a punto de ser restaurada para convertirse en un referente de memoria histórica.

Evidentemente, el caso de Macià es el máximo exponente de toma de conciencia de un catalán que era militar, pero se dio cuenta de la reivindicación nacional del país. "Macià no toma la vía institucional, de hacer país como Acció Catalana", recuerda Colomines, aunque después modularía su pensamiento. Una cuestión que remarca el juntario es que "intenta enlazar la causa catalana con una causa europea a favor de la democracia ya favor de los pueblos, lo que hace más original al presidente Macià". "Queremos destruir la monarquía española, siempre enemiga de Francia", vendió Macià al mundo.

En este sentido, Prats de Molló es un símbolo de la toma de conciencia nacional de Catalunya y la antesala del paso adelante que daría el catalanismo en los próximos años, bajo el claro liderazgo de Macià, que logró forjar Esquerra Republicana de Cataluña.

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