El independentismo cuestiona la credibilidad del espionaje contra Sánchez y Robles
ERC, Junts y la CUP lo consideran una "cortina de humo" para tapar el Catalangate
BarcelonaDos semanas después de que estallara el Catalangate, el independentismo no se acaba de creer que el presidente Pedro Sánchez y la ministra Margarita Robles también hayan podido ser víctimas de espionaje. "Es evidente que podría ser una cortina de humo", ha dicho este lunes el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras. Una cortina de humo, a parecer suyo, para tapar el Catalangate y para que el gobierno español siga sin dar explicaciones convincentes sobre el origen del espionaje al independentismo. Esta vez no ha habido matices entre partidos soberanistas: JxCat y la CUP también han cuestionado la credibilidad de la denuncia del gobierno español.
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha apuntado en la misma dirección considerando que todo es una maniobra del ejecutivo español para "pasar de verdugos a víctimas". Es decir, para intentar sacar del foco el Catalangate para que solo se hable del espionaje a Sánchez y Robles. "No cuela", ha concluido. El diputado de la CUP, Albert Botran, se ha expresado en idénticos términos y ha interpretado que es un intento de "desviar la atención hacia el extranjero" e intentar exculpar al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) del espionaje al independentismo.
Las reacciones han llegado también del Palau de la Generalitat y de Waterloo. Ni el president Pere Aragonès ni el expresident Carles Puigdemont se han abonado a la teoría de cuestionar el espionaje a Sánchez y Robles, pero han acabado haciendo un diagnóstico similar de los hechos. Para Aragonès el caso es de una "extrema gravedad", pero hay una "doble vara de medir" porque hoy "todo son prisas" y, en cambio, hasta ahora al independentismo solo se le han dado "silencios y excusas". Para Puigdemont la violación de la intimidad de Sánchez y Robles es un "crimen gravísimo" que le merece toda su "solidaridad", pero a la vez les ha reprochado "no haber hecho nada" para aclarar el Catalangate.
La estrategia de Esquerra
El Catalangate también ha tensado de nuevo la apuesta que ha hecho ERC en el último lustro para intentar resolver el conflicto político catalán a través de la negociación con el Estado. Este lunes Junqueras ha defendido que la estrategia no es equivocada, pero ha admitido que la principal concreción de esta estrategia, la mesa de diálogo, podría estar "en peligro". Así, para él, "la negociación continúa siendo una herramienta efectiva", pero ahora se han puesto "muy difíciles las condiciones" para reunir la mesa de negociación. En definitiva, que ERC quiere mantener su estrategia negociadora, pero que tiene que dejarla en standby durante mientras no se aclare el asunto del espionaje.
Lo mismo pasa cuando la pregunta es si los republicanos dejarán de dar estabilidad al PSOE en el Congreso y si, como hicieron el jueves pasado, empezarán a votar sistemáticamente en contra de los decretos y leyes que proponga el gobierno español. No parece que los republicanos estén demasiado interesados en girar 180 grados, pero hoy por hoy no tienen incentivos para seguirlo haciendo a corto plazo. "Eso dependerá de lo que haga el gobierno español [con el Catalangate]", ha dicho Junqueras.