De independentista a unionista: todos los colores que puede tener la mesa del Parlament
Las negociaciones se harán en plena campaña por las europeas
BarcelonaDesde el año 2012 la mesa del Parlament -y la presidencia- está pilotada por el independentismo, pero el resultado de las elecciones del 12 de mayo abre un nuevo escenario y esto puede cambiar.
Justo hace tres días de la cita en las urnas y todavía no se ha abierto la negociación de verdad, pero la cuenta atrás ya ha comenzado: el nuevo Parlamento debe constituirse a más tardar el 10 de junio, justo al día siguiente de las elecciones europeas. Por tanto, las conversaciones entre los partidos se harán bajo la presión de una campaña electoral, en la que cualquier movimiento en un sentido u otro puede afectar a sus expectativas de votos. Por eso la fecha en la que se celebra esta constitución del nuevo Parlamento es clave y la decidirá el presidente en funciones, Pere Aragonès, que es quien tiene la potestad legal de convocarla.
¿Por qué es importante la elección de la mesa? Es quien gobierna la cámara y en los años del Proceso ha estado en el punto de mira por la tramitación de iniciativas que chocaban con la Constitución. Ahora bien, con las nuevas mayorías del Parlament este foco se difuminará y habrá que ver si se mantiene la misma tensión en todo lo que hace. Lo que sí indicará, la elección de la presidencia del Parlament, es hacia dónde pueden ir los pactos de cara a la negociación de la investidura, porque quien salga elegido decidirá qué candidato o candidatos a la presidencia de la Generalitat propone para que se sometan al pleno.
A continuación desgranamos los principales escenarios de pactos, que posibilitan desenlaces muy diferentes.
En este escenario, la presidencia del Parlamento se lo llevarían los socialistas
Para elegir a la mesa del Parlamento, los diputados escriben en una papeleta el nombre del presidente que quieren y votan; y hacen lo mismo con las vicepresidencias y los secretarios de la mesa, que serán elegidos por orden de apoyo obtenido. En este sentido, si las formaciones políticas no llegaran a ningún pacto y votaran tan sólo a sus propios candidatos, la mesa quedaría repartida así: presidencia para el PSC; vicepresidencia primera para el PSC y la segunda para Junts; mientras que los cuatro secretarios quedarían repartidos dos para el PSC -si divide sus votos suma 21 para cada secretario-, uno para Junts y otro para ERC.
Si Junts y ERC sumaran, podrían alcanzar la presidencia del Parlament y que la mesa siguiera en una lógica independentista
Un acuerdo entre Junts y Esquerra podría complicar la vida en el PSC para tener la presidencia del Parlament, porque unidos sumarían 55 diputados, más que los 42 de Salvador Illa. Así, si los socialistas no se buscaran a otro aliado se quedarían sin tener la segunda autoridad del país. La presidencia sería para Junts o ERC -en función de los términos del acuerdo-; el bloque independentista también lograría la primera vicepresidencia -de Junts o ERC-, la segunda sería para el PSC; y en cuanto a secretarios de la mesa, podrían conseguir dos secretarías y las otras dos serían para el PSC, dejando fuera al PP. Por tanto, si los socialistas no sumaran con nadie más, la mayoría independentista seguiría liderando la mesa del Parlamento. Salvador Illa sólo podría neutralizar el frente común de Junts y ERC si convenciera a los republicanos de pactar con él o fuera a buscar el apoyo del PP, que podría estar interesado en la operación porque sería la única manera para los populares de obtener un puesto en la mesa.
Si establecieran una alianza el PSC, Esquerra y los comunes, la presidencia podría ser para alguno de estos tres partidos
Si el PSC pactara con Esquerra y también los comunes podrían dominar la mesa del Parlament. Los socialistas (o Esquerra) podrían quedarse la presidencia porque sumarían 62 diputados o hasta 68 si también se sumaran los comunes a la ecuación. En la votación de las vicepresidencias pasaría lo mismo y obtendrían la primera, mientras que la segunda se la llevaría juntos con 35 diputados. En el caso de las secretarías, ganaría dos el PSC, otra Junts y una Esquerra. Los comunes podrían acceder a una secretaría, pese a tener sólo seis diputados, si el PSC o ERC les cediera su puesto.
Los socialistas y los populares sumarían más que Junts y ERC, que podrían ir a buscar la CUP para neutralizar el pacto
Si Esquerra no estuviera dispuesta a pactar con Isla, el PSC, para evitar que un frente independentista a última hora le impidiera llegar a la presidencia del Parlament, también podría ir a buscar al PP para negociar la mesa. Un escenario que los socialistas no descartan, porque aseguraron que también abrirán conversaciones con los de Alejandro Fernández. PSC y PP suman 57 escaños, más que los 55 de Junts y Esquerra, y podrían tener la presidencia del Parlament -en función del pacto al que lleguen-. También la vicepresidencia primera, mientras que la segunda sería para el blog independentista. En las votaciones para los secretarios de la mesa, los socialistas y el PP se asegurarían dos mientras que los demás serían para Junts y Esquerra. De esta forma, habría mayoría unionista en la mesa.
La única manera que tendrían los independentistas de neutralizar este acuerdo sería sumar la CUP o los comunes, que llegarían a 59 o 61, respectivamente. Ahora bien, si los comunes decidieran jugar al otro bloque y sumar con el PSC y el PP -como en el Ayuntamiento de Barcelona-, llegarían a los 63 diputados y superarían al bloque independentista.
En cuanto a la extrema derecha (Vox y Aliança Catalana) estaría excluida de cualquier ecuación porque el resto de partidos -menos el PP- firmaron en campaña establecer un cordón sanitario.