Jordi Pujol continúa siendo 'molt honorable' para la Generalitat

El Govern confirma al ARA que nunca se llegó a tramitar la petición para que lo dejara de ser

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Jordi Pujol, al Paraninfo de la Universitat de Barcelona

Barcelona"No consta en el registro del departamento de la Presidencia que el expresident de la Generalitat, Jordi Pujol, haya pedido por escrito dejar de tener la consideración de molt honorable". La respuesta, con fecha del 13 de enero del 2022, es de la Oficina de Estrategia y Comunicación del President y del Govern después de una petición de este diario a través de los órganos de transparencia. Pujol continúa, pues, recibiendo el tratamiento protocolario de molt honorable, el mismo que el resto de presidentes y expresidentes de la Generalitat y del Parlament. Y esto, a pesar de lo que anunció el entonces presidente, Artur Mas, el 29 de julio de 2014, apenas cuatro días después de que Pujol confesara que había mantenido dinero en Andorra mientras encabezaba el Govern.

“Jordi Pujol lo deja todo y pasa a ser un ciudadano como cualquier otro”, decía aquel día Mas para resumir que el expresident se quedaba sin pensión vitalicia, sin la oficina institucional a que tenía derecho y sin el tratamiento protocolario que le correspondía. Hoy continúa sin pensión, ni oficina ni ninguna retribución, pero nunca ha perdido el tratamiento protocolario porque, de hecho, nunca se hizo la gestión. El decreto 189/1981, que fija las normas de protocolo en el ámbito de la Generalitat, establece que "el tratamiento de los expresidents de la Generalitat y del Parlamento, el de los exconsellers y el de los expresidentes de organismos territoriales elegidos por sufragio serán los mismos que tenían cuando estaban en ejercicio". Y no prevé el mecanismo para cambiarlo. Es decir, ¿en el hipotético caso que Pujol quisiera renunciar –tal como Mas dijo en 2014–, podría hacerlo?

La ley que regula el estatuto de los expresidentes sí que prevé la renuncia a la pensión, a la oficina y cualquiera otro "derecho y prerrogativa" que se les reconozca, pero no hace ninguna referencia explícita al tratamiento protocolario que tienen que recibir. Hoy hay trece personas que tienen la consideración de muy honorables, empezando por los actuales presidentes del Govern y del Parlament, Pere Aragonès y Laura Borràs.

¿Rehabilitado por el Govern?

Por primera vez desde aquella confesión de 2014, este lunes Pujol participó como ponente en un acto organizado por la Generalitat, concretamente por la conselleria de Acción Exterior. A su lado había tres expresidents más, Artur Mas, Quim Torra y, a través de videoconferencia, Carles Puigdemont –José Montilla también participó enviando un vídeo grabado–. La presencia de Pujol, que ya hace meses que multiplica las apariciones públicas y que todavía está pendiente del juicio por corrupción que le espera en la Audiencia Nacional, ha generado unas cuántas críticas entre la clase política. Empezando por uno de los socios de Govern.

"No estoy de acuerdo con blanquear la corrupción", ha indicado en rueda de prensa el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. "No suma absolutamente nada, y fomentamos y participamos en un blanqueo que no nos conviene", ha insistido, antes de concluir que no estaba de acuerdo que se hagan "homenajes" a Pujol ni tampoco "en participar" de ellos. El acto en si era la conclusión de unas jornadas sobre Europa organizadas por Exteriores en las cuales también participó el presidente de ERC, Oriol Junqueras. A las críticas de Rufián se ha sumado su excompañero de filas en la cámara baja española, Joan Tardà. "Da vergüenza la operación 'rehabilitadora' de Jordi Pujol. Gran error y ejemplo paradigmático de cinismo de quienes lo facilitan y de él mismo por prestarse", ha puesto en Twitter.

Las críticas no han llegado solamente de ERC. Entrevistado por el ARA , el diputado de la CUP Carles Riera ha valorado "muy negativamente" la presencia de Pujol en el acto de Exteriores: "No sé si la mejor manera de coger fuerzas para ir adelante es dar un paso atrás volviendo a legitimar el 3% y épocas pasadas que no tendrían que volver nunca más".

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