Josep Rull, sobre la mesa de diálogo: "Ya hemos visto los límites que fija el gobierno español. Soy muy escéptico"
El ex 'conseller' pide fijar una estrategia unitaria para que la próxima "acometida democrática" sea la "definitiva"
El ex conseller de Territorio Josep Rull tiene muchas dudas de que la mesa de diálogo con el Estado, que se tiene que volver a reunir este mes de septiembre, funcione. "Ya hemos visto los límites que fija el gobierno español. Soy muy escéptico", ha admitido Rull en una entrevista al ARA. El ex conseller ha recordado que el gobierno español se opone a la amnistía y la autodeterminación, dos elementos que considera que son consensos en Catalunya. Cree que esta negativa dificulta que de la mesa de diálogo salga una solución dialogada. "No se tiene que dialogar solo, sino que sobre todo se tiene que negociar. Y veo que esta mesa tiene pocos incentivos para conseguir una negociación", ha añadido. Considera que una negociación "seria" se tendría que hacer "sin micros y sin imágenes".
Por eso, Josep Rull ha apostado por rehacer la hoja de ruta del independentismo durante los próximos dos años -el margen que el Govern ha dado de vida a la mesa de diálogo- recogiendo la experiencia del 2017 y actuando con unidad estratégica. "Si somos capaces de leer bien la cartografía y reelaborar bien una nueva hoja de ruta, la siguiente acometida democrática puede ser la definitiva", ha afirmado. Con todo, ha admitido que hay que reconstruir "confianzas" entre los diferentes actores independentistas, buscar "alianzas" a nivel internacional, tejer "musculatura institucional", pero tener claro que la independencia "vendrá desde la calle". "Hemos de cohesionar una estrategia", ha concluido.
El 23 de junio los presos políticos salían de la prisión indultados por el gobierno español. Josep Rull ha estado tres años, cuatro meses y un día en la cárcel. A la salida aseguraba que los únicos que tenían que pedir perdón son "los que pegaron a los votantes del 1-O". Rull también es el tercer preso político que ha acudido a la justicia europea para denunciar la condena del Tribunal Supremo en el juicio del 1-O. A pesar de todo, el ex conseller se ha mostrado convencido de que no renunciará a la acción política, a pesar de mantenerse en una segunda fila. "He decidido que no habrá ningún tipo de límite", ha afirmado, porque si cambiara su "manera de hacer", sería "reconocer" que los presos fueron "condenados adecuadamente". "Fue una pantomima de juicio", ha aseverado.
Rull ha explicado que explicaron a su hijo pequeño que estaba en prisión a través de un libro que lleva por título 'Cartas por la libertad' y ha explicado que uno de los momentos más duros de la prisión fue cuando uno de sus hijos se hizo daño y el Tribunal Supremo no respondió a sus peticiones de permiso. Fue el departamento de Justicia quien movió piezas para que pudiera salir a verlo.
La "falta normalidad" del PSOE
El ex conseller ha cargado contra la actitud del PSOE, a quien ha acusado de dar una "percepción de falsa normalidad" después de la concesión de los indultos. Ha recordado que la causa del Tribunal de Cuentas continúa abierta, a través de la cual ha denunciado que "se intenta arruinar a disidentes políticos". "Es propio de regímenes autoritarios", ha afirmado. Además, ha lamentado que el PSOE no tenga "la determinación, la valentía y la fortaleza" de afrontar la voluntad de Catalunya de votar en referéndum su futuro político.
"El estado español es profundamente débil", ha asegurado. Y lo ha comparado con el Reino Unido o Canadá, dos estados que han permitido votar en referéndum en territorios de su país como Escocia o Quebec. "La debilidad estructural del régimen de España lo aboca a refugiarse en el código penal o en el Tribunal de Cuentas", ha añadido, después de constatar que el Estado no tiene "un proyecto interesante para Catalunya". Rull ha admitido que España es una democracia, pero que en aspectos como la "monarquía, la memoria histórica y el independentismo", esta cultura democrática "desaparece".
La ampliación del aeropuerto de El Prat
Rull, por su experiencia como conseller de Territorio, también ha tenido tiempo de hablar sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat. Se ha mostrado favorable, pero con matices. Defiende que el aeropuerto se tiene que convertir en un hub, que esto se tiene que hacer a través de la ampliación de la terminal satélite, que ve "imprescindible", pero ha mostrado sus dudas sobre sí es "necesaria" la ampliación de la tercera pista. Unas dudas que vienen fundamentados por el hecho de que se tenga que tocar el espacio natural de La Ricarda. "La Ricarda no es una anécdota", ha afirmado. "Se tienen que tener en cuenta los perjuicios medioambientales que puede haber", ha añadido. Ahora bien, lo que sí que ha dejado claro es que es partidario "de abandonar el bloque Aena" y de una gestión propia del aeropuerto.