El juez que ve terrorismo en el Tsunami Democrático se jubilará el 2 de septiembre

MadridHace dos años Manuel García-Castellón pidió una prórroga extraordinaria de su jubilación para continuar al frente del juzgado central de instrucción 6 de la Audiencia Nacional el máximo permitido por ley, es decir hasta los 72 años. Por último, se retirará cuando aún no los haya cumplido, un mes y pico antes. La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha aprobado este jueves la petición formulada por el magistrado de adelantar al 2 de septiembre el momento de poner fin a su carrera judicial. La retirada del polémico magistrado, instructor del caso Tsunami Democrático, estaba prevista el 16 de octubre, cuando García-Castellón cumplirá los 72 años que le obligan a renunciar.

En estos dos meses y medio que a García-Castellón le quedan en activo tiene pendiente pronunciarse sobre la aplicación de la ley de amnistía en la causa por terrorismo en la que investiga, entre otros, la secretaria general de ERC, Marta Rovira. Justamente este jueves, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha enviado el escrito que el magistrado solicitó a las partes sobre qué hacer con la investigación que está en marcha tras la entrada en vigor de la norma, a la que García-Castellón trató de poner bastones en las ruedas incluso antes de que se publicase en el Boletín Oficial del Estado. El ministerio público reclama "declarar la extinción de la responsabilidad penal" porque no ve que en los hechos investigados se haya producido vulneración alguna de derechos humanos. Habrá que ver con qué decisión elige despedirse a García-Castellón, que el lunes se pronunciaba sobre el revés de Suiza en la misma causa.

En una entrevista en El Periódico de Aragón, el magistrado defendía, una vez más, sus tesis por mucho que las autoridades helvéticas las hayan rebatido reiteradamente. En la misma conversación, García-Castellón hacía referencia a esa jubilación después de décadas encargándose de algunos de los casos más mediáticos, como el caso de los CDR, a los que también atribuyó delitos de terrorismo; casos de corrupción relacionados con el PP, como Púnica y Lezo; investigaciones en torno a Podemos; decenas de piezas relacionadas con el excomisario José Manuel Villarejo, y causas contra la excúpula de ETA, a quien recientemente propuso juzgar por el secuestro y asesinato del exconcejal del PP en Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco, en 1997 . De hecho, este mismo jueves García-Castellón ha cerrado una de las carpetas pendientes de Villarejo, relacionada con el BBVA.

"Afortunadamente sigo teniendo el concepto que tenía cuando me puse a estudiar oposiciones para ser juez. Pensaba que, de algún modo, en un grano de arena podías modificar algo malo del mundo. Esto me llevó a ser juez ya procurar ser buen juez. Si lo he logrado o no ya lo sé. Para mí, aunque quizás no para los demás, todos los casos han sido iguales. No he buscado otra cosa que tratar de restablecer ese grano de arena", decía haciendo balance de su trayectoria en El Periódico de Aragón. Buenas intenciones que desde el independentismo y la izquierda española se han puesto reiteradamente en cuestión en los últimos años. Incluso la vicepresidenta tercera del gobierno español, Teresa Ribera, apuntó a principios de año que ha tenido tendencia a "inclinarse siempre en la misma dirección" ya "salir a colación en momentos políticos sensibles".