La nueva legislatura catalana

Rull pone en marcha la cuenta atrás hacia la repetición electoral: el límite será el 26 de agosto

Isla y Puigdemont no acudirán a un primer debate de investidura y se celebrará un pleno el 26 de junio para activar el temporizador de los dos meses hacia la convocatoria de elecciones

El presidente, Josep Rull, se reúne con Salvador Illa (PSC-Units) en el marco de la ronda de consultas para proponer a un candidato a la presidencia de la Generalitat

BarcelonaTanto Junts per Catalunya como el PSC han comunicado este miércoles al presidente del Parlament, Josep Rull, que ni Carles Puigdemont ni Salvador Illa tienen intención de ir a un debate de investidura en estos momentos. Como no hay nadie dispuesto a someterse a este primer pleno previsto para la próxima semana, Rull ha decidido recurrir al precedente –no escrito– que se produjo en el 2020 tras la inhabilitación de Quim Torra: si no hay candidato , se activa igualmente la cuenta atrás de los dos meses hasta nuevas elecciones para evitar el bloqueo institucional. A efectos prácticos, esto quiere decir que el próximo miércoles, día 26 de junio, se celebrará un pleno en el que cada grupo tendrá cinco minutos para intervenir, Rull constatará que no hay ningún candidato que tenga suficientes apoyos y firmará una resolución que servirá para activar la cuenta atrás para una repetición electoral. Es lo que se ha dado en llamar, técnicamente, un "acto equivalente" a un debate de investidura fallido. De esta forma, el límite para investir a un presidente será el 26 de agosto. Si no ha habido acuerdo entre ninguno de los grupos antes de esa fecha, se convocarán de forma automática elecciones a los dos meses. La fecha para volver a votar en Catalunya sería el 13 de octubre.

En una comparecencia en el Parlament, Rull ha explicado que, aunque Junts y el PSC le han mostrado su predisposición de buscar apoyos, en estos momentos no están dispuestos a acudir a un debate de investidura fallido. En un inicio, el primer pleno de investidura estaba previsto para el 25 de junio, pero Rull ha decidido pasarlo al próximo miércoles porque antes deben reunirse la mesa y la junta de portavoces, que se encontrarán el martes y validarán la constitución de los grupos parlamentarios. Y, además, si el pleno es el miércoles, así las nuevas elecciones caerían en domingo. "Será hasta el 26 de agosto que habrá posibilidad de articular y construir estas mayorías", aseguró Rull. Con todo, se mostró "convencido" de que se podrá investir a un presidente por la "capacidad de construir consensos, puentes y diálogo" de los grupos.

Isla y Puigdemont declinan presentarse

Después de verse con Batet y también con la portavoz, Mònica Sales, Josep Rull se ha reunido con el líder del PSC, Salvador Illa, y con el presidente del grupo de Esquerra en el Parlament, Josep Maria Jové, y su portavoz, Marta Villalta. De esta forma ha completado la ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios que ya empezó el martes -se encontró con los comunes, la CUP, Vox, el PP y Aliança Catalana. Rull continuará con su agenda institucional este jueves: se reunirá con el presidente en funciones, Pere Aragonès, y después viajará a Bélgica ya Suiza para visitar a los exiliados, tres de ellos -Puigdemont, Lluís Puig (JxCat) y Ruben Wagensberg (ERC) son diputados-.

En rueda de prensa, el líder del PSC, Salvador Illa, reiteró que necesita "más tiempo" para conseguir el apoyo de ERC y los comunes para someterse a un debate de investidura. Puigdemont también ha declinado presentarse al debate del 26 de junio, tal y como ha anunciado el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, quien también ha defendido que tienen opciones de tener la presidencia de la Generalitat con mayoría simple: "Lo demuestra la elección de la mesa y la presidencia del Parlament", ha dicho. "Hay una mayoría plausible y trabajaremos con prudencia y humildad", añadió Batet, quien también aseguró que se moverán en la absoluta "discreción". Ahora bien, Illa ha cerrado la puerta una vez más a abstenerse en una investidura de Carles Puigdemont: "En ningún caso mi grupo se abstendrá por ningún otro candidato".

El presidente del Parlament, Josep Rull, con el líder del grupo de Junts, Albert Batet, y su portavoz, Mònica Sales, este miércoles

A partir de ahora, tanto Salvador Illa como Carles Puigdemont tienen hasta el 26 de agosto para encontrar los apoyos que les permitan presentarse a un debate de investidura. El líder del PSC, en este sentido, dio a entender que no se presentará a ningún pleno mientras no tenga los votos necesarios para ser investido. "No quiero hacer perder el tiempo a nadie, y menos a los catalanes. Y no quiero hacer correr a nadie. No quiero hacer perder el tiempo a nadie yendo a sesiones que no estén suficientemente maduras", ha afirmado en rueda de prensa.

Illa no ha querido revelar qué ofrecerán a Esquerra para acercar posiciones con el cambio de modelo de financiación que reclaman los republicanos, al estilo del concierto económico vasco. "Actuaremos con discreción", aseveró. Ahora bien, sí que ha enviado un mensaje a la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira. "Las decisiones que correspondan al presidente de la Generalitat se tomarán en Catalunya", dijo respondiendo a la petición que hizo la dirigente republicana este sábado, cuando exigió directamente al presidente español, Pedro Sánchez, que mueva ficha con la financiación. Sea como fuere, Illa ha asegurado que no "prevé" una repetición electoral.

El presidente del Parlament, Josep Rull, reunido con Josep Maria Jové y Marta Vilalta (ERC) en el marco de la ronda de consultas para proponer a un candidato a la presidencia de la Generalitat

Desde ERC, la portavoz en el Parlament, Marta Vilalta, ha acusado tanto a Isla como a Puigdemont de "irresponsables y de falta de respeto" a la ciudadanía no queriéndose presentar a un debate de investidura aunque no tengan suficiente apoyo. "Desprecian las instituciones y la ciudadanía", espetó Vilalta, que les acusó de "esconder la cabeza bajo el ala". "Hacemos un llamamiento a los candidatos que han optado por no presentarse a que se tomen en serio las negociaciones". Los republicanos insisten en situar la pelota en el tejado del PSC y Junts en cuanto a la investidura. Y a los socialistas les recuerdan que sus exigencias pasan, principalmente, por conseguir que la Generalitat tenga la llave de la caja para recaudar todos los impuestos.

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