Los 'nuevos' liderazgos en Junts y ERC: una fría y otra caliente para Sánchez
El PSOE celebra la victoria de Junqueras y se resigna a la continuidad de Puigdemont
MadridEn estas semanas de incertidumbre sobre quien acabaría liderando a Esquerra, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, decía en privado que tenía una preferencia personal que no haría pública La lógica diría que era Oriol Junqueras, menos crítico con los pactos con los socialistas y padrino de Gabriel Rufián, el portavoz de los republicanos en Madrid, que tiene muy claro que derribar al gobierno de Pedro Sánchez y abrir sus puertas al PP y Vox es una mala idea. Pero de la candidatura de Xavier Godàs formaba parte Josep Maria Jové, el principal interlocutor de Bolaños durante la difícil negociación por la investidura del presidente español hace un año. el gobierno español ve con buenos ojos la victoria de Junqueras, mientras se resigna a la continuidad de Carles Puigdemont en el liderazgo de Junts. partidista, y en concreto del PSC, la Moncloa interpreta que mantener los liderazgos de 2017 en el independentismo es una autopista en Salvador Illa para seguir en el Palau de la Generalitat. procesos orgánicos de ambas formaciones independentistas habían dejado en espera cualquier negociación. El gobierno español no podía abordar los presupuestos del Estado de 2025 hasta que se definieran los rumbos de Junts y ERC, sobre todo el de los republicanos. Más allá de quien haya terminado logrando la presidencia de ambas formaciones, el principal motivo de satisfacción por parte del gobierno español es que por fin se puede poner a trabajar con interlocutores claros. Varias voces del PSOE consultadas por el ARA coinciden en que preferían a Junqueras. En la Moncloa destacan que llevan tiempo "trabajando bien" con él y subrayan que Rufián seguirá "dominando la plaza" en el Congreso. La ausencia de un horizonte de independencia y la ofensiva del PP contra Sánchez a través de los tribunales ha hecho que el portavoz de ERC no sea en estos momentos una de las voces más hostiles del arco parlamentario para el gobierno español. Más bien lo contrario.
Es cierto que el partido todavía tiene por delante el congreso en febrero para redefinir el ideario y Junqueras puede ajustar piezas tanto al Parlamento como al Congreso. Teresa Jordà y Pilar Vallugera, miembros de la candidatura de Godàs, son dos de las diputadas con mayor peso del grupo parlamentario en Madrid, encargadas de carpetas como las de presupuestos y hacienda. Habrá que ver qué rol tendrán a partir de ahora. Sea como fuere, el ejecutivo del Estado ya ha decidido que las cuentas no saldrán hasta la primavera del próximo año y que, de momento, prorroga las de 2023. De hecho, aún tiene que aprobar una nueva senda de estabilidad que se está negociando con Junts, que tumbó en el Congreso la que se votó en julio.
El factor Puigdemont
Los quebraderos de cabeza en el gobierno español tienen que ver sobre todo con Carles Puigdemont. Hace meses, antes de las elecciones catalanas del 12 de mayo, había un ministro que vaticinaba que el expresidente incumpliría su promesa de retirarse de la política si no lograba volver a la Generalitat. Acertó. Sánchez está determinado a continuar con esta complicada legislatura en la que las alianzas en el Congreso son muy "frágiles", tal y como reconoce un ministro, sobre todo la alianza de Junts. Esta semana el ejecutivo ha conseguido sacar adelante definitivamente la reforma fiscal, con la dificultad asociada de tener que poner de acuerdo a partidos distanciados ideológicamente en una cuestión delicada como los impuestos. Pero ha sido una negociación agónica y que ha obligado a hacer renuncias, como la del impuesto a las energéticas, que aunque se apruebe con un decreto ley presumiblemente no podrá convalidarse en la cámara baja.
En el PSOE hay visiones más y menos optimistas. Algunos piensan en ponerlo en marcha todo a rodar ante este escenario en el que Junts juega al límite y otros destacan que, sin embargo, se ha logrado establecer una relación fluida con el secretario general, Jordi Turull, y la portavoz en Madrid, Míriam Nogueras . "El problema es no saber con qué humor se despertará cada mañana Puigdemont", apuntan fuentes gubernamentales consultadas por el ARA. De vez en cuando "necesita una portada", añaden, para poner en contexto sus supuestos "golpes de impacto" como fue el retorno fugaz durante la investidura de Salvador Illa o el planteamiento ahora de una cuestión de confianza. Lo que fuentes socialistas le reprochan es, sin embargo, que no calcule suficientemente las consecuencias de estos actos para que generen "inestabilidad".