JxCat asegura que no se sienten "presionados" por el preacuerdo ERC-CUP y los emplaza a seguir negociando
Jordi Sànchez hará mañana una conferencia para explicar el estado de las negociaciones
Si hasta ahora las negociaciones han sido complicadas entre Esquerra y Junts, esta semana, con el tiempo límite, promete también ser compleja. De ahora hasta el viernes los dos actuales socios de Govern tienen que cerrar todas las carpetas pendientes de la negociación para que la investidura de Pere Aragonès salga adelante. "¿Qué pasará o qué no el viernes? Hoy es lunes y seguimos trabajando con ERC", ha asegurado la portavoz, Elsa Artadi. La también vicepresidenta del partido –que forma parte del equipo negociador– ha afirmado que no se sienten "presionados" por el preacuerdo al que ERC ha llegado con la CUP –las bases de los anticapitalistas tomarán una decisión entre el miércoles y el jueves– y los ha emplazado a seguir negociando un "acuerdo de legislatura" y de "estabilidad" a "tres" para todo el mandato. Ha explicado que esta tarde y mañana por la mañana mantendrán reuniones de trabajo con los dos partidos independentistas.
Artadi ha remarcado que no conocen los detalles del pacto entre la CUP y Esquerra y que, por lo tanto, no se pueden pronunciar. "No sabemos si es un acuerdo de legislatura, que incluye un acuerdo de presupuestos en la línea de estabilidad que había marcado Pere Aragonès, o si es un acuerdo para una investidura y después ya veremos qué pasa", ha afirmado. "Todo puede ser", ha enfatizado, asegurando que la ejecutiva de la formación no ha definido el sentido del voto en la investidura de Pere Aragonès.
En todo caso, el hecho de que los otros dos partidos independentistas hayan firmado un acuerdo al margen de la formación de Carles Puigdemont ha generado recelos entre los consellers del Govern. El titular de Interior, Miquel Sàmper, ha afirmado a SER Catalunya que ningún miembro del Govern de JxCat conocía el preacuerdo y que tuvieron noticia de él ayer domingo por los medios. Según fuentes de Junts, los republicanos se limitaron a avisar al equipo negociador –del que no forman parte los consellers– "unos minutos antes" de hacer público el comunicado, y remarcan que para llegar a la mayoría absoluta son necesarios. "Tenemos más diputados nosotros que la CUP", se reafirman: "Tienen que cerrar un acuerdo también con nosotros".
Para exponer cuál es el estado de las negociaciones, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, tiene previsto hacer una conferencia mañana martes a las siete del anochecer. Según Artadi, explicará el análisis del resultado de las elecciones y también qué balance hace de las negociaciones cuando quedan pocos días para que Aragonès se someta al debate de investidura.
ERC confía en un acuerdo
La secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, se ha mostrado convencida este lunes de que los republicanos cerrarán un acuerdo con Junts que vaya en la línea del preacuerdo logrado con la CUP para hacer posible la investidura de Pere Aragonès. En rueda de prensa en la sede del partido, la nueva portavoz de los republicanos en el Parlament ha explicado que con JxCat todavía hay "carpetas abiertas" pero ha visto viable concretar un acuerdo que sea "coherente" y "compatible" con el que se ha hablado con los anticapitalistas. Ha insistido en que "seguirán trabajando" para incorporar a Junts después de reconocer que el papel del Consell per la República es una de las cuestiones que se negocian –tal como avanzó el ARA el pasado martes– y de mostrarse partidaria de "reformular" este órgano para que "aglutine" a todas las formaciones independentistas.
Previamente, la republicana Laura Vilagrà también ha apuntado que el Consell per la República –el espacio que JxCat quiere para esta dirección colegiada– no es el órgano de coordinación que ERC y la CUP "ven". De hecho, incluso ha visto con recelo la figura de Puigdemont como presidente legítimo: "Ha sido un president importante, es la persona que internacionalmente puede hacer trabajo, le tenemos que encontrar un papel, esperamos que a partir del viernes el president sea Pere Aragonès". Porque para Esquerra el papel del Consell per la República se tiene que limitar a la "internacionalización del Procés" y no a decidir la estrategia. Lo contrario de lo que piensa Junts. Pocos minutos más tarde, la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, ha insistido en el hecho de que la entidad dirigida por Puigdemont sí tiene que tener el papel de órgano colegiado del independentismo.
A pesar dey las discrepancias, Vilagrà, que es miembro del equipo negociador de ERC con la CUP y Junts, se ha mostrado optimista y ha afirmado a RTVE que el acuerdo "se materializará esta semana". De momento, con la CUP las conversaciones van por mejor camino o, cuando menos, hay evidencias de que avanzan más deprisa. Vilagrà ha confirmado esta mañana el preacuerdo con la CUP, que pivota sobre tres ejes: el nacional, el social y el de orden público. Sobre el eje nacional, Vilagrà ha apuntado que trabajan para concretar dos tipos de escenarios: el primero es "profundizar el máximo en la mesa de negociación" y, el segundo, prever qué pasaría en una segunda etapa si "el diálogo fallara", con el referéndum como eje vertebrador de la estrategia.
Eulàlia Reguant (CUP) ha rebajado que se trate de un acuerdo cerrado y ha dicho que era un "marco político de la legislatura" que ahora tienen que validar las bases. "Hasta que esto no quede claro no se tiene que hablar de reparto de sillas", ha dicho en declaraciones al programa Planta baixa, remarcando que con Esquerra no habían hablado de la entrada en el ejecutivo.
Lo que sí ha lamentado ha sido la actitud de Junts, afirmando que les han hecho llegar propuestas y no les han contestado. También ha descartado reformar el reglamento para preservar los derechos de los diputados hasta sentencia firme, tal como había propuesto Junts, para evitar la suspensión de Laura Borràs a través del artículo 25.4 si se le abre juicio oral por el caso de la Institució de les Lletres Catalanes.
A raíz de la falta de acuerdo todavía con Junts, los comunes han aprovechado la ocasión para meter el dedo en la llaga: "Pueden acordar mucho en políticas de salud, pero si el conseller es de JxCat, hará las políticas de derechas de siempre", ha concluido el portavoz, Joan Mena.
El PSC ve a Aragonès cautivo de JxCat y la CUP
A pesar de no renunciar todavía a presentar la candidatura de Salvador Illa, los socialistas empiezan a ejercer de oposición del próximo ejecutivo independentista, informa Jordi Ribalaygue. La viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, ha cargado contra ERC por “estar dispuesta a llegar a la presidencia a cualquier precio” y entregar “la llave del Govern a dos partidos antisistema”, en referencia a la CUP, “que por no creer no cree ni en Europa”, y JxCat, “que hace de la confrontación su clave”, ha recriminado la dirigente socialista y vicepresidenta segunda del Parlament, que ha dicho ver a los republicanos “a los pies de la CUP y atados de manos por JxCat”.
“Parece que el país estará en manos de las asambleas de la CUP y, de nuevo, de Waterloo”, ha entrevisto Granados, crítica con que se dé “una reafirmación endogámica de un Govern fallido”. “El precio lo pagaremos todos los catalanes”, ha lamentado, a la vez que ha acusado a Pere Aragonès de ignorar que el Parlament es “mayoritariamente de izquierdas” al decantarse por encabezar un ejecutivo que ha definido “de derechas, nacionalista y que insiste en la confrontación”.
La portavoz del PSC ha sido rotunda al negar que su partido pudiese abstenerse a favor del número uno de ERC si se confirma que Illa se queda sin ninguna opción de ser escogido presidente. “Nuestro voto a Aragonès será un no como una casa”, ha dejado claro Granados, que ha anunciado que el líder socialista reiterará a la presidenta del Parlament en una reunión prevista para el miércoles que se mantiene como aspirante a la investidura. La socialista no ha explicado cómo el PSC piensa asegurarse que Illa mande en la Generalitat. El socio que prioriza, En Comú Podem, ha advertido de que no colaborará en una “investidura fracasada” y ha tildado de “frivolidad” que Illa pretenda ser candidato en la sesión del viernes sin haberse garantizado antes suficiente apoyos.