"Madrid no debe ser el único motor de crecimiento": el PSOE desafía a la España radial de Ayuso
Los socialistas incluirán la apuesta por la financiación singular en su congreso de finales de noviembre
Barcelona¿Será capaz el PSOE de enmendar el modelo económico radial con epicentro en Madrid que impera en España? Y, sobre todo, ¿lo querrá intentar? La apuesta federalista del partido de la rosa se ha ido desdibujando con el tiempo, pero el congreso de la formación de finales de noviembre puede ser una nueva oportunidad para reimpulsarla. Al menos sobre el papel. La ponencia política que la dirección del PSOE presenta para esta cita –todavía pendiente de ser enmendada por la militancia– rechaza a un Madrid DF: "El centro de la Península es un motor clave del crecimiento económico de nuestro país, pero en modo alguno puede ser o debe ser el único". Es una de las múltiples referencias que incluye el texto a la descentralización del Estado, un camino que los socialistas consideran que debe seguir recorriéndose, también con la reforma del modelo de financiación. A pesar de las sonoras críticas de algunos varones, la ponencia reafirma el compromiso con la "singularidad", aunque evita detallar en exceso qué significa.
"Creemos en un país en el que las oportunidades se repartan por todo el territorio y la riqueza se genere de forma descentralizada, colaborativa y transversal, aprovechando las ventajas competitivas de cada comunidad autónoma", describen los socialistas, que apuntan la vía de los fondos europeos para "generar industria y redinamizar el tejido productivo en todos los territorios más allá de la capital", y también "duplicar al Fondo de Compensación Interterritorial" para que pase a ser un verdadero fondo de desarrollo autonómico.
¿Madrid sale perdiendo cuando gobierna el PSOE? Los datos lo desmienten. Aunque en los presupuestos estatales las inversiones previstas en la capital española se han reducido en los últimos años, la realidad ha matizado estos datos, evidenciando que la ejecución de las inversiones en Madrid está recurrentemente muy por encima. En cualquier caso, el rechazo a la centralización del Estado que incluye la ponencia socialista es toda una declaración de intenciones, en un momento, además, en que la principal oposición a Pedro Sánchez llega desde Madrid. La presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, contrapuso su modelo de "libertad" al de la Moncloa y acusó a Sánchez de querer "robar" a los madrileños con concesiones a otros territorios, básicamente Catalunya.
Tampoco gustará a Ayuso otro de los puntos económicos que recoge la ponencia del PSOE, el que busca acabar con el dumping fiscal, que el gobierno español atribuye a las políticas fiscales de Madrid y otras comunidades gobernadas por el PP. Los socialistas plantean "revisar y armonizar la cesta de tributos para evitar la competencia a la baja en impuestos como patrimonio, sucesiones o los tramos altos del IRPF". Madrid es la comunidad con los impuestos más bajos del Estado. La reforma fiscal es una de las prioridades de Moncloa para los próximos meses, así como la reforma del modelo de financiación.
Modelo de financiación
¿En qué quiere el PSOE que consista la reforma del modelo de financiación? El nuevo sistema deberá "compatibilizar multilateralidad y bilateralidad con un común denominador del sistema, perfectamente conciliable con el adecuado, no privilegiado, tratamiento de las singularidades y el mantenimiento de la solidaridad a igual esfuerzo fiscal". Serán el gobierno español y el de la Generalitat los encargados de escribir la letra pequeña de ese compromiso, pero el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tendrá una primera validación de la militancia –aunque el redactado sea muy genérico–, en caso de que ese punto quede intacto. En Catalunya será la Agencia Tributaria catalana la que debería encargarse de la recaudación de todos los impuestos, pero el PSOE plantea también "federalizar la dirección" de la agencia estatal para dar mayor capacidad de decisión al resto de comunidades autónomas.
Precisamente, la batalla por la financiación singular de Catalunya –pactado entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa– es una de las pocas que le quedan abiertas internamente a Sánchez a medida que se acerca el 41º congreso del PSOE, que se celebrará entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre en Sevilla. Críticos como el expresidente español Felipe González; el actual presidente de Castilla la Mancha, Emiliano García Page, y otros varones autonómicos ya han anunciado que combatirán lo que consideran un "privilegio" de Catalunya. El congreso del PSOE le servirá a Sánchez para empezar a limpiar.
Más allá de las singularidades del nuevo modelo de financiación –que los socialistas no tienen inconveniente en ampliar a otras autonomías–, la propuesta que hace la dirección del PSOE incorpora otros puntos destacados que ya se han ido desgranando en los últimos años. Por ejemplo, "la optimización del cálculo de los pagos a cuenta y las retenciones del IRPF para que el impacto de las decisiones de las comunidades autónomas sea más inmediato -actualmente deben pasar dos años desde que, por ejemplo, sube" un impuesto hasta que el Estado prevé el incremento del anticipo–; la modificación de la fórmula de población ajustada, y la negociación con las autonomías para reducir su endeudamiento –sobre todo con el FLA. la crisis de la vivienda, la paz mundial y el blindaje de derechos fundamentales en la Constitución como el aborto y el matrimonio homosexual son otras de las cuestiones destacadas que incluye la ponencia del PSOE.