Mazón dimite y Feijóo queda en manos de Vox en Valencia

Barcelona / MadridMás de un año después de la catástrofe natural de la dana y de su cuestionada gestión, el presidente valenciano, Carlos Mazón, dimite. Lo ha anunciado este lunes sin siquiera utilizar esta palabra para dar un paso al lado. "Ya no puedo más", afirmó Mazón en una comparecencia a primera hora de la mañana e íntegramente en español. El presidente valenciano se hace autocrítica, pero también culpabilizando al gobierno español de la gestión de la gota fría. Ahora bien, no convocará elecciones, sino que deja en manos de su partido pactar con Vox a su sucesor. Un escenario que no será sencillo para Alberto Núñez Feijóo, al que la renuncia de Mazón le llega en uno de los peores momentos para el PP, con unas encuestas estancadas y con Vox disparado. De hecho, los de Santiago Abascal dejaron en el aire que estén dispuestos a llegar a un acuerdo con los populares.

La renuncia de Mazón ha llegado antes de que declarara la periodista Maribel Vilaplana, con quien almorzó durante más de cuatro horas el día de la dana. Pese a comparecer a las nueve de la mañana, la firma definitiva no se ha producido hasta las tres de la tarde. Durante su comparecencia –tampoco ha habido turno de preguntas de los periodistas–, el presidente valenciano ahora en funciones ha señalado que "la Generalitat necesita un nuevo tiempo". También pidió que "no haya una campaña de odio ni señalamiento contra nadie". "Que mi salida haga que se enfoca esta tragedia con la objetividad que requiere y que cuando baje un poco el ruido la sociedad pueda distinguir entre un hombre que se ha equivocado y una mala persona", ha añadido, con el recuerdo todavía muy presente de el abucheo que recibió durante el funeral de estado en el primer aniversario de la dana.

Sin embargo, Mazón no ha dado pistas sobre su futuro, como mínimo, lejano. A corto plazo, el dirigente alicantino se mantendrá como presidente interino hasta que el PP llegue a un acuerdo con Vox sobre quien debe ser su sustituto. En este sentido, ha apelado "a la responsabilidad" de la mayoría parlamentaria para elegir a nuevo jefe del Consell: los conservadores necesitan el apoyo de la extrema derecha de Vox para escoger a la persona que le relevará. En este escenario toma bastante como solución transitoria el nombre del número dos del PP valenciano y mano derecha de Mazón, Juanfran Pérez Llorca, que tejió el pacto de investidura con los de Santiago Abascal. La dirección estatal nunca ha escondido que quería la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, en la presidencia de la Generalitat, aunque ahora fuentes de la dirección niegan que sean sus valedores. Antes, también hay un pulso que deberá dirimir: el de Vicent Mompó, el candidato que propone el PP valenciano, y Catalá.

Feijóo pide "responsabilidad" a Vox

Sobre esta pugna entre la dirección estatal y el PP valenciano no ha hecho ninguna referencia al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en su intervención en abierto antes del comité ejecutivo de los populares este lunes. Feijóo, al igual que Mazón, se centró en pedir "responsabilidad" a Vox. "Pido a los partidos que sostienen al gobierno autonómico que estén a la altura y faciliten la elección de un presidente", ha afirmado. Mientras, PSPV y Compromís no dudaron en exigir elecciones anticipadas, un escenario que también está sobre la mesa de Génova. El líder de los 'populares' aprovechó la intervención para defender la decisión de Mazón ante las "equivocaciones" cometidas, pero denunció una "cacería política y personal" contra el presidente valenciano: "No es un asesino".

Pero el mensaje de Mazón y Feijóo a los de Santiago Abascal no ha obtenido la respuesta deseada. Por ahora, la extrema derecha dejan en el aire el futuro del gobierno valenciano. "¿Qué debo decir sobre el futuro [del Consell]? Que el PP está en medio de disputas internas. Primero, que se aclaren entre ellos y entonces diremos cuál es nuestra posición", ha afirmado el líder de Vox en una atención a los medios de comunicación desde Plasència (Extremadura). Los de Abascal, de hecho, han aprovechado la ocasión para criticar la decisión del PP de avanzar elecciones en Extremadura, donde los populares también gobiernan gracias a ellos.

Críticas al gobierno español

Durante su intervención, Mazón no dudó en disparar contra el gobierno español. Tras asegurar que habría dimitido "hace muchos meses", defendió que no lo hizo antes por su voluntad de centrarse en la reconstrucción de las localidades afectadas por un temporal que se saldó con la muerte de 229 personas. "Sé que el ruido que hay en torno a mi persona es la excusa perfecta para esconder la asunción de responsabilidades del gobierno [español]", tanto por "la información errónea" del 29 de octubre como por el retraso en la ayuda y la "pésima reconstrucción".

El dirigente alicantino ha calificado la dana de "tsunami inimaginable", pero ha vuelto a culpar a las agencias estatales de no avisar de los efectos del temporal. Ha disparado contra la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHX) y la Aemet. "Trasladaron información errónea, pero yo no les llamaré "asesinos" para equivocarse en sus previsiones", ha afirmado. También cargó contra "la falta de ayuda clamorosa" del ejecutivo de Pedro Sánchez. Feijóo se ha sumado acusando de "cinismo" al gobierno español por intentar "eludir su responsabilidad".

Y ya para terminar, Mazón ha hecho autocrítica. "Es el momento de reconocer errores propios", admitió. En este sentido, ha enumerado algunos como permitir que se generaran "mentiras para no dar información en su momento", no pedir la declaración de emergencia nacional -como le propuso Alberto Núñez Feijóo- o pensar que recibir "de forma amable" el gobierno español haría que "la ayuda se acelerara". Pero, sobre todo, ha subrayado que su principal error fue "mantener la agenda de ese día". "Con las previsiones era inimaginable que el barranco del Poio pasara a ser una trampa mortal, pero es cierto que a mediodía en Utiel el temporal ya estaba presente y debería haberme desplazado", admitió.

"He cometido errores que me acompañarán toda la vida", ha añadido, tras decir que las primeras víctimas no aparecieron hasta la madrugada del 30 de octubre. "He pedido perdón y hoy lo repito, pero ninguno de los errores fue por cálculo político o mala fe", ha insistido.