El no a la independencia llega a su máximo histórico con un 53,3%

La tendencia desde hace meses es clara: sin proyecto a corto plazo, el sí a la independencia va retrocediendo en las encuestas y se beneficia el no, a pesar de que en las urnas los partidos independentistas hace no mucho consiguieran su mejor porcentaje de voto. El no a la independencia llega a su máximo histórico con un 53,3% en la última encuesta del Centre de Estudis d'Opinió (CEO), que se ha hecho pública este jueves. Solo en dos ocasiones en los más de diez años en los que se ha hecho esta pregunta se había superado la barrera del 50%, las dos en 2014. Pero estaba cerca: en el último barómetro, de mayo del año pasado, los contrarios a la independencia representaban el 48,7% de los catalanes. En esta ocasión, se imponen de manera clara con una distancia próxima a los 15 puntos respecto a los partidarios de que Catalunya sea un Estado, que no llegan ni al 40%, con un 38,3%. Hay que remontarse hasta junio del 2017, a las puertas del referéndum, para encontrar un apoyo tan bajo a la independencia con un 41,1% (en octubre de aquel mismo año fijó, en cambio, su récord absoluto con un 48,7%).

El 82% de los votantes de ERC apuestan por que Catalunya sea un estado independiente, así como el 86% de los de la CUP y el 93% de los de Junts en las últimas elecciones al Parlament. Por el contrario, el 91% de los que votaron por el PPC, el 92% por Cs y el 83% por el PSC no lo quieren. El trabajo de campo se hizo entre mediados de noviembre y mediados de diciembre del año pasado. Demográficamente, el independentismo continúa arraigado en las zonas menos pobladas. Así, el 70% de los encuestados que viven en municipios de menos de 2.000 habitantes quieren que Catalunya sea independiente, un porcentaje que baja hasta el 53% en el caso de los municipios que llegan a los 10.000 habitantes. El 69% de los habitantes que viven en ciudades de entre 150.000 y un millón de habitantes son contrarios a la independencia.

No es de extrañar, pues, que el 34% de los entrevistados en la encuesta del CEO defiendan que Catalunya sea una comunidad autónoma y un 8,4% que sea una región más de España. En este sentido, el 15% de los que viven en la demarcación de Tarragona quieren que Catalunya sea una región de España. Cuando se plantean cuatro opciones de respuesta, el 30% de los catalanes abogan por el estado independiente y casi un 20% por que sea un estado dentro de una España federal. Si se tiene en cuenta el origen de los ciudadanos, el estado independiente es la opción preferida para los nacidos en Catalunya (42%), mientras que el 48% de los nacidos en otras autonomías y el 42% de los nacidos en la UE y el resto del mundo prefieren que Catalunya sea una comunidad autónoma. Por formaciones, el 43% de los que votaron a Vox quieren que Catalunya sea una región de España; la autonomía es la primera opción para el 49% de los que votaron al PSC, el 68% de los populares y el 65% de Cs. En cuanto al estado independiente, son los votantes de ERC (66%), los de la CUP (71%) y los de Junts (83%) los que la escogen.

Estas cifras no hacen menguar el consenso alrededor de un referéndum de autodeterminación para resolver el conflicto político. El 72% de los catalanes consideran que Catalunya tiene derecho a decidir su futuro votando en un referéndum, mientras que solo un 20% están en contra. Una cifra similar a la que se va recogiendo no solo en el CEO sino en otras encuestas desde hace años. El apoyo al referéndum consigue uno de aquellos consensos transversales en Catalunya, a pesar de que, hoy por hoy, no tenga el apoyo político necesario en el Estado.