La nueva dirección de ERC en Barcelona enfría la entrada en el gobierno de Collboni

Cruz Camacho mantiene que "revisará" el pacto que firmó la anterior dirección con el PSC

Cruz Camacho y Oriol Junqueras en el plenario del congreso de ERC en Barcelona este domingo
27/04/2025
3 min

BarcelonaUno de los motivos principales por los que se presentó Creu Camacho en las primarias de ERC en Barcelona fue para canalizar el malestar que generó la suspensión sine die de la consulta sobre la entrada en el gobierno de Jaume Collboni de hace casi un año. Una vez proclamada oficialmente presidenta de los republicanos en Barcelona –tras ganar las primarias por 14 votos–Camacho mantiene el compromiso de reabrir el debate, pero de hacerlo primero "revisando" el pacto firmado por la anterior dirección y después valorando si es oportuno entrar ahora a gobernar con los socialistas en Barcelona. De hecho, entre los críticos que han conformado esta candidatura se encuentra buena parte de la militancia que se oponía a ese acuerdo y que reprochaba a la anterior dirección de la federación, que hasta ahora presidía Eva Baró, que no hubiera reanudado el debate. Consideraban que si esa consulta se hubiera celebrado, la militancia no habría validado el acuerdo.

"Cumpliremos con lo dicho. Planificar un congreso antes del verano, hablar con el grupo municipal, conocer el pacto, en qué situación se encuentra y cómo ha evolucionado, y presentarlo en un congreso y que la militancia decida", ha afirmado este domingo Camacho en una atención a los medios de comunicación. En el ecuador del mandato, aparte de lo que piense la militancia de ERC sobre el acuerdo, también hay otro factor a tener en cuenta: si el PSC sigue estando dispuesto a aceptar que los republicanos entren a formar parte de su gobierno municipal. Sin embargo, el objetivo de los críticos es que el debate quede cerrado con una votación de la militancia, aunque sea simbólica. Es decir, que las bases se pronuncien sea cual sea el escenario, también por decir no a negociar con el PSC.

La nueva dirección de la federación puede convocar un congreso presencial –como el de hace un año– sin necesitar el aval de la dirección nacional, pero en caso de que hiciera una consulta específica sobre esta cuestión sí que sería necesaria la autorización de la cúpula de la calle Calàbria. La actual secretaria general y líder del grupo municipal en el consistorio, Elisenda Alamany, había defendido el pacto en su día. Ahora, ningún miembro de la dirección nacional se ha pronunciado oficialmente sobre si son partidarios de abrir el debate ni de si ERC debe entrar ahora en el gobierno municipal. Eso sí, internamente existen varias voces que admiten que ahora ya no es el momento y dan por amortizado el debate. Defienden, además, que el pacto alcanzado hace un año, ahora no serviría para someterlo a votación de la militancia porque la situación no es la misma.

¿Integración?

Más allá del debate sobre la entrada en el gobierno municipal, la nueva dirección de la federación también tendrá que afrontar otras. Tendrá que decidir, por ejemplo, si integra a miembros de la candidatura oficialista de Eva Baró en la nueva dirección. Es una opción que prevén los estatutos del partido en caso de que la lista escogida no supere el 55% de los votos, como ocurrió este fin de semana (Camacho se quedó con un 49,6% de los votos). La nueva presidenta de la federación barcelonesa no se ha pronunciado al respecto, todavía, pero sí ha asegurado que quiere "contar con todo el mundo". El hecho de que haya integración o no indicará la relación que la nueva dirección de Barcelona tendrá con la cúpula nacional y si la federación volverá a actuar como un contrapoder –como ocurrió históricamente– después de la etapa de Eva Baró.

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