La ONU reclama una investigación "inmediata y completa" de la tragedia en Melilla
La Fiscalía española abre diligencias para aclarar las causas de la muerte de al menos 23 migrantes
Madrid / BarcelonaPor un lado, la ONU y, por otro, la Fiscalía han reclamado este martes aclarar con urgencia los motivos de la muerte el pasado viernes de al menos 23 personas que intentaban saltar la valla en Melilla. La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ha firmado un decreto este martes en el cual encarga a la fiscal de sala coordinadora de extranjería, Beatriz Sánchez, averiguar las "circunstancias" que provocaron, "según informaciones periodísticas, la muerte de un mínimo de 23 personas en territorio marroquí y la lesión de otras muchas". La decisión de Delgado se fundamenta en la "transcendencia y gravedad de los hechos, que podrían afectar derechos humanos y derechos fundamentales de las personas, así como en la singularidad y complejidad de la investigación", añade la Fiscalía.
Según explica el ministerio público, la fiscal de sala ya había elevado esta mañana una petición a Delgado para abrir diligencias. Ha dado el paso cuatro días después del suceso y ante la presión de formaciones políticas y organizaciones a favor de los derechos humanos que han reclamado investigaciones independientes y también de los estados implicados, España y Marruecos (el Defensor del Pueblo ha hecho varias peticiones de información sobre la cuestión). Entre ellas, la misma ONU.
La relevancia de la tragedia ha hecho que este martes el comité de las Naciones Unidas sobre los trabajadores migrantes haya pedido a los dos países que investiguen de manera inmediata y completa las causas de la muerte de 23 migrantes subsaharianos. "Queda por establecer si las víctimas murieron al caer la valla, durante el alud o como resultado de alguna acción de los agentes de fronteras", ha señalado el organismo de la ONU encargado de velar por el cumplimiento de la convención internacional sobre los derechos de los trabajadores migrantes.
La ONU recuerda que se trata "del número más alto de muertes registradas en un solo incidente durante muchos años de migrantes que intentan cruzar desde Marruecos hacia Europa a través de los enclaves españoles de Melilla y Ceuta", y que un centenar de guardias fronterizos marroquíes "también resultaron heridos". "Hemos recibido informes de migrantes golpeados con porras, patadas, empujones y atacados con piedras por los funcionarios marroquíes mientras intentaban escalar la valla de alambre espinoso, de entre seis y diez metros de altura, que separa Marruecos de Melilla", dice el comunicado de este martes. El organismo reclama a Marruecos y a España que "garanticen el respeto de los derechos humanos de los migrantes en su frontera conjunta y, en particular, que sus agentes fronterizos se abstengan de cualquier uso excesivo de la fuerza contra los migrantes".
Marruecos rechaza las acusaciones
Por otro lado, el régimen marroquí ha rechazado las acusaciones de vulneraciones de derechos de los migrantes ante la publicación de imágenes de personas tiradas por el suelo, algunas heridas, en pleno sol. De hecho, ha desviado la atención acusando a su archienemigo, Argelia, de haber abierto las puertas de su frontera occidental a líderes "aguerridos y entrenados con perfil de milicianos experimentados en zonas de conflicto". En un comunicado, la embajada marroquí en Madrid asegura que los migrantes "iban armados con palos, machetes, piedras y cuchillos" y que 140 agentes resultaron heridos, uno de los cuales continúa hospitalizado.
Como se podía esperar, a pesar de la dureza de las imágenes que pudieron publicar entidades locales defensoras de los derechos humanos, Rabat asegura que "las fuerzas del orden mostraron un alto sentido de control y profesionalismo". El comunicado justifica los hechos alegando que en su punto del salto había cuatro corredores estrechos, donde habrían quedado atrapadas las víctimas.
Marruecos exhibe músculo en su gestión de las fronteras por la cual recibe ayudas del gobierno español y de la UE y asegura que ha desmantelado 1.300 redes de tráfico en cinco años y 100 este 2022 y que ha abortado 360.000 intentos de entradas en territorio español. Rabat se compromete a "reforzar su cooperación con sus socios en el marco de la responsabilidad compartida y su importante contribución a la seguridad nacional". Como el gobierno español, Marruecos también se excusa en "la presión migratoria orquestada por las mafias". Este es precisamente el argumento que la parte socialista del gobierno español esgrime todavía para descartar cualquier tipo de investigación, a pesar de que las presiones ya lleguen desde organismos internacionales.