Pablo Casado lleva a Barcelona su cruzada contra la inmersión

Barcelona"El catalán es una lengua profundamente española, y se debe defender y promover con los mismos instrumentos con los que se promociona el español". Con estas palabras, el líder del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, ha reivindicado la lengua catalana en un acto contra la inmersión lingüística que se ha desarrollado casi íntegramente en castellano. Tanto él como el presidente del partido, Pablo Casado, han defendido que se tiene que proteger el catalán, aunque uno y otro han asociado el uso de esta lengua a las escuelas con un "proyecto político determinado" y una "imposición ideológica". Después de que Ciudadanos iniciara su ofensiva contra la inmersión por tierra, mar y aire, también el PP ha querido participar in situ en la cruzada. Saliendo de reunirse con representantes de diferentes entidades unionistas, Casado ha anunciado una ofensiva legislativa para proteger el castellano, ha exigido la aplicación del artículo 155 en Catalunya para que se cumpla la sentencia del 25% de español en las aulas y ha asimilado el caso de la familia del niño de la Escola Turó del Drac de Canet de Mar con la segregación racial que había en los Estados Unidos en los 60: "Kennedy escuchaba a los alumnos ante la segregación; tiene que haber presidentes como Kennedy que decidan dar la batalla".

El líder del PP ha cargado contra "el señalamiento" de la familia de Canet que pidió el 25% de las clases en castellano en la escuela y que en los últimos días ha levantado polvareda. "¿Hasta dónde ha llegado el veneno nacionalista?", se ha preguntado: "Estamos aquí defendiendo los derechos lingüísticos y la libertad educativa que consagra nuestra nación". El dirigente conservador ha hablado de un "auténtico apartheid lingüístico" y ha recordado la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que da la razón a la familia: "Nadie está hablando de prohibir el catalán. ¿Por qué se oponen?". Para el conservador, el motivo es que "están usando la lengua como un instrumento de ingeniería social". Y ha recordado al Govern que no cumplir con el pronunciamiento judicial puede implicar un "delito de desacato, de desobediencia" y de "prevaricación": "Si persiste en esta actitud, acudiremos a los tribunales", ha avisado.

Así, Casado ha exigido al presidente español, Pedro Sánchez, que aplique el 155 a la Generalitat si no se da cumplimiento a la sentencia del 25% en castellano. Y ha anunciado, además, una serie de medidas. El PP ha registrado una proposición de ley en el Congreso para la creación del "cuerpo de alta inspección educativa" que tiene que garantizar "el fin del adoctrinamiento" en las escuelas. "Se evitará la ineficacia que la alta inspección ha tenido hasta ahora, por falta de personal o de rango normativo", ha explicado. Como ya hizo Cs, los conservadores también han llevado el caso a Europa y han registrado una "pregunta escrita en la Comisión Europea", así como un escrito a la "comisión de peticiones del Parlamento Europeo".

Ley de lenguas

"Cuando llegamos al gobierno, se aprobará la ley de lenguas a nivel nacional", ha insistido, lamentando tener que "regular una ley para blindar, tutelar y defender tanto la libertad de elección de lengua en la educación como para la función pública y la neutralidad del espacio público lingüístico". En paralelo, desde el PP proponen una "reforma de la ley de educación" que incluya todas las lenguas oficiales como "vehiculares". De hecho, Fernández ha defendido que la inmersión lingüística ha contribuido a la reducción del uso del catalán en las calles. "El separatista cree que a través de la inmersión es la única manera de que el catalán salga adelante", ha dicho, y ha argumentado –de nuevo, en castellano– que "sería mucho más útil que intentáramos promover en positivo el catalán".