Paluzie a Aragonès: "President, haga la independencia"
La presidenta de la ANC reclama "liderazgo institucional" y avisa que no habrá "concesiones" en la mesa de diálogo
BarcelonaProbablemente esta era la Diada más difícil de ANC y Òmnium tras diez años de movilizaciones y en un contexto de desunión palpable entre los partidos independentistas por la falta de rumbo compartido. Ahora bien, esto no ha impedido que miles de personas –400.000 según los cálculos de la organización y 108.000 para la Guardia Urbana– hayan salido otra vez a la calle para reclamar la independencia y presionar al Govern, que desde finales de 2017 no responde a las demandas de la Assamblea. "President, haga la independencia", ha proclamado la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, emulando la célebre frase de su predecesora Carme Forcadell, cuando en 2014 pidió a Artur Mas, entonces president, que pusiera las urnas.
Desde entonces ha llovido mucho y el independentismo civil y el institucional han dejado de ir de la mano. La reunión de la mesa de diálogo prevista para la semana que viene no entusiasma a la Assamblea, que ha pedido "liderazgo institucional y político", además de un "proyecto propio" para Catalunya entorno al ejercicio de la autodeterminación. Paluzie ha tildado al Estado de "represor" porque no respeta los derechos individuales y colectivos de la ciudadanía de Catalunya, pero tampoco ha avalado la actuación del Govern de la Generalitat. "Se tiene que dejar de esperar concesiones que no vendrán nunca", ha pedido en un dardo contra el ejecutivo presidido por Pere Aragonès, añadiendo que la situación se ha hecho evidente esta semana con la suspensión de la ampliación del aeropuerto de El Prat. Paluzie cree que hay que tirar por el derecho y "ganar" la independencia en la calle, porque "el derecho a la autodeterminación no se pide al estado opresor". "Se ejerce", ha clamado, entre gritos de independencia de los asistentes.
Los mensajes internos hacia las filas independentistas también se han producido por parte de Jordi Cuixart, en su primera manifestación después de ser indultado y salir de prisión, y por parte del presidente de la Associació de Municipis per la Independència, Jordi Gaseni. El presidente de Òmnium ha reivindicado el derecho de la sociedad civil a "presionar" a los políticos, "los de aquí y los de ahí", puesto que esta es una de las funciones –ha recordado– que siempre ha hecho empujar el Procés. Sin mojarse sobre cuál es el camino a seguir –a diferencia de la ANC que aboga por la unilateralidad, Òmnium no defiende una estrategia concreta–, Cuixart ha pedido que los partidos se pongan de acuerdo en un camino compartido y para que sus líderes "estén a la altura".
El presidente de Òmnium ha hecho vibrar al público con su lema "lo volveremos a hacer" –al que Paluzie ha añadido "lo volveremos a hacer mejor"– y con proclamas a favor de los derechos fundamentales y de los "miles" de represaliados a raíz del Procés. "Ni con prisiones, ni con exilio, la dignidad de este pueblo es insobornable", ha proclamado Cuixart.
Desde el AMI, Jordi Gaseni se ha desinhibido ante los miles de personas que le escuchaban espetando un "que se jodan" dirigido a todos aquellos que querían que la Diada pinchara. El alcalde de l'Ametlla de Mar ha puesto en valor la movilización de este año, según él todo un éxito, teniendo en cuenta el desaliento que planea en las filas soberanistas. "Lo hemos vuelto a hacer", ha dicho, reclamando nuevas movilizaciones para "recuperar las calles" y un acuerdo entre los independentistas para "no poner más difícil" el Procés, que ya lo es mucho –ha explicitado–.
Aragonès en la manifestación
La protesta se ha iniciado en las calles de Barcelona hacia las cinco de la tarde, cuando ya se han empezado a hacer notar las esteladas alrededor de la plaza Urquinaona, donde empezaba el recorrido de la marcha. Un río de gente ha desfilado por la Via Laietana con momentos de más y menos ambiente, con cánticos como '"1 de Octubre, ni olvido ni perdón", "independencia" y pancartas para reclamar que la Generalitat vuelva a la acción.
Las formaciones independentistas han aprovechado el meeting point de la ANC en la plaza Catalunya para enviar su mensaje en esta Diada Nacional. Marta Vilalta (Esquerra) ha hecho un llamamiento para "sumar y hacer piña" ante la mesa de diálogo; la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que se ha negado a hacer declaraciones en castellano por ser Onze de Setembre, ha acusado al presidente español, Pedro Sánchez, de "torpedear" la negociación con la Generalitat; mientras que Edgar Fernández, de la CUP, ha reclamado no abandonar la confrontación con el Estado.
Pero esta Diada no ha sido la más cómoda para los políticos, puesto que había enojo entre las bases por las tensiones constantes entre socios. Seguramente el más aclamado en este contexto ha sido Jordi Cuixart, que encabezaba la manifestación con Paluzie y con personas de la sociedad civil como el cantautor Lluís Llach, miembro destacado del Consell per la República. Los políticos han quedado en otro plano y algunos de ellos han tenido que recoger muestras de rechazo. El mismo president de la Generalitat, Pere Aragonès, cuando ha hecho acto de presencia en la protesta, en la zona de la delegación de Esquerra, ha sido la diana de los silbatos de un gran número de manifestantes, mientras otros intentaban que se sintiera más el clamor de "president, president". Un episodio que se ha desvanecido rápidamente y parecido al que ya se produjo la vigilia de la Diada en el Fossar de les Moreres con Oriol Junqueras (ERC).
Los que también ha tenido un lugar reservado en la protesta han sido los expresidentes de la Assamblea. Por primera vez después de los indultos han podido participar de forma conjunta en la movilización Carme Forcadell y Jordi Sànchez, encarcelados por el 1 de Octubre durante casi cuatro años. También los ha acompañado Agustí Alcoberro, que cogió las riendas de la Assamblea de forma transitoria cuando Sànchez fue privado de libertad el 16 de octubre de 2017.
La manifestación ha avanzado sin incidentes –solo ha habido tensión al final ante la jefatura de la Policía Nacional– y solo se ha visto interrumpida de forma momentánea por ex miembros de la ANC. El colectivo escindido Donec Perficiam ha irrumpido ante la cabecera con una pancarta negra con insultos, pero el susto se ha esfumado al cabo de pocos minutos cuando han accedido a retirarse sin más.