El caso Borràs

Todas las patatas calientes que Vergés tiene sobre la mesa

Con la suspensión de Borràs, la republicana toma las funciones de presidenta

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Alba Vergés, en una fotografía de archivo

BarcelonaLa ex consellera de Salud y vicepresidenta del Parlament, Alba Vergés, ya se veía haciendo campaña para ser alcaldesa de Igualada. Ahora, sin embargo, tendrá que renunciar a los puerta a puerta para abordar las carpetas más importantes (y delicadas) del Parlament como vicepresidenta con funciones de presidenta después de la suspensión de Laura Borràs.

 Dimisiones para compensar la balanza

Una de las exigencias de la secretaria Aurora Madaula durante la última mesa de Laura Borràs como presidenta fue que la votación de su suspensión se pospusiera hasta septiembre. Era un 28 de julio y fue suspendida pocos minutos más tarde. Acto seguido, sin embargo, los partidos marcharon de vacaciones. Todo está parado: ni contactos preliminares ni ninguna negociación sobre cómo resolver la situación. Según fuentes de los partidos, todo se reactivará el 23 de agosto. Esta negociación es la principal carpeta que tiene Alba Vergés encima la mesa y, de hecho, es un tema pendiente que puede acabar con su dimisión: Junts reitera que ninguna solución pasará por que dimita Borràs y la única salida para que Junts vuelva a tener las funciones de la presidencia es que dimitan Vergés y Madaula y se intercambien los cargos para que Junts pase a controlar la vicepresidencia primera después de una votación en el pleno. Este miércoles, Nacho Martín Blanco (Cs) ha instado a ERC y Junts a ponerse de acuerdo, una demanda que los últimos días han reiterado todos los partidos.

Habrá que mojarse por el voto de Lluís Puig

El primer pleno que tendría que presidir Vergés será el debate de política general, el más importante del año junto con el de presupuestos. A un debut por la puerta grande se suma un elemento que todavía pondrá más focos encima: tendrá que decidir si mantiene la delegación de voto de Lluís Puig, con las consecuencias judiciales que pueden derivar de ella. En la última votación de la mesa sobre este tema –se decidía si Puig podía participar en las comisiones– ERC se abstuvo. Si mantiene esta posición habrá un empate en la mesa y Vergés se tendría que mojar. Los republicanos justificaron esta decisión diciendo que había que reformar el reglamento. De hecho, los letrados presentaron a inicios de legislatura una propuesta de reforma que Vergés también se encontrará encima de la mesa. Incluye la eliminación del polémico artículo 25.4.

La duda de si sustituir a Andreu

En la primera mesa que presida Vergés se encontrará frente a frente con el letrado mayor, Miquel Palomares, en el lugar que corresponde a la figura del secretario general de la cámara. El cargo está vacante desde que Esther Andreu dimitió por el caso de la plaza de ujier que ganó su hijo. ¿Se atreverá ERC a nombrar un nuevo secretario? Los republicanos quieren mantener un perfil bajo y hacerlo representaría otorgarse una de las prerrogativas más importantes de la presidencia del Parlament, que sobre el papel le corresponde a Junts. De momento, fuentes republicanas apuntan que el debate sobre la sustitución de la secretaria general no es una prioridad. De hecho, es un melón que Borràs prefirió no abrir en unos meses convulsos por el caso Juvillà, las licencias por edad y finalmente su suspensión.

Rehacer puentes con los trabajadores

Vergés tendrá que intentar rehacer muchos puentes: con Junts –debilitados desde la suspensión de Borràs–, con la CUP –malogrados desde el caso Juvillà–, y con los trabajadores, que ahora mismo están rotos. En la última reunión del pasado 28 de julio, la mesa decidió seguir adelante sin pacto con el personal, revocó todas las licencias por edad vigentes y aprobó un nuevo régimen de prejubilaciones. La decisión está tomada, pero las relaciones con los funcionarios todavía se han deteriorado más. Y eso que todavía falta la respuesta del comité de personal, que durante la negociación había acusado a la mesa de generar “indefensión” e incluso había pedido una mediación. El hecho de que Borràs responsabilizara a los funcionarios de la retirada del escaño de Juvillà todavía dificultó más un acercamiento.

Embate judicial y retórico con la JEC

Seguramente, uno de los primeros viajes oficiales que hará Vergés será el 28 de septiembre a Madrid para acompañar a la cupaire Eulàlia Reguant hasta el juicio en el Tribunal Supremo. Al cabo de unos meses, Vergés se puede encontrar con una sentencia condenatoria y una petición de la JEC de retirada del escaño. ¿Qué hará Esquerra? Los precedentes de Quim Torra y Pau Juvillà demuestran que el Parlament poco puede hacer ante esta orden. La decisión, pues, será si Vergés opta por mantener batalla retórica o por admitir que difícilmente se puede cambiar el desenlace de estas batallas. También vivirá el juicio a Borràs y una probable apertura de juicio oral contra Lluís Salvador y Josep Maria Jové por los gastos del 1-O. 

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