Elecciones en Euskadi

La posible victoria de EH Bildu abre una nueva época en Euskadi

Las urnas resolverán la pugna entre los aberzales y el PNV, que prevé reeditar la coalición con el PSE

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Carteles electorales de las diferentes opciones, en el centro de Legorreta, en Euskadi.

MadridLa izquierda aberzale nunca había estado en condiciones de ser la primera fuerza del Parlamento vasco. La historia podría cambiar en Euskadi este domingo, ante la posibilidad de que Euskal Herria Bildu (EH Bildu) gane las elecciones, no solo en escaños sino también en votos, y desbanque al Partido Nacionalista Vasco (PNV) como partido hegemónico. Las últimas encuestas apuntan a este escenario (28-29 a 26-27 diputados y un punto de diferencia en votos), por lo que en las últimas horas el PNV ha removido cielo y tierra para movilizar a sus votantes y que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) se ha cogido a unas polémicas declaraciones sobre ETA del candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, para intentar desgastarle. Sin embargo, las posibilidades de que haya un cambio de gobierno son prácticamente nulas, porque el PNV y el PSE tienen la intención de reeditar la coalición.

Sin embargo, la sociedad vasca puede enviar un mensaje a las urnas que hay que abrir una nueva época. De la mano de Pello Otxandiano y el liderazgo de Arnaldo Otegi, con ETA desterrada del debate callejero, la izquierda independentista se ha convertido en una opción válida de gobierno. "Hasta ahora la cuestión era quién es legítimo y quién no. En cambio, ahora es quien será mejor", resume Ion Ansa, exjefe de campaña de EH Bildu entre el 2011 y el 2017, en una conversación con el ARA. Su tesis es que, si el PNV queda por detrás en votos, se constatará que la formación abertzale ha completado un recorrido de aceptación en la sociedad suficiente para aspirar en un futuro a la Lehendakaritza. Por tanto, dice, los jeltzales deberían esforzarse en ser mejores.

Se da por hecho que Bildu ampliará su ventaja respecto al PNV en Guipúzcoa, ganará por primera vez en Álava y recortará distancias en Vizcaya. En los últimos días se ha hablado mucho de la batalla electoral de Álava porque es el territorio más disputado, con menos población y reparte los mismos diputados que los otros dos territorios históricos, 25. Por tanto, los escaños son más baratos y resulta más atractivo hacerle agujero. Tradicionalmente, Álava ha sido una zona difícil para EH Bildu –el PP gobernó en Vitoria entre 2011 y 2015–, pero el año pasado ganó las municipales en la capital y ahora le favorece que "la agenda alavesa esté muy ligada a la sanidad", una de las banderas de los aberzales en esta campaña para criticar la gestión del PNV, tal y como apunta la politóloga de la Universidad de Deusto Eva Silván.

Ahora bien, según la experta es casi más interesante lo que pueda ocurrir en Vizcaya, haga peneuvista, que aglutina la misma población que Álava y Guipúzcoa juntos. "Que Bildu pueda ganar en votos en Euskadi significa que está recortando distancias en Vizcaya, y éste sería el verdadero cambio profundo", apunta Silván. En esa línea, Ansa destaca que el principal granero de votos que los aberzales pueden recoger provienen del PNV. Si bien es cierto que EH Bildu se zampa buena parte del electorado que anteriormente optó por Podemos, en términos absolutos son superiores los votos que puede conseguir de la bolsa del PNV. De ahí que Ansa ve una cierta "desorientación ideológica" en el candidato nacionalista, Imanol Pradales, que ha pasado de un discurso socialdemócrata en precampaña a uno "macronista", más focalizado en temas de seguridad y en la agenda liberal, con el objetivo de diferenciarse de Bildu pero también por tapar el malestar de los sectores del PNV molestos por los acuerdos con formaciones de izquierdas en Madrid. Por esta rendija es por donde intenta pescar al PP.

ETA entra en campaña desde Madrid

El resultado de las urnas podrá dar alguna pista sobre si la irrupción de ETA en campaña en el tramo final habrá perjudicado o no a EH Bildu. Otxandiano evitó el lunes en una entrevista en la Cadena SER calificar a la banda de terrorista a la banda –se limitó a describirla como "armada"– y tuvo que acabar pidiendo disculpas. El martes hubo el debate electoral en castellano en ETB y nadie excepto Vox hizo referencia a la polémica, si bien los medios han puesto el foco y algunos partidos, como el PSE, han reivindicado su papel en el fin de ETA. Su candidato, Eneko Andueza, fue especialmente contundente –hablo de "bajeza moral", "indecencia" y "cobardía"–, aunque el PSOE ha tenido que hacer equilibrios por no cuestionar las alianzas con Bildu en Madrid.

De hecho, no ha sido una campaña cómoda para los socialistas y Pedro Sánchez se ha limitado a cumplir el expediente con tres actos, uno en cada capital. Haber dejado claro desde el inicio que no hará Otxandiano lendakari ha dejado a Andueza con "dificultades para crecer", analiza Silván. "El votante progresista que quiera un cambio sabe que el PSE no le va a facilitar", añade. Esto también hace que un cierto porcentaje de votante socialista viaje hacia Bildu, de quien hace unos meses se pronosticaba que había tocado techo y ahora se situaría en torno al 35% de los votos. Euskadi abrirá una nueva fase, pero con Bildu aún lejos de la mayoría absoluta –38 escaños– quienes podrán formar gobierno serán el PNV y el PSE, que habrá que ver si suman solos o necesitarán el apoyo de Sumar o el PP.

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