El presidente de UPN, sobre sus dos diputados: "Nos han mentido. No pueden continuar"

Sayas y Adanero se aferran al escaño a pesar de haber roto la disciplina de voto con el 'no' a la reforma laboral

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El diputado de UPN Sergio Sayas, al hemiciclo del Congreso

Madrid / BarcelonaMás allá del diputado del PP Alberto Casares, los otros dos grandes protagonistas de la semana en el Congreso son Sergio Sayas y Carlos García Adanero, los dos representantes de Unión del Pueblo Navarro (UPN). El presidente de la formación, Javier Esparza, no cree que puedan seguir porque el jueves rompieron la disciplina del partido votando en contra de la reforma laboral. "Nos han engañado a todos. Es que nos han mentido a todos, a toda la dirección del partido y al conjunto de la sociedad navarra y española, esta es la realidad", ha subrayado en declaraciones a los medios.

Se ha abierto una crisis importante en UPN, que ahora se apresura a estudiar si en sus estatutos hay alguna rendija que permita forzar la devolución del acta de los diputados, teniendo en cuenta que los implicados se niegan a hacerlo. "Hicimos lo que la inmensa mayoría de votantes de UPN habrían esperado que hiciéramos", se defendía este jueves Sayas en declaraciones a Efe, justificando así haber contravenido el criterio de la dirección del partido. Según ha explicado Esparza, el pasado lunes hubo una reunión de la ejecutiva en la que se decidió el voto favorable a la reforma. Y tanto en público como en privado, los dos diputados dijeron que no estaban de acuerdo, pero que acatarían la decisión.

El PSOE contaba con el voto afirmativo o la abstención de los navarros a lo largo de la semana, pero poco a poco se fue instalando el nerviosismo. Fuentes parlamentarias explican al ARA que el secretario de estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, consultaba a portavoces de otras formaciones si sabían con seguridad qué votarían Sayas y Adanero. Y la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, entraba en el hemiciclo para votar con la tranquilidad de que no habría sorpresas. "Lo importante es que se aprobará", respondía a los periodistas que preguntaban sobre la mayoría ajustada para convalidar la reforma, que en ese momento se preveía de 176 a 173.

Fuentes socialistas explicaban pocos minutos antes de la votación que se había pactado con UPN: el Partido Socialista Navarro (PSN) votaría en contra de una moción de reprobación al Ayuntamiento de Pamplona contra el alcalde, Enrique Maya, de Navarra Suma, la coalición que UPN configura con el PP y Cs en la comunidad foral. Era una iniciativa que el PSN impulsaba junto con otras formaciones y, en beneficio de la reforma laboral, aceptaba retirarle el apoyo. Las mismas fuentes se jactaban de haber conseguido pactar con dos diputados "muy de derechas". Pero la traición de Sayas y Adanero se supo antes de que se produjera el pleno y los concejales del PSN acabaron votando con EH Bildu la reprobación de Maya en Pamplona.

Contactos con Vox a lo largo del día

A pesar de que el miércoles los votos estaban teóricamente asegurados, por la mañana algunos movimientos inquietaron a la bancada socialista. Después del debate entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, empezaron los turnos de intervención de los grupos pequeños. Ni Sayas ni García Adanero quisieron aprovechar su turno de palabra como representantes del grupo mixto. De hecho, se fueron del hemiciclo y a Adanero se lo vio almorzando con los dirigentes de Vox Iván Espinosa de los Monteros y Macarena Olona. A lo largo del día, tanto el uno como el otro estuvieron hablando con miembros del PP y del partido de extrema derecha. Este viernes, Adriana Lastra (PSOE) se ha preguntado cuál era el "precio" que habían pagado los populares por el "transfuguismo" de Sayas y Adanero.

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