Primera crisis territorial en Aliança Catalana
El núcleo impulsor en el Pirineo se da de baja del partido por disensiones con la dirección

BarcelonaAliança Catalana ha ido constituyendo estas últimas semanas sus comités ejecutivos comarcales. El objetivo es organizarse en todo el territorio con la vista puesta en las próximas elecciones municipales. El partido xenófobo tiene ya una veintena de comités, la mayoría de ellos en la demarcación de Barcelona (12), pero también tiene 4 en Girona y en Tarragona. En Lleida, en cambio, sólo tiene 2: en el Segrià y en el Pla d'Urgell. Justamente en esta demarcación es donde se ha abierto la primera crisis territorial de la formación de extrema derecha.
Los primeros militantes de Aliança Catalana en el Pirineo quisieron dotarse de una dirección y convocaron un congreso el 22 de diciembre en la Seu d'Urgell que no llegó a celebrarse. El problema es que querían constituirse como una veguería cuando los estatutos de la formación sólo contemplan la organización por comarcas. El pulso entre la dirección y este núcleo acabó con la apertura de expedientes disciplinarios a dos de sus dirigentes, que fueron expulsados (aunque uno se dio de baja antes) por haber convocado el congreso sin la autorización de la dirección. Otros dos militantes también han acabado marchando y un par de simpatizantes que estaban en el núcleo impulsor también han hecho las maletas.
"El Pirineo tiene poca población y no tenemos suficientes militantes en las comarcas para crear un equipo en cada una de ellas", razona Àngel Font, uno de los dos dirigentes expedientados. Asegura que una parte del partido les apoyó en un primer momento y les animó a salir adelante con Jordi Aragonès a la cabeza, pero después "se escondió", cuando el sector contrario, liderado por Oriol Gès, impuso sus tesis. "Nos hemos visto en medio de una pugna interna de la dirección", añade Font, que debía ser el secretario de organización. De nada sirvió que siguiendo "las indicaciones de Aragonès", según Font, reconvirtieran el congreso de la veguería en el de la agrupación de las comarcas de los dos Pallars, Alta Ribagorça, Vall d'Aran y Alt Urgell y se comprometieran a elegir comités comarcales cuando fuera posible.
Quien debía ser el presidente de Aliança Catalana en el Pirineo es el otro expedientado. Se trata de Ramon Porta, concejal de Junts en Tírvia, al que han dejado de darle la vuelta al recibo de la cuota del partido sin comunicarle que había sido expulsado. "Nosotros somos los ideólogos de Aliança en el Pirineo, pero los que mandan son Oriol Gès y compañía", lamenta el edil sobre el secretario de organización del partido. También denuncia "la incongruencia" que les prohíban montar un núcleo del Pirineo y que en el Baix Llobregat haya dos.
Desde la dirección del partido minimizan las bajas y aseguran que en estas últimas semanas han entrado hasta seis militantes nuevos. Sin embargo, no se atreven a aventurar cuando podrían celebrar un congreso. "Ahora la prioridad es el Urgell y después el Noguera", sostienen. El caso es que la cuenta que tenía este núcleo en X le ha pasado a controlar la dirección y está inoperativa desde su salida y los ex militantes han creado uno nuevo.
"Imponer la agenda de Orriols"
Más allá de cómo organizar el partido en las tierras pirenaicas, el núcleo fundacional muestra divergencias ideológicas con la dirección. "Alianza es contrario al islam, pero para nosotros éste no es el principal problema. Silvia Orriols sólo habla de inmigración, es monotemática, y quiere aplicar la plantilla que utiliza en Ripoll en todas partes, cuando aquí en el Pirineo tenemos otros problemas porque no hemos tenido un crecimiento poblacional relevante", critica Font. En este sentido, cuestiona que no se hable del sector primario como la ganadería o la agricultura, claves en estas tierras. "Si queremos ser independientes, la autosuficiencia alimentaria es primordial", subraya Font, que no entiende como los diputados por Lleida de Aliança, primero Abad y después Rosa Maria Soberana, no les hayan venido a ver todo este tiempo para conocer las problemáticas del territorio.