Partidos políticos

El PSC culmina la simbiosis con el PSOE en el peor momento de Sánchez

El presidente español elige a Montse Mínguez como portavoz, un cargo que hasta ahora nunca habían ocupado los socialistas catalanes

Salvador Isla y Pedro Sánchez.
04/07/2025
3 min

BarcelonaCuando estalló el escándalo del caso Cerdán, la primera reacción de los dirigentes del PSC fue de asombro y, después, de avergüenza. Así lo reconocían tanto por delante como detrás de las cámaras a los primeros espadas de los socialistas catalanes, que reiteran que hay que tener "tolerancia cero" contra la corrupción y piden llegar hasta el final para esclarecer las responsabilidades en la trama que presuntamente implica a los dos últimos secretarios de organización del PSOE, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, y el . Ahora bien, la línea que defenderán los máximos dirigentes del PSC en el comité federal del PSOE este sábado seguirá siendo de apoyo "absoluto" al presidente español, Pedro Sánchez, según confirman fuentes del partido. Los socialistas catalanes, de hecho, van a profundizar en el vínculo con el partido del presidente español en su momento más difícil.

La culminación de la simbiosis entre los dos partidos tendrá su principal traducción en la elección de la leridana Montse Mínguez como nueva portavoz del PSOE. Es la primera vez en la historia que el PSC asume este cargo, que convierte a los de Salvador Illa en la voz de Ferraz. Mínguez, que tendrá a la gallega Enma López como adjunta, ha subido como una calabacera en Madrid después de dar el salto a la cámara baja en el 2019, donde ya comanda el grupo socialista. Y desde la salida de Cerdán era una de las cuatro personas del equipo interino en manos de quien Sánchez dejó la secretaría de organización. Se especulaba incluso con que pudiera llegar a ocupar el puesto de número tres del PSOE, si bien finalmente esta responsabilidad recaerá en la valenciana Rebeca Torró.

Aunque bajo la batuta de Sánchez en Madrid y de Isla en Barcelona el PSC y el PSOE han logrado una integración inédita, el líder de los socialistas catalanes reivindicaba hace unos días que se trata de dos organizaciones distintas. Un argumento que utilizó cuando la oposición catalana quiso reprocharle los casos de corrupción que salpican al PSOE por su etapa como exministro de Sanidad: "Mi partido es el PSC", dijo. Pero la realidad es que ya hace días que en la formación dan por hecho que el vínculo entre ambas organizaciones saldrá reforzado del cónclave. "El PSC, como siempre, acude al comité federal del PSOE con la voluntad y actitud de sumar, colaborar y fortalecer el proyecto colectivo que representa el socialismo", aseguraba la número 2 del PSC y portavoz del partido, Lluïsa Moret, en una entrevista en el canal 324.

El impacto en Cataluña

El estallido del escándalo del caso Cerdán cogió al PSC en el tramo final de una de las negociaciones clave para la legislatura: la financiación singular. Oficialmente, el Gobierno siempre ha mantenido que este asunto no ha afectado a las conversaciones, aunque fuentes de las tres formaciones implicadas sí admitían que el descalabro en el PSOE con el informe de la UCO que destapó la trama paralizó un diálogo que, en su última fase, ya se había ralentizado por las reticencias de la ministra de Hisro el Estado a la financiación, según se quejaban los republicanos. Por último, se pactó celebrar una Comisión Bilateral el 14 de julio en la que el Gobierno espera (pero no asegura) poder dar "los detalles" del nuevo modelo.

Con todo, los socialistas no sufren por la posibilidad de que ERC pueda incrementar la presión sobre el gobierno del PSC por el caso Cerdán, siguiendo la estela del PP. De entrada, el ejecutivo catalán intenta defender que la crisis en el PSOE es independiente del gobierno español, aunque el epicentro de las corruptelas que investiga el juez Leopoldo Puente fue el ministerio de Transportes de Ábalos. "Una cuestión son las actuaciones del PSOE y otra es el día a día del gobierno de España", dijo la portavoz del Govern y consellera de Territori, Silvia Paneque. Más allá de la retórica, el Gobierno se afana en hacer valer los acuerdos alcanzados entre los dos ejecutivos socialistas –por ejemplo, con el traspaso de Cercanías y la ampliación del aeropuerto– para reivindicar su continuidad, que es también condición para que Salvador Illa pueda cumplir sus propios pactos con ERC y sacar adelante la legislatura catalana.

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