PSOE y Unidas Podemos pactan cómo negociar la reforma laboral pero no su contenido

Sánchez convoca a Calviño y Díaz a una cumbre el martes para fijar la posición de fondo

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La vicepresidenta primera del gobierno español, Nadia Calviño, en una intervención al Congreso  de Diputados

MadridEl gobierno español pacta una fórmula para negociar la reforma laboral con el resto de actores sociales y evidencia que hay debate sobre su contenido. El número 2 de Yolanda Díaz, el secretario de estado Joaquín Pérez Rey, seguirá liderando las conversaciones, pero habrá presencia de directores generales de otros ministerios. El próximo martes se celebrará una reunión con el presidente, Pedro Sánchez, y las vicepresidentas Calviño y Díaz para fijar la posición del ejecutivo en cuanto al fondo de la reforma. A esta cumbre del día 2 de noviembre también acudirán representantes de Hacienda, Seguridad Social, Educación y Formación Profesional.

Las reuniones con la patronal y los sindicatos son los miércoles por la mañana y cada martes a las cinco de la tarde habrá una reunión del ejecutivo para prepararla. Acudirán el secretario de estado de Trabajo, el de Economía, el de Seguridad Social y Pensiones y, en función de los temas a tratar, podrán acudir otros representantes de ministerios afectados. Estas mismas personas se volverán a encontrar el miércoles por la tarde para analizar el desarrollo de la mesa y coordinar el trabajo de preparación de la siguiente mesa de diálogo social. Además, cuando sea necesario por la "importancia o complejidad política de los temas, se producirán reuniones a nivel de vicepresidentas y ministros", dice el comunicado pactado entre la Moncloa y la vicepresidencia segunda.

"Queríamos una mesa de coordinación de contenidos y Sánchez la ha convocado, tal como Díaz le ha pedido al propio presidente", celebran desde el equipo de la vicepresidenta segunda. "Estamos muy satisfechos porque se aclarará la cuestión de los contenidos y todo seguirá igual porque la liderará Joaquín Pérez Rey", insisten. "Doy las gracias a los equipos negociadores porque fijaremos de nuevo el alcance de la reforma más importante para el país. El presidente nos permitirá hablar de contenidos de la reforma laboral, el plan más ambicioso para acabar con la precariedad", ha celebrado la propia ministra de Trabajo en declaraciones a los medios.

El pacto no lo han desencallado Sánchez y Díaz, sino los equipos negociadores formatos por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por parte del PSOE; y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la propia Díaz, informan fuentes de Moncloa. En la parte socialista del ejecutivo celebran que haya otros ministerios implicados, incluido el de Calviño, y porque se consigue una "plena coordinación antes, durante y después de la mesa de negociación".

Díaz: "¿Qué ha pasado ahora?"

Esta mañana la portavoz del ejecutivo, Isabel Rodríguez, negaba todavía que hubiera discrepancias sobre el contenido, tal como ya manifestó este martes. Estas palabras fueron rebatidas por Díaz, que aseguró que no había un problema "de metodología", sino discrepancias en el contenido que el PSOE tenía que aclarar. La convocatoria del martes, sin embargo, pone de manifiesto que todavía se tiene que cerrar una posición unánime dentro del gobierno. El comunicado de la Moncloa especifica que la posición en la mesa de diálogo social será "en los términos del acuerdo del gobierno de coalición". A pesar de que Díaz ha insistido en que no había problemas de "metodología", sí hay cambios en la representación del gobierno en la mesa de diálogo social: a partir de ahora habrá directores generales de otros ministerios.

Antes del anuncio, Díaz mostraba su "sorpresa" esta mañana desde Roma. "Lo que me pregunto es: ¿qué ha pasado ahora?", ha afirmado, después de señalar que la mesa de diálogo social había llegado a doce acuerdos esta legislatura y que el gobierno español los había asumido con normalidad como suyos. Ahora, sin embargo, la parte del PSOE ha reclamado participar. La fórmula pactada satisface a los dos socios de la coalición, si bien la prueba de fuego será el próximo martes en la reunión al más alto nivel entre Sánchez, Calviño y Díaz.

Desde Unidas Podemos atribuyen a la vicepresidenta primera las reticencias con el plan de reformas impulsado por Díaz, y confían en que se imponga el convencimiento de Sánchez para derogar la reforma laboral, tal como prometió el líder socialista en la clausura del 40º congreso del partido hace dos fines de semana en Valencia. De hecho, Díaz le ha pedido esta mañana que se moje.

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