Puigdemont prevé volver por las elecciones aunque pueda ser detenido

BarcelonaSerá el expresidente Carles Puigdemont quien la próxima semana desvelará oficialmente su intención de encabezar la candidatura de Junts per Catalunya en las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo, pero por ahora la mayoría de fuentes consultadas por el ARA apuntan que quiere centrar todos sus esfuerzos en los comicios del Parlamento: es decir, se lo quiere jugar todo a una sola carta, al todo o nada. ¿Qué significa esto? Por un lado, gana fuerza que sólo se presente como cabeza de lista a las elecciones catalanas y no concurra a las elecciones europeas del 9 de junio –aunque éste era el plan inicial–; y, por otra, se prevé su regreso a Catalunya por las elecciones, ahora sí, dicen las fuentes junteras, real y efectivo, aunque sea a riesgo de ser detenido. Un riesgo que, en teoría, debería ser limitado cuando la amnistía entre en vigor, dado que la ley marca el levantamiento de las órdenes de detención. Fuentes del Supremo reconocen que éste es un escenario a tener en cuenta, informa Ot Serra.

Así pues –si no hay un giro de guión de última hora–, Junts perfila una campaña con un solo candidato en la Generalitat –Puigdemont–, sin planes B, porque dicen que con la amnistía podrá ser un candidato efectivo, y centrada en un mensaje claro: la posibilidad de un retorno del exilio y una “restitución” al frente del Gobierno casi siete años después de su destitución por el 155. Un planteamiento de campaña electoral que sería más similar a la del 2017, en el que Puigdemont era el único cabeza de lista de Junts, que en la del 2021, en el que el expresidente lideró la lista de forma simbólica y Junts dijo abiertamente que la presidenciable era Laura Borràs. De hecho, el director de campaña, del entorno más cercano al expresidente, ya tuvo un papel clave en los comicios de 2017: será el actual presidente del grupo de Junts en el Parlament, Albert Batet.

Fuentes del partido consideran que la ley de amnistía, aunque el día de las elecciones aún faltarán quince días para que sea aprobada, da garantías suficientes al expresidente para que esta vez se arriesgue a pisar territorio español. Por ahora no están vigentes las euroórdenes –el Supremo no las ha vuelto a emitir– y solo está en vigor la orden de detención nacional por el 1-O, que debería decaer como medida cautelar una vez que la amnistía entre en vigor a finales de mayo.

En todo caso, el abogado del expresidente Gonzalo Boye ha asegurado en una entrevista en RAC1 que Puigdemont está dispuesto a devolver y que le detengan, pero también ha insinuado que esta eventual cárcel no podría durar mucho: “No podrán impedir que sea presidente”, ha dicho, asumiendo que con la amnistía vigente tarde o temprano los tribunales deberían aplicarla.

Para el letrado, hay “miedo” a que Puigdemont sea candidato a las elecciones catalanas, las gane y pueda acudir al debate de investidura: por eso se han “coordinado” agendas, se ha reafirmado Boye, insinuando – como también hace Junts– que Esquerra y el PSOE se habrían “conchorchado” para adelantar elecciones catalanas antes de la aprobación definitiva de la amnistía y evitar así que Puigdemont pudiera beneficiarse. Una acusación que este viernes ha negado de forma contundente el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una entrevista en RNE. “He convocado elecciones el primer domingo que era posible. La fecha no la he escogido yo. Lo han decidido quienes han tumbado los presupuestos más altos de la historia”, ha asegurado.

La decisión de Europa

Ahora dicen, pues, que Puigdemont estaría dispuesto a volver. Pero ¿cuándo? Boye ha hablado de finales de mayo o principios de junio, una vez pasadas las elecciones y en torno a la constitución del Parlament, pero algunas fuentes de Junts consultades no descartan un retorno previo: en plena campaña electoral, aunque no esté aprobada la amnistía. Si lo hiciera en ese momento, la detención sería casi segura –la orden de prisión nacional está vigente por el 1-O–, pero también es cierto, interpretan estas fuentes, que marcaría un punto de inflexión en la campaña antes de la votación del 12 de mayo. Además, todavía sería eurodiputado, y por tanto tendría la protección de la inmunidad en la otra imputación que tiene encima: la de terrorismo por el Tsunami Democrático. En estos momentos, para realizar cualquier movimiento contra él en este caso, el Supremo debería pedir un suplicatorio al Parlamento Europeo, que ya no tendría tiempo de tramitarlo hasta después de las elecciones europeas.

Hasta ahora Puigdemont había asegurado que se presentaría a los comicios de la Eurocámara el 9 de junio de cabeza de lista. Incluso ya se había pensado cómo sería la campaña y se concebían los comicios como una especie de prueba del algodón sobre su apoyo electoral tras el pacto con el PSOE, sobre todo para valorar si daba un paso adelante de cara a las catalanas de febrero del 2025. Ahora bien, el adelanto electoral de Aragonès le ha dado la vuelta a los planes, y Puigdemont no sólo tiene cuello abajo ser el cabeza de lista a las elecciones al Parlament sino que incluso se plantea no concurrir a las europeas y aparcar ya la etapa europea.

¿Por qué motivo? Varias fuentes apuntan que de este modo da más crédito a que el retorno va en serio y no se le podrá acusar de ser un candidato simbólico porque se centrará en Catalunya sin guardar la carta de Europa –hay que tener en cuenta que ejercer ambos cargos a la vez es incompatible–. Ahora bien, desde el punto de vista de la seguridad personal, volver a presentarse a las elecciones europeas después de las catalanas le da un plus de protección: al ser el 9 de junio, podría ser diputado en el Parlamento y eurodiputado electo, de modo que afrontaría un posible retorno de cara a la constitución de la cámara catalana con la amnistía y, además, con cierta inmunidad. Una doble condición que podría mantenerse hasta el 16 de julio, el día que se constituye el nuevo Parlamento Europeo. Sería entonces cuando debería elegir entre ambos cargos, un momento en el que el resultado en Catalunya ya estaría claro. Este escenario, aseguran fuentes consultadas, no está descartado, pero los mensajes públicos de Junts van en dirección contraria: el propio secretario general de Junts, Jordi Turull, dijo que sería "extraño" que Puigdemont se presentara a las dos citas electorales.