Negociaciones para la investidura

Puigdemont comunica a la cúpula de Junts que ahora es el PSOE quien debe mover ficha

El expresidente celebra un cónclave en la Catalunya Nord para informar por primera vez presencialmente de las conversaciones

El expresidente Carles Puigdemont recientemente.

Barcelona / GeronaCónclave clave del expresidente Carles Puigdemont y la cúpula de JxCat en la Catalunya Nord en plena negociación con el PSOE. Según ha podido saber el ARA, este viernes se han encontrado el eurodiputado de Junts y la permanente del partido –aunque no todos sus miembros– para analizar la situación de la investidura de Pedro Sánchez. El encuentro es excepcional, puesto que Puigdemont no participa en las reuniones orgánicas de JxCat y es él quien lleva directamente las conversaciones con los socialistas. Es decir, es hoy que la máxima dirección orgánica de Junts ha recibido de primera mano cuál es el estado de la negociación con el PSOE y cuál es el margen para llegar a un acuerdo. ¿Y cuál ha sido la conclusión? Que esperan que los socialistas muevan ficha.

Los puntos más candentes de la negociación son la ley de amnistía y un sistema de mediación y verificación que dé "garantías" a Puigdemont del cumplimiento de los eventuales pactos por parte del gobierno español: a su juicio es necesario que se establezca un marco de negociación de cuatro años y que se reconozca a Cataluña como nación, lo que conlleva –consideran– un horizonte de autodeterminación. Así lo ha trasladado el expresidente a la dirección del partido y, de hecho, así lo expuso ya en la conferencia que dio en Bruselas el 5 de septiembre, donde fijó sus condiciones para pactar con Pedro Sánchez. Desde entonces se han sucedido las conversaciones de forma muy discreta, restringiendo la información al máximo a los órganos del partido, que ha dado confianza al expresidente para que sea él quien negocie. Por eso es importante la reunión de este viernes: es una puesta al día de la situación real de la negociación y una constatación de que hay voluntad de negociar, pero que las cosas no están maduras para cerrar nada.

Según varias fuentes consultadas, hasta ahora se ha avanzado en la amnistía, pero está siendo más difícil encontrar el sistema de "garantías" que reclama Puigdemont para llegar a un acuerdo. Para el eurodiputado, el PSOE debe aceptar negociar la resolución del conflicto político –el expresidente habla de "acuerdo histórico"– con la presencia de un actor neutral que supervise las conversaciones. Sea un mediador o una comisión de verificación, hasta ahora Puigdemont ha pedido que sea de composición internacional porque cree que es la única manera de garantizar que no tiene "intereses" en la política española. Para que realice esta tarea, para los junteros debe ser un mecanismo de consenso entre ambas partes. Sin embargo, de acuerdo con las fuentes consultadas por el ARA, los socialistas no aceptan que una figura de fuera del Estado realice esta función. Estarían abiertos a conformar una comisión de seguimiento de los pactos, como se establece en la mayoría de acuerdos políticos, y que cada una de las partes nombrara a personas de su confianza –y no personas neutrales y de consenso de ambas partes, tal y como ocurre en las mediaciones.

La partida continúa

Lo que el expresidente ha transmitido a la reunión, pues, es que de momento no se dan las garantías que él reclama para cerrar un pacto, pero también que la partida sigue. De hecho, así se han expresado la mayoría de voces que han intervenido en el encuentro en la Catalunya Nord, que mantienen la confianza en Puigdemont para que siga pilotando las conversaciones.

Ahora bien, el tiempo corre en su contra: ahora mismo queda poco más de un mes para que acabe el plazo para alcanzar un pacto y en ese plazo los partidos aspiran a llegar a un entendimiento ya escenificarlo, ya que Junts quiere que los socialistas reconozcan como interlocutor a Puigdemont sellando con él presencialmente el acuerdo –el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, es el principal candidato para ello–. Sin embargo, si las conversaciones no llegan a buen puerto, el 27 de noviembre se convocarán de forma automática nuevas elecciones.

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