Partidos políticos

El primer pulso interno a Junqueras se decide en Barcelona

Dos candidatas, Eva Baró y Patrícia Gomà, se enfrentan por dirigir la federación de ERC en la capital catalana

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Eva Baró y Patrícia Gomà

BarcelonaHace unos días se cumplieron 12 años desde que Oriol Junqueras accedió a la presidencia de ERC. Éste era el tiempo máximo que podía estar un presidente antes de que la dirección –con el aval de la militancia– modificara los estatutos para permitir que tanto él como Marta Rovira siguieran en unos cargos que los años de cárcel y exilio les han impedido desarrollar en circunstancias normales. La represión ha marcado su mandato, pero también los logros electorales, que les han hecho ganar las elecciones europeas del 2014, las municipales del 2019 y las generales de aquel mismo año y les han dado la presidencia de la Generalitat. Pero el ciclo electoral ha cambiado y durante el 2023 acumulan dos batacazos en municipales y generales que algunos relacionan con el cambio de estrategia del partido –de abrazar la unilateralidad a hacerlo con el diálogo– y que otros justifican por agotamiento del junquerismo. Sin embargo, hasta ahora a Junqueras no se le había hecho un pulso de la magnitud del que se presenta estos días en Barcelona, donde una candidatura que agrupa a históricos del partido en la capital busca derrotar a la lista oficialista.

En estas primarias para renovar la federación del partido en Barcelona se enfrentan Eva Baró, la candidata considerada oficialista –hasta hace pocas semanas, miembro de la ejecutiva nacional–, y Patrícia Gomà, crítica con la cúpula que dirigía hasta ahora la federación barcelonesa, conectada con la sede nacional de la calle Calabria. ¿Qué diferencia una candidatura de la otra? Las discrepancias son básicamente estratégicas y de organización. Gomà defiende más autonomía de la federación barcelonesa a la hora de tomar las decisiones, que critica que las han tomado hasta ahora un núcleo reducido de personas, y reclama que cuestiones "estratégicas y trascendentales" deben abrirse al debate de la militancia. Por ejemplo, ¿quién decidió que ERC se incorporaría a la Diputación de Barcelona? ¿Y quién decidirá si el partido debe entrar en el gobierno municipal de Jaume Collboni? Baró, que también apuesta por potenciar la participación de la militancia y "reconectar" el partido con la calle, rechaza, sin embargo, el modelo de "contrapoder" a la dirección nacional que asegura que promueve su contrincante. 

En 2020 en la federación de la capital catalana ya había dos sectores dispuestos a disputarse su liderazgo, pero la dirección de ERC eligió a un candidato de consenso, el exdiputado Gerard Gómez del Moral, para evitar el enfrentamiento. La candidatura incorporó a personas de ambos sectores, pero la integración fue más bien superficial, porque el poso de las distintas familias se ha mantenido en los últimos años. Por eso esta vez la dirección ha dejado que los dos proyectos de partido que defienden a Baró –ahora vicepresidenta quinta en la Diputación de Barcelona– y Gomà –secretaria general de Educación de la Generalitat– se voten en unas primarias.

A Baró la acompañan en la lista a figuras como la del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ex alcalde de Vilanova i la Geltrú y un nombre en plena sintonía con Oriol Junqueras. De hecho, apunta a ser uno de los máximos aspirantes a relevar a Ernest Maragall como candidato en el 2027; mientras que en la de Gomà está un histórico de la federación de Barcelona, Oriol Amorós, secretario general de Derechos Sociales del Gobierno. De hecho, tanto Gomà como Amorós presidieron la federación, lo que la candidatura de Baró aprovecha para relacionarlos con "el pasado". La consejera de Territorio, Ester Capella, es una de las inspiradoras de esta candidatura. La votación es el próximo viernes, 20 de octubre, y el día antes ambas candidatas participarán en un debate en la sede de ERC. 

Diferencias estratégicas

Gomà es partidaria que la federación barcelonesa tome todas las decisiones que les afectan. "Nosotros fijamos la posición y la trasladamos a Calabria, la responsabilidad es de Barcelona", dice la candidata en declaraciones al ARA. Baró, en cambio, considera que Barcelona debe tomar sus decisiones, sí, pero cualquier discrepancia con la dirección nacional debe hablarse, sin "imponer". "Somos una candidatura más acostumbrada a la colaboración, ellos vienen de una tradición de hacer de Barcelona un contrapoder", afirma a su vez.

La candidata considerada oficialista –una etiqueta que ella rehuye– defiende que su lista es de "renovación y cambio", y dice que en la de Gomà hay personas que han tenido cargos en la federación en los últimos años. Patrícia Gomà se presenta a su vez como una candidatura de "voz libre", que defiende poder decir que la estrategia política seguida en Barcelona "no ha funcionado" sin que eso quiera decir que va "contra Junqueras". De hecho, asegura que no es crítica con la dirección nacional y que la prueba es que forma parte del Gobierno de Pere Aragonès.

La dirección nacional de ERC no se posiciona en este proceso de primarias y también se mantienen neutrales tanto Ernest Maragall como Elisenda Alamany, números 1 y 2 de los republicanos en las elecciones de mayo. Sin embargo, y tras los malos resultados en las municipales, las primarias de ERC en Barcelona suponen un primer examen en la gestión del junquerismo en la capital catalana y también qué hoja de ruta se impone para los próximos cuatro años.

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