Monarquía

El pulso a Pedro Sánchez que esconden las memorias de Juan Carlos I

El rey emérito sitúa al gobierno español tras su distanciamiento con Felipe VI y no se ahorra alabanzas a Franco

El presidente español, Pedro Sánchez, en su comparecencia en la comisión del caso Koldo en el Senado
05/11/2025
4 min

ParísNo es habitual que un rey –aunque sea emérito– hable en primera persona de su vida y de su reinado. Pero todavía es menos habitual que hable de política y que lo haga criticando a un gobierno que todavía está activo. Juan Carlos I lo hace en Reconciliación, su libro de memorias publicado este miércoles en Francia. El padre de Felipe VI repasa los hechos históricos, desde el fin del franquismo hasta su actual "exilio" en Abu Dabi, y por primera vez critica públicamente al gobierno de Pedro Sánchez, al que acusa de imponer su voluntad por encima de sus ambiciones, incluso ahora que vive retirado a miles de kilómetros de España. "Aún hoy tengo que respetar los deseos" de la Casa del Rey y del gobierno, lamenta.

Juan Carlos I no esconde su resentimiento con el ejecutivo de Sánchez, de quien subraya que gobierna con "la izquierda radical" y con los independentistas catalanes. El emérito le acusa de debilitar a la democracia cada vez que supuestamente ha criticado la figura del rey. "Cuando el gobierno actual desacredita a mi persona, debilita nuestra Constitución, pone en duda los avances de la transición democrática y de nuestra reconciliación", afirma.

El rey emérito también acusa al gobierno de Sánchez de haber presionado a Felipe VI para que le retirara la asignación económica y de estar detrás del distanciamiento entre ambos. Según Juan Carlos I, el hecho de apartarle, lejos de salvar a la Corona, supuso erosionarla. "Creo que la Casa del Rey, excluyéndome, debilita la monarquía. Temo que esto represente una grieta que rompa los cimientos, con el riesgo de hacerlo tambalear todo a la más mínima tormenta", escribe. Y aún añade al siguiente párrafo: "El gobierno actual parece alegrarse".

Unidad de España

Juan Carlos I también advierte que la monarquía es la que garantiza la estabilidad y la unidad de España ante las pulsiones independentistas. "La monarquía, en tanto que guardiana de los valores democráticos, asegura la estabilidad, la permanencia y la unidad de España, y es indispensable en nuestro país, que tiene tendencia a la división". En el capítulo introductorio aprovecha para cargar contra los partidos independentistas, sin citar a ningún explícitamente, y ponerlos en el mismo saco que la extrema derecha, partidos "a los que gustaría desintegrar el país", según la exmonarca. Estas formaciones "no tendrían la libertad de criticarme si yo no hubiera luchado, contra viento y marea, por conquistarla", sostiene.

Juan Carlos I también mantiene un fuerte resentimiento contra el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, por no haber censurado en el 2018 una consulta pública organizada por una plataforma ciudadana en la que se pedía la preferencia entre monarquía y república. "El jefe del gobierno o su portavoz no la condenaron, lo que equivale a autorizarla –afirma–. Hoy los ministros pueden denigrar abiertamente a la Corona sin consecuencia alguna", escribe el rey emérito.

Juan Carlos también apunta a la justicia. Habla con rencor de la decisión de la fiscal general del Estado entre 2020 y 2022, Dolores Delgado, de abrir una investigación a Juan Carlos I por las supuestas comisiones en la concesión del AVE a La Meca a empresas españolas y la existencia de una cuenta con 10 millones de euros a nombre del ex jefe del Jefe del Jefe del Jefe. Según el relato del emérito, la exministra de Justicia "convirtió las investigaciones judiciales en una caza de brujas, en un juicio moral que afectaba al conjunto de mi reinado y mi acción política". Ahora bien, todas las investigaciones contra la exmonarca han quedado archivadas por el propio ministerio público por la inviolabilidad del rey emérito y la prescripción de algunos delitos.

Elogios a Franco

En las memorias, Juan Carlos I dedica un capítulo a relatar su llegada a España en los últimos años del franquismo, unos años que califica de "periodo muy interesante para España, que empezaba a despegar económicamente". Explica su acercamiento con el dictador Francisco Franco, a quien elogia sin pudor alguno y con quien revela que mantenía una relación casi paternofilial. Se veían regularmente en El Pardo y el entonces aspirante al trono le visitaba en Galicia durante las vacaciones, en el Pazo de Meirás.

Pese a que España vivió 40 años de dictadura, el rey emérito no ahorra alabanzas para Franco, a quien admiraba ya quien en ningún momento califica de dictador: "Le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político", destaca. "Si he podido ser rey es gracias a él. Nunca he dejado que nadie le critique ante mí", escribe Juan Carlos I, quien también subraya que "no podemos borrar de golpe 40 años de nuestra historia".

Blanquear errores

Más allá de los elogios a Franco, las memorias del rey emérito son un intento de blanquear sus errores, una fórmula para ajustar cuentas con las que han puesto en duda su integridad y, por encima de todo, una reivindicación de su papel durante la Transición. "Lo hemos olvidado, pero la España de 1975 era el último bastión autocrático occidental. Y a la muerte del general Franco, el temor a una segunda guerra civil era real", escribe.

El rey emérito reconoce algunos errores, como haber aceptado como "regalo" 100 millones de dólares del rey de Arabia Saudí o su relación extramatrimonial con Corinna Larsen. "No soy un santo", admite. Pero al mismo tiempo intenta minimizarlos y justificarlos. "He cometido errores [...] por amor y por amistad. Por exceso de confianza y también por ceguera", afirma. Sin embargo, al final del libro confiesa que cuando muera espera ser enterrado en España "con honores". "España decidirá, la Historia nos juzgará", concluye.

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