Rajoy reaparece en la convención que tiene que relanzar el liderazgo de Casado

El expresidente español defiende su gestión de la crisis por delante de "populismos" y "sectarismos"

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Alberto Núñez Feijóo, Pablo Casado y Mariano Rajoy esta mañana en Santiago de Compostela en el inicio de la convención del PP

MadridDesde que abandonó la Moncloa, Mariano Rajoy ha vuelto a su antiguo lugar de trabajo como registrador de la propiedad y se ha alejado de todos los focos públicos. La última vez que el expresidente español reapareció en público fue para participar en la coronación (otra vez) de Alberto Núñez Feijóo como presidente de los populares gallegos. Dos meses después, Rajoy ha aceptado volver a romper su nueva rutina para estar junto al actual líder conservador, Pablo Casado, e inaugurar la convención del partido que empieza este lunes y que durará hasta el domingo. "¿Puedo hablar ahora? Perfecto", ha preguntado Rajoy a los técnicos de sonido para que no le pasara como le había pasado unos minutos antes a Casado, que se ha tenido que parar nada más empezar su discurso porque los micrófonos no funcionaban. "Es un honor estar aquí, lo es como presidente que fui durante algunos años y militante que sigo siendo, y esperaré seguir siéndolo muchos años", ha continuado.

El expresidente ha empezado su intervención al más puro estilo Rajoy y sin el peso de quien ostenta una responsabilidad en el gobierno o en el partido. Rajoy ha alabado la convención que el PP ha preparado para intentar renovar sus propuestas programáticas. "Estoy convencido de que será un éxito y yo me alegraré mucho. Es un paso más del camino hacia el objetivo que seguro que conseguiremos, que es llegar al gobierno de la nación y una vez más arreglar lo que algunos han desarreglado", ha afirmado. El expresidente, precisamente, ha recordado la trayectoria del partido en Galicia –donde los populares gobiernan desde 1990 con solo un paréntesis de cuatro años– y la suya como presidente del gobierno español para recomendar a Casado una serie de recetas para relanzar la economía española.

Unas recetas que pasan por la experiencia de la gestión de la crisis de 2008, de la que Rajoy ha sacado pecho, y que se tienen que alejar necesariamente de propuestas "populistas", ha defendido. El expresidente español ha asegurado que durante la gestión de la crisis de hace casi diez años no hicieron prevalecer la "ideología" y ha advertido de que la "demagogia" sirve para "aguantar unos meses" en el gobierno, pero que no sirve para resolver una crisis. Por eso, Rajoy ha recordado que su gobierno rescató a la banca –él ha hablado de haberla "nacionalizado" a pesar de no llevarlo en el programa electoral– y también haber subido los impuestos. Dos medidas que el PP no ha defendido nunca, ha dicho.

En cambio, ha sido crítico con la reforma de pensiones que prepara el gobierno español, porque cree que es un "error" porque supone derogar la que había impulsado su gobierno. "Servirá para que dentro de poco se tenga que cambiar la ley, supongo que la tendrás que cambiar tú [dirigiéndose a Pablo Casado] y quizás te harán una huelga", ha dicho. Con todo, ha aplaudido los ERTE de la vicepresidenta Yolanda Díaz y también las ayudas del ICO.

Rajoy ha hablado de populismos en general, sin concretar, pero ha avisado de que "siempre acaban muy lejos de las libertades y el estado de derecho", en una referencia velada al gobierno español. Pero también a Vox, porque el expresidente español ha apuntado que los orígenes de estos movimientos surgen de crisis económicas, pero también migratorias. "Con dogmatismos, eslóganes, demagogia y sectarismo no se sale de la crisis", ha avisado.

Casado alaba a Rajoy

Rajoy ha inaugurado la convención itinerante que los populares empiezan este lunes y que pasará por cinco ciudades (Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Sevilla y Cartagena) a lo largo de esta semana y acabará el domingo en Valencia. Una cita que, además de llenar el partido de propuestas programáticas, tendría que servir para relanzar el liderazgo de Casado. El presidente de los populares ha comenzado la jornada junto a Rajoy alabando la gestión, el aval que quiere usar para llegar a la Moncloa. Casado había sido crítico con Rajoy por cómo había llevado el conflicto catalán, y le había pedido más contundencia.

Sea como fuere, el PP ha elegido Galicia para empezar esta convención porque es uno de los feudos del partido en el Estado, como ha ironizado el propio Rajoy: "Acostumbramos a ganar algunas veces". En Santiago de Compostela también ha acompañado a Casado el líder de los conservadores gallegos, Alberto Núñez Feijóo. El presidente gallego ha querido mostrar su apoyo al líder conservador, pero también remarcar la necesidad de que el PP se mantenga en el centroderecha y se deje arrastrar por "postulados nostálgicos", en referencia a Vox, que lo ha descrito como un partido -sin mencionarlo - "reaccionario" y "xenófobo".

Casado ha presentado la experiencia de gobierno de Rajoy y Feijóo como alternativa a Pedro Sánchez. El líder popular ha vuelto a cargar contra su gestión y, este lunes, lo ha focalizado con la vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, a la que ha acusado de "mentir" sobre las previsiones de crecimiento económico del INE, y ha asegurado que tendrá que abandonar el ejecutivo "antes de que acabe con la reputación que le queda".

Casado ha querido rodearse de ex dirigentes como Mariano Rajoy y también del expresidente José María Aznar para coger su modelo como experiencia para gobernar dentro de dos años, pero también para demostrar que la vieja guardia del partido hace piña a su alrededor. Especialmente después de que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, haya desafiado a la dirección actual postulándose para liderar el partido en Madrid contraprogramando la convención popular y abriendo un debate que Casado quería aparcar hasta dentro de unos meses.

En la convención participarán personalidades internacionales como el expresidente francés Nicolas Sarkozy o el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, pero no habrá ningún representante de las asociaciones judiciales ni tampoco el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que, según publicó la Cadena SER, declinó estar presente.

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