Puigdemont intentará estar en el Parlament por la investidura de Isla bajo la amenaza de la detención
El independentismo convoca a las 9 en el paseo Lluís Companys de Barcelona, donde está previsto que el expresidente hable antes del pleno
BarcelonaSeis años y medio después de la declaración de independencia y de tomar su andadura del exilio, Carles Puigdemont tiene la intención de cerrar esta etapa este jueves haciendo acto de presencia en el Parlament de Catalunya. Quiere ser, como prometió en campaña electoral, en el debate de investidura aunque no sea él el candidato –lo es Salvador Illa–. Y es que llegará a una Catalunya muy diferente a la que había cuando se marchó: ya no hay una mayoría absoluta independentista en el Parlament tras la ruptura de la pasada legislatura. Con la decisión de volver, sin embargo, pretende desvelar las bases soberanistas y poner, dice, en contradicción al Estado, que este miércoles ha llamado a "confrontar" a través de un vídeo en X. Y es que tiene asumido que el regreso implicará una detención y, en función de lo que decida el Tribunal Supremo, un encarcelamiento preventivo, ya que el juez instructor del 1-O ha decidido que no le aplica la ley de amnistía. Será "ilegal y arbitrario", ha asegurado, porque en teoría la norma que pactó con el PSOE extinguía penalmente la responsabilidad penal de todos los que impulsaron el referéndum de 2017.
“El Parlament ha convocado a todos los diputados al debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat. Yo tengo que estar y quiero estar. Por eso he emprendido el viaje de regreso desde el exilio”, ha anunciado este miércoles a través de un vídeo en la red social X. Sin concretar, sin embargo, nada más: ni dónde está, ni si ya se encuentra en Cataluña o cómo pretende driblar el dispositivo policial. "Este desafío [del Supremo] debe contestarse y confrontarse", ha dicho Puigdemont, y se ha mostrado convencido de que "no hay otro camino por la normalidad democrática que el fin de la represión política".
La voluntad del expresidente es estar presente en el paseo Lluís Companys de Barcelona a las 9 h de la mañana –la sesión de la investidura de Salvador Illa está prevista a las 10 h–. Ya a las 8 h las entidades y partidos independentistas han convocado a los independentistas para concentrarse antes y hacerle el recibimiento. La ubicación que han escogido está justo al lado del Parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlamento. La idea es que haya un solo discurso, el de Puigdemont, según fuentes de Junts, y que después el expresidente baje todo el paseo Lluís Companys acompañado de una comitiva institucional hacia la cámara catalana, encabezada por el presidente del Parlament, Josep Rull, con unos 400 alcaldes convocados por la Asociación de Municipios por la Independencia y diputados independentistas. Este miércoles por la noche ya han ido a colocar el escenario, y está previsto que vengan autocares de varios puntos del territorio. Los convocantes son Junts, la Asamblea, el Consejo para la República, la Intersindical, los CDR y Òmnium. La CUP y Esquerra –que estará presente con el grupo parlamentario– también han anunciado que estarían allí para recibir al expresidente.
El papel de los republicanos en este acto es el más complejo: han pactado con el PSC para investir a Salvador Illa a cambio de un modelo de financiación singular, mientras que el resto de actores independentistas se han mostrado contrarios a esta decisión . Por eso son muchos los que asumen que puede haber tensión dentro de las mismas filas soberanistas. Ahora bien, no será el único punto caliente: unos metros más allá de la concentración independentista, junto a la Estación de Francia, también está convocada la extrema derecha de Vox bajo el lema “Puigdemont y Pedro Sánchez en prisión ”.
La detención y el pleno
Pese a que Puigdemont quiere llegar al pleno, recae una orden de detención contra él y puede ser detenido en cualquier momento por parte de los Mossos d'Esquadra. La policía catalana quiere evitar que Puigdemont llegue a la cámara catalana, porque si no quedaría en evidencia su dispositivo de seguridad. Sea como fuere, lo que pase fuera del Parlament tendrá un efecto directo en la sesión de investidura convocada a las 10 h de la mañana para elegir a Isla: el presidente del Parlament, Josep Rull, tiene la intención de suspender el pleno si hay una detención. "Si detienen al presidente Puigdemont, no puedo aceptar que el pleno se desarrolle con normalidad", ha afirmado en una entrevista en Vilaweb. En este sentido, Rull defendió que la decisión de suspender el pleno depende de él, pero se abrió a pactar con la mesa de la cámara cuestiones como la duración de esta suspensión.
Y es que la mayoría de la investidura –PSC, ERC y los comunes– sólo están dispuestos a aplazar la sesión por un periodo corto de tiempo. Hasta ahora los socialistas han evitado posicionarse sobre cómo debería procederse si, pese a la ley de amnistía a la que ellos apoyaron, Puigdemont es detenido y encarcelado por orden del Tribunal Supremo. Este miércoles la portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, se ha limitado a pedir ante la diputación permanente que el pleno de investidura se celebre "en un solo día y lo antes posible". "Es importante que nos ponemos todos a trabajar, y ésta es la voluntad de nuestro grupo parlamentario", ha añadido. Fuentes de Junts también descartan suspender el pleno sine die –no pretenden forzar nuevas elecciones por esta vía– y apuntan a que el horizonte podría ser el momento en que se aclarara el futuro de Puigdemont: cuando pase a disposición judicial del magistrado instructor de la causa del 1-O, Pablo Llarena .
Los escenarios después de la detención
Tras la detención habría varios escenarios posibles. Podrían llevarlo a la Ciudad de la Justicia para comparecer a distancia ante Llarena y, en este punto, el juez instructor tendría dos opciones: soltarle y citarle a declarar otro día por la causa del 1 -O o quitarle ya la declaración por videoconferencia para decidir si dicta prisión preventiva. Ahora bien, el juez también podría optar por otra vía: pedir a los Mossos que entreguen a Puigdemont a la Policía Nacional oa la Guardia Civil para que comparezca directamente ante él en Madrid. A partir de este jueves Puigdemont cerrará la etapa del exilio, pero puede subir a otra como preso político a la espera de si le aplican la amnistía.