Oriol Junqueras: “Si se revirtieran los indultos, lo asumiría con el máximo coraje y orgullo”

BarcelonaHace un año que el presidente de ERC, Oriol Junqueras (Barcelona, 1969), salió de prisión después de recibir el indulto. Con esta efeméride en la cabeza, visita la redacción del ARA.

¿Qué recuerdo tiene del momento en el que salió de prisión?

— De una cierta normalidad. A los pocos minutos de haber salido, la vida es tan intensa, hay tantas cosas por hacer, que prácticamente te olvidas de que has estado en prisión. Es un fenómeno muy curioso porque la mayoría de la gente con la que hablas cree que la prisión es un hecho muy presente en nuestra memoria y, en cambio, yo tengo la sensación de que no lo está nada.

¿Ha sacado algo de la prisión?

— Más convencimiento, orgullo y la oportunidad de llamar a más puertas y que se abran con más facilidad.

¿Qué puertas?

— De todo tipo. Dentro de la sociedad catalana, pero también en la comunidad internacional. Tenemos la oportunidad de hablar con gente con la que hasta ahora no habíamos podido hablar y que ahora, en cambio, escuchan con mucho de interés. Estoy convencido de que ayudan en algunas cuestiones como la defensa de la idea de la negociación como mecanismo de resolución de conflictos políticos o en la idea del compromiso antirrepresivo. Tenemos ejemplos muy claros y muy contundentes en los informes del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, o en la aprobación del informe Cilevičs en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, por poner dos de los ejemplos más claros.

¿ERC negoció los indultos con el Gobierno español?

— ERC trabaja por el bienestar de la sociedad catalana y es evidente que en la lucha contra la represión siempre hemos estado comprometidos. Estamos convencidos de que la mejor manera de acabar con la represión es la amnistía, que se suma al derecho de la autodeterminación y a la independencia de Catalunya. Trabajamos en esta dirección.

¿Por qué Pedro Sánchez cambió de opinión respecto a los indultos?

— Esto es mejor que se lo pregunten a él. Puesto que en acabar con la represión y permitir que los ciudadanos decidan su futuro con su voto hay tanta razón que nos asiste y que hemos conseguido posicionamientos cada vez más claros, más favorables, más explícitos, por parte de la comunidad internacional, esto ha debido de ayudar a que haya una parte del Estado español que entienda que se tiene que intentar adaptar.

¿El Tribunal Supremo está en esta parte del Estado?

— La sentencia del Tribunal Supremo está alejada de cualquier principio de justicia. Hemos sido condenados por haber convocado y organizado un referéndum, lo que ni siquiera forma parte del Código Penal. Por una malversación que todo el mundo sabe que no ha existido nunca. El propio Supremo reconoce que no se había llegado a producir, pero nos acusa de haber pensado en ello. Contra las acusaciones de pensamiento es imposible defenderte.

¿Qué haría si se revirtieran los indultos?

— Asumir con el máximo coraje y orgullo lo que haya. Estoy seguro de que nuestra prisión forma parte del camino hacia la libertad colectiva.

¿Se replantearían la estrategia de negociación?

— Defendemos la negociación como una herramienta para resolver conflictos políticos y se puede concretar de muchas maneras. En este momento, como una mesa de negociación entre el Govern de Catalunya y el Gobierno español. Ahora bien, es muy probable que también se concrete en otros espacios. Puede ser dentro de la sociedad catalana, la comunidad internacional, con la participación de miembros de la comunidad internacional, de la soft diplomacia o la hard diplomacia. Estaremos atentos a las oportunidades.

¿La mesa de diálogo tiene un éxito puramente simbólico?

— La resistencia que el Gobierno español ha demostrado hasta ahora no nos da muchos motivos para la esperanza. Pero esto no implica que nosotros hayamos de renunciar fácilmente. Tenemos que evidenciar que ellos arrastran los pies, porque demuestra la poca importancia que dan a la resolución del conflicto.

Vilagrà se ha reunido con Bolaños. ¿Se puede restablecer la confianza?

— El Gobierno español ha decepcionado reiteradamente a la sociedad catalana. En los temas antirrepresivos, de reconocimiento del derecho a decidir, económicos, de cumplimiento presupuestario, en la cuestión de los Juegos, retirando apresuradamente una propuesta sobre el aeropuerto de Barcelona, con el espionaje masivo. Por lo tanto, es el Gobierno español el que tiene que decidir si quiere rehacer esta confianza que él mismo ha malogrado.

En los últimos días hemos escuchado grabaciones de Fernández Díaz con Villarejo. ¿Le han sorprendido?

— Ya habíamos escuchados grabaciones en las que salía el señor Jorge Fernández Díaz dando instrucciones a un juez, al señor Daniel de Alfonso, que decían: “Investigad sobre Junqueras”. Existía aquel pasaje mítico, en el cual el ministro decía: “Inventa, que la Fiscalía ya lo afina”.

¿Se entenderán con la nueva dirección de JxCat?

— Haremos todos los esfuerzos para entendernos con una formación con la que compartimos gobierno y no puedo dejar de recordar el vínculo personal que a mí mismo, por ejemplo, me une con el señor Jordi Turull.

Junts quiere revisar su presencia en el ejecutivo. ¿Esto lo entiende?

— No me corresponde a mí opinar. Si alguien quiere revisar cualquier cosa, seguro que la mayoría de los ciudadanos deben de hacer alguna revisión de sus decisiones.