Robles niega que el espionaje en Sánchez con Pegasus obtuviera información reservada
La ministra desvincula las infiltraciones con el cambio de postura en el Sáhara Occidental e insiste en que el espionaje al independentismo se hizo bajo tutela judicial
BarcelonaLa ministra de Defensa, Margarita Robles, negó que los dispositivos de los miembros del gobierno español, entre ellos el del presidente, Pedro Sánchez, infectados con el programa informático Pegasus tuvieran información secreta o reservada. La ministra ha asegurado que únicamente afectaron a su intimidad, y que "no hay ningún dato" que acredite que la seguridad nacional se hubiera visto comprometida.
Robles lo ha asegurado en su comparecencia ante la comisión mixta de seguridad nacional en el Congreso, que tiene lugar después de que la Audiencia Nacional haya reabierto la causa en la que investigaba la infección con el programa de espionaje, que también infectó los dispositivos móviles de los ministros del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de Agricultura, Luis Planas, así como el de la propia Robles.
“No hay constancia de que los dispositivos móviles afectados tuvieran información clasificada legalmente como secreta o reservada –ha anunciado–, pero sí se han visto afectadas la intimidad y los datos personales de los titulares de los dispositivos”. Por este "atentado contra la privacidad e intimidad" justifica la denuncia presentada por el ejecutivo.
La oposición, por su parte, ha criticado que el gobierno español utilizara el hackeo a los miembros del ejecutivo como una "campaña de defensa" para el caso Pegasus de espionaje a políticos y activistas independentistas. Lo ha afirmado el portavoz del Partido Popular, Rafael Hernando, quien ha asegurado que el ejecutivo quiso acusar a la anterior administración, "hasta que vieron que el inicio del espionaje había sido en el año 2019", cuando el PP ya no estaba en el gobierno.
Junts y Esquerra, por su parte, también subrayaron el hecho de que la ministra no se haya preocupado igual del espionaje al independentismo por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, ha recordado que "el mayor escándalo de espionaje" es el que afecta a "un centenar de independentistas", incluido él mismo, que también fue intervenido con el software de origen israelí.
La ministra ha respondido que las infiltraciones que fueron reconocidas por el CNI –solo a 18 personas– se hicieron “con el control y la autorización judiciales”, y que son las únicas que tiene constancia de que se han producido : “No es verdad que Pegasus se haya utilizado contra el independentismo. Se ha utilizado cuando se ha sospechado que existía la posibilidad de la comisión de un delito, y bajo tutela judicial”, ha argumentado. El portavoz socialista en la comisión ha recordado que el Congreso ha activado una específica sobre el tema, que es fruto de los acuerdos de los grupos independentistas con el PSOE por la elección de Francina Armengol como presidenta de la cámara.
Iñarritu, así como el portavoz popular y el de Sumar, se han referido a los posibles vínculos de Marruecos con el espionaje. Iñarritu ha acusado a la ministra de "falta de transparencia" y ha recordado que poco después de la infiltración Marruecos supo que el secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, era atendido en un hospital de Logroño, y que poco después se promovió una entrada masiva de inmigrantes en Ceuta. Cuestionó si el cambio de postura respecto al conflicto en el Sáhara Occidental tenía algún tipo de vinculación con el espionaje.
Robles ha rebajado las acusaciones de Iñarritu a "indicios y deducciones": "Yo no soy Sherlock Holmes, es el poder judicial quien lo está investigando", ha dicho, en referencia a los indicios que apuntan al país norteafricano. De este modo insiste en que el objetivo es saber "quién está detrás" del ataque, y que el Centro Criptológico Nacional está llevando a cabo actuaciones para explorar "si las infiltraciones pueden tener el mismo autor que las producidas en Francia" , que afectaron a periodistas, abogados y dirigentes políticos como el presidente de la República, Emmanuel Macron.
Reapertura de la causa
El magistrado José Luis Calama reabrió la causa sobre el espionaje con Pegasus al presidente español ya los ministros el 23 de abril. La causa había sido archivada provisionalmente en julio del pasado año ante la falta de colaboración de Israel y de la empresa NSO Group, creadora del programa infeccioso.
Calama tomó la decisión al haber recibido información de Francia, que en 2021 inició una investigación por infiltraciones con el software Pegasus. Francia siempre había tenido la sospecha de que el origen de las infecciones estaba en Marruecos, pero el reino alauí ha negado su responsabilidad y la justicia no le ha atribuido directamente la autoría.