LA JUDICIALIZACIÓN DEL PROCÉS

El rompecabezas de Sánchez para evitar que el Supremo anule los indultos

El ministerio de Justicia elabora doce informes que podrían considerar solo la reducción de la pena

5 min
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, saludando el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero viernes durante un acto sobre despoblación en Soria.

MadridEn una semana la política española ha cambiado de paradigma. El debate ya no es si el gobierno español concederá los indultos a los líderes independentistas o no, sino cuándo, cómo y qué argumentos dará para que la sala tercera del Supremo, donde con mucha probabilidad acabarán, no los anule. La Moncloa ha entrado en un tiempo destinado a hacer entender, tanto de puertas adentro como de puertas afuera, el cambio de criterio de Pedro Sánchez, que apenas en la campaña de las últimas generales prometía que los presos políticos cumplirían la pena íntegra. Se aferra al "interés general” y a la necesidad de guiarse por los principios de “concordia” por encima de los de la “venganza”. Pero el presidente del tribunal del Procés, Manuel Marchena, ya ha elaborado un informe para preparar el terreno para que la sala tercera del Supremo tumbe los indultos.

No todo es blanco o negro. El consejo de ministros podrá escoger una amplia gama de grises cuando previsiblemente haga públicos los diferentes indultos. Hace semanas que el ministerio de Justicia trabaja en ello, pero necesitaba conocer el detalle de los argumentos del tribunal sentenciador para redactar cada uno de los informes en respuesta a los doce líderes independentistas condenados por el Supremo. Con la nueva pantalla de los indultos, el gobierno español ha conseguido alejar el debate sobre la amnistía y el derecho a la autodeterminación. El PSOE evitó que prosperara esta semana una moción de la CUP en el Congreso, negociada con los comuns, para que se incluyan estos dos puntos en la mesa de diálogo. Ha empezado el tiempo de descuento y estos son los principales elementos en juego a partir de ahora.

El calendario

El consejo de ministros decidirá antes de las vacaciones de agosto

Una vez Sánchez ha adobado el terreno para los indultos, tiene prisa. “Queremos que sean cuanto antes mejor”, detallan fuentes socialistas. Pero hay límites: primero que pasen las primarias andaluzas del 13 de junio, que coincidirán con una nueva manifestación de la triple derecha en la plaza Colón de Madrid, y después ver el momento en que puede generar menos ajetreo mediático. Esto podría alargarlo hasta julio, a las puertas de las vacaciones, pero cuantos más días pasen más explicaciones previas tendrá que dar Sánchez.

Los argumentos

El ejecutivo cree que el mensaje de “lo volveremos a hacer” no ayuda

Es la pieza más importante del rompecabezas. Y el presidente español ya ha desgranado los que serán los argumentos principales: guiarse por los “valores constitucionales” de “convivencia”, “concordia” y “entendimiento”. En los indultos firmados hasta ahora se suelen esgrimir las razones de “justicia y equidad”. Pero tiene delante suyo un informe del Supremo muy duro en que apunta que Sánchez quiere el indulto para mantenerse en la Moncloa. El presidente español tendrá que blindar mucho su argumentación, sobre todo teniendo en cuenta que hay jurisprudencia de 2018 que ahora el tribunal podría estirar para intentar tumbar el indulto si considera que con los informes del Supremo y la Fiscalía en la mano no se dan los principios de “justicia, equidad y conveniencia social”.

Los cambios en la pena

La Moncloa puede optar por reducirla justo para evitar la cárcel

El consejo de ministros no puede aplicar un indulto total, puesto que está el informe en contra tanto de la Fiscalía como del Supremo. Por lo tanto, solo tiene margen para rebajar las penas de prisión o inhabilitación o bien sustituirlas por otras maneras de cumplir la condena. Lo más habitual en estos casos es reducir la pena al límite de los dos años, lo que permite eludirla, o conmutarla por multas económicas, puesto que hay que tener en cuenta que el indulto no supone la supresión del delito, como sería en el caso de la amnistía. Los presos políticos traen, en algunos de los casos, desde finales de 2017 en la prisión, un tiempo que se tendría que descontar. La intención es mantener la inhabilitación.

El ministro de Justicia , Juan Carlos Campo, en comparecencia en el Congreso

Las condiciones

Campo suele limitar todos los indultos a la condición de no reincidir

“Indulto a XXX [nombre de la persona] X meses/años de la pena privativa de libertad impuesta, manteniendo el resto de pronunciamientos contenidos en la sentencia en cuanto a la inhabilidad y multa, con tal de que no vuelva a cometer delito doloso en el plazo de dos años desde la publicación del real decreto”. Este es el texto que por norma general suele acompañar los reales decretos que aprueba el consejo de ministros después de que lo proponga el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Está la condición de la no reincidencia para no revocar el indulto y seguramente será una pauta que usará la Moncloa para los presos políticos.

Informes iguales o distintos

El Supremo ha hecho un solo texto pero la Moncloa prepara varios

A pesar de que fuentes del gobierno español aseguran que todos los informes tendrán unos argumentos y objetivos parecidos, Campo abrió la puerta esta semana durante la sesión de control en el Senado a la posibilidad de que haya indultos diferentes según los condenados. El hecho es que, para que no se confunda con un “indulto general”, que es como la Moncloa define la amnistía -la Constitución prohíbe que el rey firme este tipo de indultos-, el consejo de ministros tiene intención de dar luz verde a doce informes diferentes. Contrasta con la decisión del Tribunal Supremo de emitir un solo dictamen preceptivo pero no vinculante de 21 páginas. Choca con el hecho que el indulto es una medida de gracia individual y que ha habido reacciones muy diferentes a la condena. Es el caso del líder de Òmnium, Jordi Cuixart, que respondió al Supremo diciendo que “lo volvería a hacer”, mientras que el exconseller Santi Vila se ha mostrado partidario públicamente del indulto y así lo transmitió a Marchena.

La justificación pública

El ministro de Justicia dará la cara en el Congreso por la decisión

Más allá de la rueda de prensa posterior al consejo de ministros en que se decida sobre el indulto a los presos, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, se ha comprometido a comparecer en el Congreso para explicar los detalles de la decisión. De momento, la Moncloa ha descartado el pleno monográfico que ha reclamado el PP en la cámara baja para que el presidente español explique lo que desde el partido de Pablo Casado, parafraseando el Tribunal Supremo, consideran un “autoindulto”. Ferraz lleva meses valorando los riesgos de asumir esta patata caliente e insiste que no es para garantizarse estabilidad hasta 2021, sino para definitivamente intentar solucionar el conflicto con la Generalitat. En paralelo, habrá que ver cuándo Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reúnen en la Moncloa y se pone una fecha para la próxima reunión de la mesa de diálogo.

stats