Sánchez cesa a la ex mano derecha de Paco Salazar como asesor de la Moncloa

BarcelonaGiro en el caso de Paco Salazar, el exdirigente socialista al que trabajadoras de la Moncloa denunciaron internamente por presunto acoso sexual. Durante cinco meses Ferraz ha mantenido paralizados los expedientes por las denuncias, hasta que esta semana Eldiario.es hizo público su contenido. Esto ha espoleado al PSOE, que se ha apresurado a reactivarlos ante las críticas internas pero también del PP, que ha visto en este caso un nuevo blanco para disparar contra el gobierno español.

El presidente, Pedro Sánchez, asumió este sábado en primera persona los "errores" cometidos con este caso, y ahora va un paso más allá: cesará a la ex mano derecha de Salazar, Antonio Hernández, actualmente director del departamento de Coordinación Política en el gabinete de la Presidencia del gobierno español, según ha avanzado Eldiario.es y confirman fuentes de la Moncloa al ARA.

La decisión se hará efectiva en el consejo de ministros de este martes, un movimiento con el que Sánchez aparta de la Moncloa a un dirigente señalado por las víctimas por presuntamente haber protegido (y justificado) a Salazar cuando era asesor del gobierno español. En una conversación informal con periodistas el Día de la Constitución, Sánchez expresó el apoyo del PSOE a las afectadas y se ofreció a acompañarlas si deciden llevar el caso a la fiscalía. Sin embargo, descartó que fuera Ferraz quien pusiera la denuncia, tal y como pidió el exdirigente socialista Adriana Lastra, una de las primeras en señalar conductas machistas dentro de lo que ha sido el núcleo duro de Sánchez en los últimos años –empezando por Santos Cerdán y siguiendo por el exministro José Luis Ábalos–. Sánchez, secretario general del PSOE, achacó la dilación en la tramitación de los expedientes a la falta de personal dentro de la oficina antiacoso del partido.

Montero también le destituye del PSOE-A

Antonio Hernández saldrá también de la ejecutiva del PSOE andaluz por decisión de su líder, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. La también ministra de Hacienda había sido acusada de estar cercana a Salazar, que era candidato a ocupar la secretaría de organización en sustitución de Santos Cerdán hasta que estallaron las acusaciones contra él.

También el sábado, Montero admitió que el partido había gestionado "muy mal" todo este episodio, en un momento en el que el PSOE ya afrontaba una crisis reputacional entre el electorado femenino por el caso Ábalos, con las declaraciones vejatorias hacia las mujeres del exministro y de su exasesor Koldo García.

El asunto también deja en mala posición a la ministra de Educación y portavoz del gobierno español, Pilar Alegría: hace unas semanas almorzó con Salazar y se difundió una fotografía. Entonces, la ministra enmarcó el encuentro en la relación personal que mantenían ambos. Esta semana calificó de "vomitivas" las actitudes que habría tenido Salazar.

Ni Montero ni Alegría tienen previsto asistir a la próxima sesión de control en el Congreso, algo que el PP ha aprovechado este domingo para anunciar que presentará una reforma para que ningún ministro se las pueda saltar si no es con causa justificada.

En todo caso, la publicación de las conductas atribuidas a Salazar a las denuncias internas, como comentarios sexistas y trato degradante hacia las mujeres, ha generado una ola de indignación entre las responsables de Igualdad del PSOE. En una reunión esta semana, Ferraz intentó calmarlas y, para aplacar las críticas entre los militantes, también remitió a sus bases un comunicado en el que se disculpaba por no haber acompañado a las denunciantes. La actual secretaria de organización, Rebeca Torró, está también en el punto de mira por la gestión de las denuncias en Salazar, que se ha dado de baja del partido.