Sánchez, sobre los disturbios: "En una democracia plena es inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia"

El presidente español admite que tiene la tarea "pendiente" de mejorar "la protección de la libertad de expresión"

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Pedro Sánchez ha reaccionado por primer golpes a los resultados del 14-F en una respuesta a JxCat durante la sesión de control al Congreso .

MadridEl presidente español, Pedro Sánchez, toma partido en la disputa abierta entre los socios de gobierno en el Estado a raíz de las protestas de apoyo al rapero Pablo Hasél. Después de un alud de críticas desde la derecha por la defensa desde Podemos de los disturbios -tanto el PP, como Cs y Vox han pedido de nuevo la dimisión del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, a pesar de que no ha hecho ningún pronunciamiento en este sentido-, Sánchez ha defendido este viernes desde Mérida que "en una democracia plena como la española es inadmisible cualquier tipo de violencia". El líder socialista no ha hecho una condena explícita de los disturbios, pero sí ha asegurado que "la democracia ampara la libertad de manifestación, de expresión, incluso los pensamientos más infames y absurdos, pero no la violencia". "La violencia es la negación de la democracia", ha añadido.

Ahora bien, Sánchez ha admitido que el gobierno español tiene la tarea "pendiente" de mejorar "la protección de la libertad de expresión". En ningún momento se ha referido directamente al rapero Pablo Hasél y a su condena, pero ha recordado que el ejecutivo "ha manifestado que mejorará la protección legal" de la libertad de expresión. No ha aclarado cuándo ni cómo, así como tampoco se ha mojado sobre la petición de indulto total que ha hecho Unidas Podemos. Es la consecuencia de que Sánchez no responda a ninguna pregunta lanzada por periodistas desde el pasado 30 de diciembre, cuando hizo balance desde la Moncloa del primer año de legislatura. Cada semana organiza un acto en una comunidad autónoma diferente para presentar el plan de los fondos europeos y lanza algún anuncio, pero la prensa no puede preguntarle.

La Moncloa se comprometió hace dos semanas a revisar el Código Penal para reformar algunos de los delitos más polémicos y que afectan a la libertad de expresión para evitar que puedan comportar penas de prisión cuando se trata de artistas. En paralelo, Unidas Podemos registró en el Congreso una proposición de ley para directamente derogar estos delitos. Pero ministros socialistas ya han dejado claro que no apuestan por esta vía y enfrían ahora una reforma exprés para intentar que Hasél salga lo más rápido posible de la prisión. Tampoco ven con buenos ojos la vía del indulto. La titular de Exteriores, Arancha González Laya, se ha mostrado prudente este viernes sobre la medida de gracia. En una entrevista a Radio Euskadi, ha dicho que "es importante proteger la libertad de expresión de Hasél", pero ha puntualizado que también hay procedimientos abiertos contra él por "amenazas contra otras personas".

El giro del PSOE

Los socialistas consuman así su viraje en el caso Hasél. Si hace dos semanas, en respuesta a un manifiesto de artistas firmado por artistas como Joaquín Sabina o el cineasta Pedro Almodóvar, dieron a entender que el rapero no tendría que estar encarcelado, ahora apuntan al "historial entero" del joven de Lleida.

Lo que no ha hecho Sánchez, sin embargo, es defender el papel de las fuerzas de seguridad del Estado como le reclamaba la triple derecha, después de que una chica haya perdido un ojo en Barcelona después de los disparos de foam. Mientras que por la mañana el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reconocido el trabajo de las fuerzas de seguridad, Sánchez se ha limitado a decir que "garantizará la seguridad de los ciudadanos". "La Policía Nacional garantiza los derechos y libertades de toda la sociedad ante una minoría que, con un concepto equivocado de los derechos, hace uso de la violencia", ha señalado Marlaska al inicio de su comparecencia en la comisión de Interior del Congreso para hacer balance de los desperfectos del temporal Filomena.

En medio de este clima, Iglesias sigue sin pronunciarse. Habitual de Twitter, se ha limitado a hacer retuits vinculados al caso -pero no demasiado explícitos- y a defender que en 2014, en una entrevista, él no pidió leyes para poder juzgar afirmaciones como las de Hasél. Lo publicó El Mundo y el rotativo este viernes se ha visto obligado a rectificar.

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