Política

Sánchez es investido entre las advertencias de sus aliados catalanes y vascos

PNV y EH Bildu avisan al candidato de la complejidad de la legislatura, como también hicieron Junts y ERC

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El portavoz del PNV, Aitor Esteban, pasando por delante de Pedro Sánchez, durante el debate de investidura

MadridCon 179 votos a favor y 171 en contra, el Congreso de Diputados ha vuelto a investir a Pedro Sánchez como presidente del gobierno español. Lo ha hecho gracias al apoyo de las formaciones soberanistas, las únicas con las que podrá resistir a lo largo de la legislatura y que durante el debate le han llenado de advertencias. El común denominador de Junts, ERC, PNV y EH Bildu es la agenda territorial, pero más allá de eso las luchas ideológicas de cada uno pueden alterar esta frágil mayoría del futuro gobierno de coalición PSOE-Sumar.

"No se la juegue" fue la fórmula elegida por el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, para recordar a Sánchez en la sesión del miércoles que esta legislatura el líder socialista no podrá dar ningún paso sin el independentismo. "Mire este hemiciclo, ¿ve alguna alternativa a nosotros? ¿Ve Albert Rivera o Inés Arrimadas?". La desaparición de Cs en la Cámara Baja no da otra suma posible a los socialistas que no pase por la mayoría plurinacional. "No tempte la suerte", se añadió Junts, con un punto más de gesticulación por parte de Míriam Nogueras, que este viernes ha desvanecido sospechas sobre si peligran sus votos.

Nogueras quiso dejar muy claro que esta legislatura habrá que "abordar el tema catalán de forma directa, tal y como establece el acuerdo" suscrito entre el PSOE y los de Carles Puigdemont. "La estabilidad de la legislatura queda sujeta a los avances de los acuerdos": sin la negociación del referéndum y del autogobierno de Catalunya, los presupuestos y la agenda legislativa de la coalición entre los socialistas y Sumar no va a salir adelante. "Será necesario que se la gane acuerdo a acuerdo", subrayó.

Más allá de la agenda territorial, otro elemento que complicará la gobernabilidad es la pugna entre las fuerzas soberanistas, competidoras directas en sus respectivos territorios. En el debate del miércoles, Rufián y Nogueras ya intercambiaron algún dardo. El republicano dio una "bienvenida" irónica a Junts en la estrategia negociadora con el Estado y la juntera avisó de que ellos no negocian con "lógica autonomista": "Las cosas deben hacerse diferente a la anterior legislatura" . Y en Euskadi, el PNV y EH Bildu se enfrentan el próximo verano a las elecciones.

Aizpurua anticipa las resistencias que Junts y PNV pueden poner a avances sociales

Ahora bien, las formaciones de izquierdas dentro del bloque plurinacional ya han avisado a Sánchez de que no será suficiente con abordar el conflicto territorial. La entrada en la ecuación de Junts y la necesidad de contar siempre con el PNV no puede ser un argumento, dicen, por no avanzar en materia social y económica. En la anterior legislatura medidas como la ley de vivienda se lograron aprobar pese al voto en contra de los junteros y nacionalistas vascos. Sumar lleva semanas avisando de que esto no puede ser una excusa para que los socialistas pongan freno a la agenda progresista del programa de la coalición, y este jueves EH Bildu ha centrado parte de la intervención en alertar a Sánchez de ese otro escenario. "Se opondrán e intentarán frenar estos avances porque responden y apoyan los intereses de ciertos sectores económicos y empresariales. Lo sabemos", ha dicho, en referencia a fuerzas "no progresistas y de corte conservador", sin mencionarlas.

Las dificultades que tendrá Sánchez con los socios, explicadas por Aitor Esteban (PNV) como un partido de rugby

El PNV ya ha expresado reticencias a algunas de las medidas que anunció Sánchez y le ha avisado de que esta legislatura no puede funcionar como lo hizo la anterior en su parte final. El portavoz jeltzale lo ha contado con el rugby como metáfora. "No espero que los partidos que apoyemos la investidura hagamos muchos mauls, aquella jugada coordinada en la que un jugador derecho tiene el balón en sus manos y es protegido por sus compañeros de equipo empujando coordinadamente, enlazados, todos a una y ganando metro a metro. Más bien me temo que será un partido con sucesión de rucks, la jugada en la que la pelota está en el suelo y los jugadores se empujan para cogerla, amontonados en un incomprensible desorden a ojos del espectador no habituado. También es parte del juego y es necesario saber jugarlo. El PNV ha jugado muchos partidos, conoce bien las reglas y la técnica del juego", ha apuntado.

El factor Podemos

Hay otro actor que puede dar quebraderos de cabeza al nuevo jefe del ejecutivo. Podemos ya ha avisado de que sus cinco diputados –integrados dentro del grupo de Sumar– tienen intención de ejercer autonomía y ha abierto la puerta a diferenciarse en las votaciones si Sánchez y Yolanda Díaz no les reservan ministerio alguno, que reclaman que ocupe Irene Montero. Rufián ya apuntó este miércoles a la posibilidad de una alianza de los lilas con ERC para "sumar juntos" y empujar a los socialistas. El exlíder de la formación Pablo Iglesias advierte en un editorial del Diario Red de las consecuencias de un "veto": implicaría que Podemos "siga una trayectoria independiente", con "todas las consecuencias políticas que comporta". Un partido más con el que el PSOE puede verse abocado a negociar y hacer equilibrios para no caer de la cuerda floja, especialmente cuando debajo no hay una red sino los cocodrilos del PP y Vox deseando aprovechar el momento adecuado para morderlo.

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