Pedro Sánchez anuncia que España enviará 200 toneladas de munición a Ucrania
El presidente del gobierno español y la primera ministra danesa se reúnen con Zelenski en Kiev
Madrid / BarcelonaEspaña incrementará la ayuda militar que hasta ahora ha aportado a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa con un nuevo cargamento de armas, el mayor enviado hasta ahora. El presidente español, Pedro Sánchez, ha anunciado que el buque Isabel, con 200 toneladas de munición, 30 camiones, y diez vehículos para que asista al gobierno ucraniano en la guerra ya está camino de Polonia. Lo ha hecho después de reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Kiev, en un mensaje en que ha reafirmado el "soporte total de España" a Ucrania. La remesa, ha explicado, "es el mayor envío y más que duplica lo que hemos enviado hasta ahora", ha expuesto acompañado de la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, con quien ha compartido la visita al mandatario ucraniano.
"Los españoles han demostrado su solidaridad con aquellos que lo necesitan, ha expuesto el presidente, que ha recordado que el gobierno ya había enviado once aviones con material militar y otras armas a Ucrania, pero ha decidido continuar dando apoyo "humanitario, político, financiero y militar" porque "les necesidades son enormes". Además de la ayuda militar, ha insistido en la política de puertas abiertas con los refugiados ucranianos. Después de visitar el país, en el que ha recordado que es la primera visita de un presidente español a Ucrania, Sánchez ha admitido que es todavía "más consciente" de las consecuencias de esta guerra. Por eso ha anunciado que España también enviará un equipo multidisciplinar a Ucrania para responder al requerimiento de la Fiscalía del Tribunal Penal Internacional de investigar la comisión de posibles crímenes de guerra. "Debemos luchar contra la impunidad", ha insistido: "Las atrocidades no pueden quedar sin castigo".
Esta mañana, en un vídeo compartido en las redes sociales, el presidente español se ha mostrado "conmovido al comprobar en las calles de Borodyanka el horror y las atrocidades de la guerra de Putin". "No dejaremos solo al pueblo ucraniano", ha recalcado. El gobierno español ha querido mantener el secreto de cuándo y cómo sería la visita de Sánchez. Este miércoles por la mañana el presidente estuvo en Málaga en el centro de acogida de refugiados y después inició el viaje hacia Polonia, país fronterizo al oeste de Ucrania. La Moncloa no quería que trascendiera información hasta que Sánchez pisara Kiev y no ha estado hasta primera hora de esta mañana que ha comunicado oficialmente la llegada del presidente español a la capital ucraniana.
En la estación de tren, Sánchez se ha encontrado al activista José Andrés, que se encuentra en Ucrania cocinando para dar ayuda humanitaria a los ciudadanos del país. En su cuenta de Twitter, ha publicado una fotografía con el presidente español, protegido por agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Desde allí, el líder socialista y Frederiksen han subido a un coche que los conduce hacia la reunión con Zelenski. La comparecencia conjunta posterior podría no emitirse en directo por el efecto de inhibidores, informan desde Moncloa.
La visita de Sánchez y Frederiksen en territorio ucraniano se suma a la de los líderes de las instituciones europeas, como la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, la de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el Alto Representante para la Política Exterior, Josep Borrell, que fueron juntos, así como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que también ha mantenido conversaciones telefónicas tanto con Zelenski como con Putin buscando poner fin a la guerra. Con todo, los primeros líderes europeos en ir personalmente a Kiev fueron los primeros ministros de Polonia, Mateusz Morawiecki, la República Checa, Petr Fiala, y Eslovenia, Janez Jansa, el pasado 15 de marzo. También el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se reunió con Zelenski en Ucrania, mientras que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no entró a Ucrania, pero sí que se desplazó hasta Polonia y concretamente en la ciudad de Rzeszów, a cien kilómetros de la frontera.