¿Tiene la suficiente fuerza ERC para vetar los presupuestos en una votación en el Senado?

El PSOE necesitaría recoger apoyos de muchos partidos minoritarios para esquivar la derrota

Imagen del hemiciclo del Senado  durante una sesión reciente.
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MadridEl proyecto de presupuestos del gobierno español pasó el trámite del Congreso y ahora se debate en el Senado. Esta semana se están debatiendo las secciones en comisión y el viernes a las 12 horas del mediodía acaba el plazo para presentar vetos totales o parciales a las cuentas. Junts, por ejemplo, que ya presentó una enmienda a la totalidad en el Congreso, también ha presentado su veto a los presupuestos en el Senado.

El día 9 de diciembre, el próximo jueves, hay un pleno donde se votarán estas enmiendas y si se acepta alguna, el proyecto volverá a la cámara baja. El Congreso tiene capacidad para, primero por mayoría absoluta y después simple, levantar estos vetos y que se aprueben definitivamente.

La aritmética en el Senado

Por lo tanto, para tumbar los presupuestos de forma definitiva haría falta que se aprobara primero un veto por mayoría absoluta en el Senado y después una segunda vez en el Congreso, donde si todo el mundo vota igual que la anterior vez los votos de ERC serían necesarios por un solo voto. Eso sí, el gobierno todavía tendría la opción de sumar el del BNG, que se abstuvo, y salvar el match ball.

¿Pero cuál es la aritmética en el Senado? Aquí ERC, que tiene 14 senadores y forma grupo con EH Bildu, que tiene dos más (en total 16), tendría que sumar sus votos a todos los grupos que son oposición a Sánchez: a los de PP (100), Junts (5), Coalición Canaria (1), Ciudadanos (3), Independientes que son ex-Cs (2), Vox (3), UPN (1). Con esto sumarían 131 y se quedarían a dos votos de tener mayoría absoluta. La votación sería muy ajustada y dependería de senadores como el de MES, el del PAR, la de Adelante Andalucía o el de la Agrupación Socialista de la Gomera, que han estado negociando su apoyo con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y que todavía no han decidido el voto. Por lo tanto, la posibilidad de tumbarlos es políticamente remota, porque el gobierno español intentará contentar a estos grupos, pero todavía no imposible aritméticamente.

Si el 9 de diciembre se supera el trámite, los presupuestos vuelven a comisión para abordar las enmiendas. La semana del 20 de diciembre se celebraría un segundo pleno donde se debatirían y votarían las enmiendas vivas. Si se aprueban, hará falta que el Congreso las ratifique o bien las revoque. Si no se lleva hacia delante, el recorrido parlamentario de las cuentas habrá llegado a su fin con la validación del Senado.

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