La judicialización de la política

Un TC de vacaciones rechaza suspender la orden de detención contra Puigdemont en España

Dos magistrados conservadores inadmiten el recurso sin invocar el pleno del tribunal, de mayoría progresista

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Puigdemont y Comín, en la Eurocámara

BarcelonaCarles Puigdemont será detenido si pisa España. No es ninguna novedad para el 130º presidente de la Generalitat, exiliado en Bélgica desde el 2017, pero sí el hecho de que el Tribunal Constitucional (TC) haya rechazado su recurso sin ni siquiera invocar el pleno, como había ocurrido hasta ahora en las decisiones trascendentes vinculadas al Proceso. Tal y como ha avanzado José María Brunet en El País y ha confirmado el ARA, la sala de vacaciones del TC ha inadmitido a trámite la solicitud de Puigdemont y también del conseller en el exilio Toni Comín, para que se suspenda la orden de detención contra ellos vigente en España –no en Europa–. Pedían amparo para que la orden se levantara al menos hasta que se resuelvan las medidas cautelares que han pedido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea respecto a su inmunidad, revocada hace un mes en primera instancia.

Dos magistrados conservadores –César Tolosa y Concepción Espejel– han votado en contra de admitir el recurso pese a la oposición de la progresista Laura Díez. Se da la circunstancia de que la mayoría de la sala de vacaciones del TC no se corresponde a la del tribunal en su conjunto, que desde hace unos meses ha pasado a ser progresista. Hasta ahora, especialmente cuando había mayoría conservadora, todas las decisiones tomadas por el TC han sido contrarias a los intereses de los presos políticos y exiliados, pero al menos se habían admitido a trámite. Díez, que era partidaria de aceptar el recurso de amparo de Puigdemont y Comín, consideraba, además, que la decisión no era urgente y que no era necesario que fuera la sala de vacaciones la que la tomara sin contar con la opinión del resto de magistrados del Constitucional.

Según la resolución del tribunal, se inadmite el recurso ante "la manifiesta inexistencia de violación de un derecho fundamental". Nada cambia, pues, en la situación de Puigdemont y Comín, que no pueden volver a Catalunya, pero que, de momento, sí podrían moverse en libertad por Europa, ante la inexistencia de una orden de detención internacional contra ellos. El juez instructor del Tribunal Supremo Pablo Llarena aún no ha decidido reactivar las euroórdenes porque prefiere esperar a saber la decisión del TJUE sobre las medidas cautelares.

¿Negociaciones viciadas?

Al día siguiente de las elecciones del 23-J, que han dejado a JxCat como partido determinante para decantar la investidura del próximo presidente español, la Fiscalía ya se movió reclamando que se reactivaran las euroórdenes contra los exiliados. Sin embargo, el Supremo prefirió optar por la prudencia. Un gesto que hizo respirar al PSOE, consciente de que, para convencer a Puigdemont, necesita un ambiente de calma durante las negociaciones. El 31 de julio la defensa del expresidente de la Generalitat y ahora eurodiputado presentó el recurso de amparo en el TC, que finalmente ha sido resuelto negativamente a los 10 días. Una celeridad que ha hecho que el abogado Gonzalo Boye recurra a la ironía.

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