Tregua rey-Generalitat con motivo del Mobile

Sánchez receta "unidad" desde Barcelona "para levantar el país"

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Sopar inauguración MWC

BarcelonaPrimer acto con presencia a la vez del rey, la presidencia del gobierno español y la de la Generalitat desde que Pedro Sánchez y Pere Aragonès intentan abrir una nueva etapa fructífera de diálogo entre gobiernos. Ha sido en la cena inaugural del Mobile World Congress, que se ha celebrado en la Fira de Barcelona. Todas las miradas estaban puestas de nuevo en las relaciones entre el monarca y el Govern, deterioradas desde el discurso que Felipe VI hizo el 3 de octubre de 2017. Esta vez las dos partes han optado por una tregua: discursos centrados en alabar el Mobile y las potencialidades de Barcelona y Catalunya, y ninguna alusión al conflicto político. El único que ha seguido un guion diferente ha sido el presidente español, que ha recetado "unidad de acción" entre todas las instituciones como "camino fértil para levantar el país".

De nuevo, pues, la atención estaba centrada en cómo reaccionaría la Generalitat a la presencia del rey. Aragonès ha repetido el mismo esquema que hace 10 días en las jornadas del Cercle d'Economia. No ha participado en el besamanos con el monarca, y lo ha saludado brevemente después. También se ha encontrado con Sánchez, a quien le ha recordado que el martes tienen una cita en la Moncloa. Ha habido una diferencia sustancial, sin embargo, respecto a hace diez días. Esta vez Aragonès se ha quedado a la cena y le ha tocado compartir mesa presidencial con Felipe VI, el presidente español y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En el apartado de los discursos, el president catalán ha hecho un parlamento íntegramente en inglés centrado en el certamen. Ha reivindicado el talento de Catalunya en el sector de las telecomunicaciones y ha pedido enfocar la tecnología también para combatir las "desigualdades". La única singularidad política que se le podría destacar es que, en el momento de los saludos protocolarios desde el atril, ha evitado mencionar al monarca y ha hablado en genérico de las instituciones del Estado.

Palabras en catalán

Tampoco el rey ha querido ir más allá del discurso económico. La máxima concesión, unas palabras en catalán para alabar a su "querida" Barcelona, que junto con Catalunya ha considerado "ejemplo" de "flexibilidad y visión de futuro". Sí ha optado por el discurso político Sánchez, que se ha mostrado satisfecho por hacer sentar en una misma sala –y mesa– a los máximos responsable del Estado, el gobierno español, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. "Simbolizamos la unión por el bien superior de todos", ha proclamado. Y este bien superior, según ha defendido, es la recuperación económica, que se ha mostrado convencido de que seguirá en España en la etapa de la pospandemia. Colau ha aprovechado su turno de palabra para reclamar que se reconozca "la singularidad" de Barcelona en el reparto de los fondos europeos Next Generation.

Aragonès no ha estado solo en representación de la Generalitat. También estaban el vicepresidente, Jordi Puigneró, y el conseller de Empresa, Roger Torrent. Cuando se producía el besamanos al rey, los tres se han apartado prudencialmente del centro de la sala, donde se hacía la recepción al monarca, y han ido detrás de una columna. Después, todo el mundo ha ido hacia el salón. Empieza el Mobile y, por ahora, solo Sánchez lo ha aprovechado para finalidades políticas. Si era un aviso a Aragonès, el martes tendrán oportunidad de hablar cara a cara.

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